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NUEVATRIBUNA.ES - 29.05.2009

Los secuestros y los desplazamientos son las caras más visibles del conflicto armado colombiano. En el caso de los primeros parecen que las cifras disminuyen, pero los desplazamientos cada año van en aumento.

Jorge Rojas vaticina que el próximo año se podría alcanzar los cinco millones de desplazados. La extensión de la contienda y la conquista de la violencia han hecho que estos millones de colombianos hayan tenido que huir de sus casas.

El pico más alto de desplazados se produjo en 2002, cuando escaparon del horror 400.000 personas, pero el año pasado el número volvió a ser muy alto, un total de 380.000 colombianos abandonaban sus hogares: “Esta lacra fractura el Estado, la democracia y a la sociedad”, dice Rojas. Según el director de CODHES, el perfil del desplazado esta formado por una mayoría de mujeres (55%), niños e indígenas a los que les han arrebatado las tierras, “son la población más vulnerable”.

La mayoría de ellos emigra a las ciudades: “Simbólicamente podríamos decir que en Colombia las ciudades no crecen sino que se hinchan, en Bogotá ya no hay espacio para los desplazados y entonces se trasladan a ciudades más pequeñas”. La ayuda que reciben todavía es poca. Son personas cuya vida se ha desmoronado, han tenido que dejar atrás su historia para comenzar de cero sin apenas una pequeño espacio de tierra que cultivar o un techo bajo el que sobrevivir: “Antes de ser desplazados tenían unas condiciones de vida aceptables, ahora el 90% viven en condiciones de pobreza, algo así como el 70% en condiciones de indigencia”.

La atención humanitaria que reciben es bastante escasa, pero Rojas insiste en que al menos se ha conseguido algo: “Los tres primeros meses les dan alimentos y mantas, a veces algo de dinero y cobertura sanitaria y educación”. Pero de tierras nada: “No se ha conseguido que les den viviendas o tierras, y si se las dieran los paramilitares se las robarían al día siguiente”. Ejemplo de ello es una anécdota que cuenta Rojas, cuando el presidente de la República decidió ofrecerles una tierra a una familia de desplazados: “El acto se difundió en todas las televisiones. El hombre que recibió esa tierra hoy está muerto, y se la han quedado los paramilitares, ni siquiera la orden del presidente de la republica se cumple”.

Jorge Rojas se muestra positivo en lo relacionado con los secuestros. “Estamos en una fase muy interesante desde el punto de vista de la ética de la sociedad. Hay una sociedad que se reveló contra el secuestro, quien use este arma de coacción deslegitima cualquier causa y provoca un rechazo generalizado”.

Los picos más altos se marcaron con las 3.000 personas secuestradas, que es “tal vez el récord del mundo”, señala Rojas. En estos momentos según las cifras del que ofrece el Gobierno de Uribe habría un total de 125 víctimas. Sin embargo las FARC aseguran que sólo tienen a 9 personas por razones políticas y a 22 por razones económicas.

El problema de los desplazados: “Si no les das la tierra te matan”