viernes. 29.03.2024

“reafirmo que prefiero el ruido de la prensa libre al ruido de las dictaduras”, dijo Dilma Rousseff en su primer discurso como presidentaEl cuarto congreso del PT, el partido de izquierda más importante de América Latina, aprobó una propuesta para promulgar una ley de medios, con el objetivo fundamental de limitar los grandes conglomerados. En concreto pretende evitar que haya una propiedad cruzada, es decir, que grupos de comunicación detenten más de una plataforma, como prensa, radio o televisión al mismo tiempo.

El presidente nacional del PT, Rui Falcão, declaró que quieren un marco regulatorio “que garantice la libertad de prensa, el derecho de opinión, ningún tipo de censura de contenidos, pero que democratice las informaciones en el país, que dé la posibilidad de tener no solo una versión”. Esta ofensiva sobre el Congreso tiene que tener en cuenta que en 2009 el Supremo Tribunal Federal consideró que una ley de prensa sería incompatible con la Constitución.

La iniciativa salió adelante con el apoyo de los sectores más ligados al ex presidente Lula, que en sus ocho años de gobierno tuvo una relación difícil con la prensa, pero que en su momento decidió archivar un proyecto similar. Volvió a mencionarse la supuesta conspiración mediática contra Lula. Y ahora, estos sectores que han reflotado el proyecto, están molestos por lo que consideran un papel de los medios (aliados con la oposición) en la difusión de los diversos casos de corrupción que han afectado al gobierno de Dilma Rousseff.

Sin embargo, la propia presidente parece estar en otra sintonía. En su primer discurso como presidente subrayó su compromiso innegociable con la libertad de prensa y opinión: “reafirmo que prefiero el ruido de la prensa libre al ruido de las dictaduras”. Ahora, según la agencia Brasil, la presidente habría dado instrucciones al ministro de Comunicaciones para que el documento que se aprobase en el congreso petista no tuviese ninguna referencia a términos que pudiesen remitir al control de la prensa. Y algo más sutil, que parece también fruto de instrucciones de Dilma: lo que el partido aprobó no fue una resolución, es decir, una directriz política, sino una moción, es decir, una manifestación de apoyo.

REGULACIÓN FINANCIERA

El congreso, por lo demás, se pronunció por apoyar una reforma política que tiene entre sus principales puntos el financiamiento público de las campañas políticas, con el objetivo de acabar con las “nefastas consecuencias” que acarrea el actual sistema, de financiamiento privado. Y con vistas a las elecciones municipales del año que viene el PT aprobó seguir con las alianzas con los otros partidos que forman actualmente la base de apoyo al gobierno federal, en el congreso y en el propio gabinete.

Una resolución política pide medidas audaces que garanticen la reducción de las tasas de interés y contener la supervaluación de la moneda. En este sentido, los petistas piden que Brasil actúe con los otros países emergentes para instituir mecanismos efectivos de regulación financiera y combate a la guerra cambiaria.

En la declaración final el PT acusa a la izquierda europea de haber capitulado ante la crisis: “la izquierda de los países europeos, que tanto influyeron en la izquierda mundial desde el siglo XIX, no logró dar respuestas adecuadas a la crisis y parece capitular al dominio del neoliberalismo”. Ahora, según el documento, hay un cambio geográfico en el liderazgo ideológico de la izquierda. Y añade que América Latina, después de haber pasado por gobiernos neoliberales y décadas perdidas en los '80 y '90, es la que lleva a cabo ahora una política progresista y de fuerte cuño social.

El PT aprueba una moción para regular los medios de comunicación en Brasil