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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 26.8.2010

Los 72 cadáveres hallados en un rancho en Tamaulipas, en México, son de inmigrantes de Centro y Sudamérica que pretendían ingresar a Estados Unidos y que fueron atacados por un grupo armado, presuntamente perteneciente a Los Zetas que pretendían extorsionarlos.

Así se desprende del testimonio del único superviviente de la matanza, un ecuatoriano de 19 años, identificado como Luis Fredy Lala Pomadilla, que se encuentra internado con una herida de bala en el rostro en el Hospital Civil de Matamoros, donde ha prestado declaración y ha explicado que pudo sobrevivier porque los atacantes lo dieron por muerto.

La Secretaría de Marina informó en la noche del martes del hallazgo de 72 cuerpos en un rancho del municipio de San Fernando, a 22 kilómetros de la cabecera municipal; 58 eran hombres y 14 mujeres. "Los cuerpos estaban tirados en la superficie del rancho y no estaban enterrados en una fosa. Estamos investigando todavía el tiempo que llevan en el lugar", dijo a Reuters un portavoz de la Secretaría de Marina. El portavoz de la Secretaría de la Marina, José Luis Vergara, informó de que el hallazgo tuvo lugar el lunes (no el mismo martes como se había indicado en un principio), cuando el ecuatoriano herido llegó a pedir ayuda en un puesto de control de infantes de Marina.

Según la declaración del superviviente, el grupo de inmigrantes estaba integrado por brasileños, hondureños, salvadoreños y ecuatorianos que ingresaron por Chiapas y se dirigían a la frontera Matamoros-Brownsville cuando fueron interceptados por sujetos armados que se identificaron como parte de Los Zetas. Tras interrogarles e intentar extorsionarles, los sicarios les dispararon dando por muerto al ecuatoriano, quien pudo llegar hasta un puesto militar donde elementos de la Armada le brindaron auxilio.

Luego de conocer el testimonio de la víctima, un grupo de la Armada de México se trasladó al lugar referido por el inmigrante. En el trayecto, los elementos federales se encontraron con sujetos armados a quienes se enfrentaron con un saldo de un marino y tres pistoleros muertos.

Al grupo armado se les decomisaron 21 armas largas, seis carabinas M-4, tres fusiles, siete escopetas libres, cinco rifles calibre 22, mil 010 cargadores de diferentes calibres, tres fusiles AK-47, uniformes, camuflajes y una camioneta clonada de la Secretaría de la Defensa Nacional.

En conferencia de prensa, el portavoz de seguridad, Alejandro Poiré, señaló que se están confirmando todavía las identidades con los respectivos países y calificó la matanza de un "suceso sumamente grave, absolutamente indignante". Según señaló, la delincuencia organizada lleva un tiempo secuestrando inmigrantes para extorsionarles o para sumarlos a sus filas, lo que evidencia que atraviesan por "una situación muy adversa" de financiación y para reclutar gente.

El estado de Tamaulipas es escenario de fuertes disputas entre el cartel narcotraficante del Golfo y sus antiguos aliados, los Zetas, liderados por soldados de élite desertores a los que las autoridades acusan de cometer distintas masacres y de perpetrar secuestros masivos de indocumentados. Según la Comisión Nacional de Derechos Humanos, los grupos criminales secuestraron a 9.758 migrantes tan solo de septiembre de 2008 a febrero de 2009. La cifra extraoficial, es decir, incluyendo casos no detectados, podría llegar a 20.000 para el mismo periodo.

Los 72 cadáveres fueron trasladados del municipio de San Fernando al Servicio Médico Forense de Ciudad Victoria, dijo dijo Ricardo Nájera, portavoz de la Procuraduría General de República (PGR).

Inmigrantes: el botín del crimen organizado