jueves. 28.03.2024

Los encuentros del Vaticano se cierran con la indignación de las víctimas

A pesar de 48 horas de reuniones entre el obispado irlandés y el Papa Benedicto XVI, las expectativas de la reunión no se han cumplido. Los curas inculpados siguen indemnes. “Ha quedado clara la posición de la Iglesia. Le preocupa más su imagen que los abusos sexuales que sufrimos”, dice una de las víctimas.
NUEVATRIBUNA.ES / A.M - 17.02.2010

Las mediáticas reuniones entre el Papa y el obispado irlandés en el Vaticano no han convencido a nadie, especialmente a los afectados. Benedicto XVI solicitaba un encuentro con la Iglesia irlandesa en una aparente política de mano dura. Sin embargo no se ha pasado de una simple ‘disculpa’ y de calificar de “crimen atroz” los sucesivos actos de pederastia cometidos por sus representantes.

Las víctimas que sufrieron abusos sexuales durante su infancia saben muy bien el significado de ‘crimen atroz’, pero tras 30 años de sottovoce, ahora no se conforman con una disculpa al baño maría. “Queríamos que el propio Papa pidiera perdón, ya lo ha hecho nuestra Iglesia, pero no Benedicto XVI”, decía el portavoz de Irish Survivors of Child Abuse group en el diario The Independent. En efecto, Ratzinger denunció el “crimen atroz” pero de su boca no salió el perdón que tanto proclama su ideología.

La indignación creció todavía más cuando el jefe del Vaticano definió el abuso sexual como una “debilidad de la fe cristiana”. Fiona Neary, directora de ‘Rape Crisis Network’ denunció: “Es una vergüenza que vincule una crisis de fe con la violación de niños, es una justificación terrible y eso muestra lo poco que le importan las víctimas”.

Andrew Madden, es una de las 400 víctimas de pederastia, en varias entrevistas ha reconocido lo poco que se puede hacer para reparar su dolor, sin embargo espera que se lleven a cabo otras medidas legales, como la compensación económica y sobre todo la dimisión de los curas implicados en el escándalo. Ninguna de sus dos peticiones parece que se vayan a llevar a cabo: “Después de las reuniones de estos días la Iglesia ha dejado bien claras sus prioridades, que tiene más que ver con la mala imagen que tiene que con el dolor y el crimen de los cientos de niños que sufrimos los abusos”.

“FUERTES MEDIDAS”

En el comunicado que presentó Benedicto XVI, el Papa reconocía que uno de los errores más graves fue la cantidad de años en los “que la propia Iglesia ocultó sus escándalos”. En este sentido señaló que se tomarán “medidas importantes”, sin especificar cuáles serían. De momento las expectativas que se tenían de este encuentro no se han cumplido. En los documentos presentados por el Vaticano y por la propia Iglesia irlandesa no se aclara qué sucederá con los inculpados.

Las víctimas hace tiempo que piden la dimisión inmediata de los acusados. Cuatro obispos han dimitido, pero tan sólo una de las dimisiones se ha hecho efectiva. El obispo de Galway, Martin Drenan, a quien se le ha vinculado con numerosos abusos, se niega a dejar su cargo y fue uno de los obispos que estuvo en el anunciado encuentro. El Papa en ningún momento habló de dimisiones y las asociaciones de víctimas no son muy optimistas. “La posibilidad de que les obligue a dimitir es una utopía, no creo que sea capaz”, decía Andrew Madden.

Las declaraciones de Benedicto XVI estaban más orientadas a defender la imagen de la Iglesia que a resarcir a sus víctimas. En diversas ocasiones insistió que el abuso sexual era sobre todo “una gran ofensa a Dios” por lo que ahora a la Iglesia le tocaba “volver a suscitar confianza entre sus files, tenemos que recobrar la credibilidad”, decía el Papa germano.

Las reuniones se han quedado en meros fuegos artificiales: “Estamos consternados con los resultados del encuentro. Nada de lo que pedíamos se ha tenido en cuenta, nosotros no somos la prioridad, están antes los pederastas”, declaraban anoche en The Irish Times un grupo de víctimas que viajaron hasta el Vaticano.

Los encuentros del Vaticano se cierran con la indignación de las víctimas