nuevatribuna.es
11 de julio de 2010, 6:13
NUEVATRIBUNA.ES / A.M - 09.07.2010
Llevan dos meses de lucha incansable y este viernes ha sido el colofón. La prensa escrita no ha llegado a los quioscos. Las noticias no se escuchan en la radio, ni se pueden ver en la televisión. Incluso varias páginas web se han negado a actualizar la información, en la que está siendo la mayor huelga de los medios de comunicación italianos.
La Ley de La Mordaza ha unido a medios de todas las ideologías con el fin común de defender la libertad de expresión y denunciar mediante el silencio una nueva norma que aspira a callarles la boca.
“Un día de silencio que en realidad sirve para hablar”, dicen desde Il Corriere della Sera. El diario La Repubblica habla de “silencio estruendoso” y señala que esta huelga “es la única forma que tenemos para que los ciudadanos conozcan lo que está sucediendo en el circuito del poder”.
La campaña de acciones para este 9 de julio se llevaba organizando desde hacía un tiempo. En algunos casos fueron los propios periodistas los que fueron a las imprentas para asegurarse de que no salieran sus periódicos. La televisión y la radio desde las 6.00 de la madrugada del viernes, hasta las 6.00 del sábado, no ofrecerán ni una sola noticia. Y las webs se mueven entre dos tendencias, algunas han decidido dar más información de lo habitual relacionada con la huelga y el significado de la Ley de la Mordaza, mientras que otras optan por no actualizar la información que estaba antes de las 6.00 a.m. Ambas propuestas han sido apoyadas pro todos los periodistas.
Según la Federación Nacional de la Prensa Italiana, la nueva norma legal, que Berlusconi quiere aprobar antes de la pausa veraniega del Parlamento, limitará la libertad de información y golpeará la defensa de la legalidad y la lucha contra el crimen. El comunicado sindical afirma que "el proyecto de ley Alfano limita gravemente la libertad de prensa y prevé duras sanciones contra los editores y periodistas que den cuenta de los hechos de crónica judicial e investigaciones".
En las televisiones el apagón informativo ha sido absoluto. Incluso el canal de información por satélite Sky Tg24, propiedad de Rupert Murdoch, ofrece sólo programas grabados y anuncia a sus telespectadores la huelga con rótulos.
Los periodistas de la televisión pública nacional RAI también han decidido ir en su gran mayoría a la huelga, hasta el Canale 5, del grupo Mediaset de Berlusconi, no ha emitido su habitual informativo matinal de las 08.00 horas.
El Corriere della Sera, La Repubblica, La Stampa, l'Unitá, Il Fatto Quotidiano, Il Messaggero, pero también el diario católico Avvenire han colocado en sus páginas webs comunicados explicando su decisión de ir a la huelga a los lectores.
La llamada "ley mordaza" prevé, entre otras, condenas de hasta 30 días de cárcel o sanciones de hasta 10.000 euros para los periodistas que publiquen escuchas durante las investigaciones judiciales o las actas bajo secreto, y fija multas de entre 300.000 y 450.000 euros para los editores de los medios que lo hagan.
“Lo único que pretende Il Cavaliere es la impunidad total y el silencio sobre sus malversaciones”, decía uno de los editoriales de La Repubblica. Roberto Saviano seguía la misma línea y señalaba que “la Ley de la mordaza no pretende defender la privacidad del ciudadano sino la privacidad del poder”.
Llevan dos meses de lucha incansable y este viernes ha sido el colofón. La prensa escrita no ha llegado a los quioscos. Las noticias no se escuchan en la radio, ni se pueden ver en la televisión. Incluso varias páginas web se han negado a actualizar la información, en la que está siendo la mayor huelga de los medios de comunicación italianos.
La Ley de La Mordaza ha unido a medios de todas las ideologías con el fin común de defender la libertad de expresión y denunciar mediante el silencio una nueva norma que aspira a callarles la boca.
“Un día de silencio que en realidad sirve para hablar”, dicen desde Il Corriere della Sera. El diario La Repubblica habla de “silencio estruendoso” y señala que esta huelga “es la única forma que tenemos para que los ciudadanos conozcan lo que está sucediendo en el circuito del poder”.
La campaña de acciones para este 9 de julio se llevaba organizando desde hacía un tiempo. En algunos casos fueron los propios periodistas los que fueron a las imprentas para asegurarse de que no salieran sus periódicos. La televisión y la radio desde las 6.00 de la madrugada del viernes, hasta las 6.00 del sábado, no ofrecerán ni una sola noticia. Y las webs se mueven entre dos tendencias, algunas han decidido dar más información de lo habitual relacionada con la huelga y el significado de la Ley de la Mordaza, mientras que otras optan por no actualizar la información que estaba antes de las 6.00 a.m. Ambas propuestas han sido apoyadas pro todos los periodistas.
Según la Federación Nacional de la Prensa Italiana, la nueva norma legal, que Berlusconi quiere aprobar antes de la pausa veraniega del Parlamento, limitará la libertad de información y golpeará la defensa de la legalidad y la lucha contra el crimen. El comunicado sindical afirma que "el proyecto de ley Alfano limita gravemente la libertad de prensa y prevé duras sanciones contra los editores y periodistas que den cuenta de los hechos de crónica judicial e investigaciones".
En las televisiones el apagón informativo ha sido absoluto. Incluso el canal de información por satélite Sky Tg24, propiedad de Rupert Murdoch, ofrece sólo programas grabados y anuncia a sus telespectadores la huelga con rótulos.
Los periodistas de la televisión pública nacional RAI también han decidido ir en su gran mayoría a la huelga, hasta el Canale 5, del grupo Mediaset de Berlusconi, no ha emitido su habitual informativo matinal de las 08.00 horas.
El Corriere della Sera, La Repubblica, La Stampa, l'Unitá, Il Fatto Quotidiano, Il Messaggero, pero también el diario católico Avvenire han colocado en sus páginas webs comunicados explicando su decisión de ir a la huelga a los lectores.
La llamada "ley mordaza" prevé, entre otras, condenas de hasta 30 días de cárcel o sanciones de hasta 10.000 euros para los periodistas que publiquen escuchas durante las investigaciones judiciales o las actas bajo secreto, y fija multas de entre 300.000 y 450.000 euros para los editores de los medios que lo hagan.
“Lo único que pretende Il Cavaliere es la impunidad total y el silencio sobre sus malversaciones”, decía uno de los editoriales de La Repubblica. Roberto Saviano seguía la misma línea y señalaba que “la Ley de la mordaza no pretende defender la privacidad del ciudadano sino la privacidad del poder”.
