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NUEVATRIBUNA.ES/ AGENCIAS - 27.09.2010

El Partido de los Trabajadores de Corea se reúne por primera vez en 30 años, en medio de los crecientes rumores sobre el frágil estado de salud del dirigente norcoreano, Kim Jong Il, quien se sospecha podría ceder el testigo a su hijo menor, Kim Jong Un, de poco más de 20 años y del que apenas se tiene información.

La reunión de la elite política del país estaba prevista inicialmente para mediados de este mes, según había anunciado la prensa oficial, pero fue aplazada, sin que se dieran las razones, lo que hizo aumentar las especulaciones sobre los motivos detrás de la convocatoria de la cita. La teoría más apoyada es que Kim Jong Il, de 68 años, se encuentra muy mal de salud tras el infarto cerebral sufrido en 2008 y podría estar pensando en nombrar ya a su delfín.

La semana pasada, Radio Free Asia informó de que Kim se queda dormido durante unos cinco minutos varias veces al día, mientras que Open Radio for North Korea, que dirigen desertores del país comunista, asegura que el dirigente sufrió un brote de disnea el pasado 8 de septiembre, presuntamente como consecuencia de la medicación que toma para prevenir un nuevo derrame cerebral.

Para reforzar estos rumores, y según informa este lunes el diario surcoreano 'Chosun Ilbo', el Ejército norcoreano, que integran 1,2 millones de efectivos, ha designado a Kim Jong Un como su delegado junto a su padre en el encuentro de mañana, lo que pondría de manifiesto el respaldo clave de los militares al que sería el heredero. De acuerdo con las fuentes consultadas por este diario, "la elección de Kim Jong Un como delegado es ampliamente conocida entre los ejecutivos del Ejército Popular de Corea del Norte".

Si Kim Jong Un finalmente mañana fuera designado para un alto cargo en la Administración, como muchos especulan, este sería el primer paso en el traspaso de poderes del país más hermético del mundo. En declaraciones a Yonhap, Brian Myers, profesor de estudios internacionales en la Universidad de Dongseo, Busan, indicó que Kim, educado en Suiza, "es el único candidato cuya elección probablemente evitaría una lucha entre facciones".

El propio Kim Jong Il asumió el poder después de que su padre y fundador del país, Kim Il Sung, falleciera en 1994, pero su ascenso había sido anticipado desde hacía más de una década ya que había sido elegido para uno de los principales cargos del partido único en 1980. "Todas las facciones pueden coincidir en que aunque (Kim Jong Un) puede no ser el candidato mayor, el más brillante o el más experimentado, es, como representante de la familia, la persona que más probablemente puede unir a todas las facciones y grupos de interés", subraya Myers.

ESCASA INFORMACIÓN

Lo cierto es que apenas hay información sobre Kim Jong Un, el menor de los tres hijos varones del dirigente surcoreano, más allá de los comentarios en 2003 de un chef japonés de 'sushi', Kenji Fujimoto, que trabajó para la familia y que dijo que el joven es tan ambicioso como su padre y que su comportamiento es "de tal palo tal astilla".

Se cree que habría nacido el 8 de enero de 1984 y que estudió en un colegio internacional en Suiza, donde aprendió inglés, alemán y francés y donde se estima que se graduó en 1998. Posteriormente regresó a Corea del Norte, donde cursó estudios militares en la Universidad Militar Kim Il Sung entre 2002 y 2006.

Los norcoreanos no tienen constancia de su existencia, por lo que aún no existe un culto a su persona, quizá porque apenas hay tampoco imágenes del joven, lo que ha hecho que algunos analistas descarten que pueda ser él quien tome las riendas de los 23 millones de habitantes del país.

En este sentido, otros expertos vaticinan de que si Kim Jong Il falleciera de forma repentina, se produciría una dirección colegiada del país entre Kim Jong Un y su tío, Jang Song Taek, que se espera que sea promovido a un alto cargo en el Partido de los Trabajadores durente la convención. Así, apuntan a que Jang actuaría como una especie de regente haasta que Kim Jong Un esté preparado para tomar las riendas, según Reuters.

Así las cosas, la ex ministra de Defensa Yuriko Koike introdujo este mes una nueva variante en declaraciones a la prensa china: el nuevo líder del país podría ser una mujer, y más en concreto la hermana de Kim Jong Il. "Kim Kyung Hee, hermana de Kim Jong Il y casada con el 'número dos' de la jerarquía norcoreana, Jang Song Taek, podría obstaculizar el que el poder se le escape de las manos", explicó Koike, subrayando que "de hecho, en un país donde apenas existe la confianza, Kim Kyung Hee es la única relación sanguínea en la que Kim Jong Il nunca ha confiado del todo".

Las declaraciones de Koike sugieren que podría haber una lucha de poder interna, algo paradójico en un país en el que su dirigente mantiene un férreo control y defiende la unidad bajo su ideología única. No obstante, aunque la lucha interna no fuera pública y pudiera ser controlada por Kim, podría desencadenar disputas entre la clase gobernante y dejar cicatrices difíciles de sellar después de que Kim fallezca y su sucesor sea designado, resalta la agencia surcoreana Yonhap.

SEÚL SIGUE TODO CON ATENCIÓN

Entretanto, Corea del Sur sigue con atención lo que pueda ocurrir en su país vecino, con el que aún no ha sellado un acuerdo de paz desde que concluyó la Guerra de Corea en 1953. "Lo que salga de la convención del partido cuando se levante el telón es algo que el Gobierno surcoreano está siguiendo de cerca", ha reconocido un responsable del Ministerio de Unificación este mes en Seúl.

"Si la convención de los principales delegados termina sin aportar ningún significado interno, entonces resultará ser simplemente un tipo de encuentro", añadió el responsable, que pidió no entrar en especulaciones.

Por su parte, otro responsable del Ministerio, encargado de analizar la política norcoreana, consideró que la reunión de mañana, entre otras cosas, se centrará en restaurar el poder del partido, que desde hace tiempo se ha visto ensombrecido por la Comisión de Defensa Nacional.

Pyongyang ha dicho que el encuentro marcará un giro en su historia y respaldará un nuevo liderazgo que dirija el país, un indicio de que Kim cederá parte de su poder a sus personas más cercanas dentro del partido, o de que Kim podría ampliar el poder de la Comisión dando a sus miembros cargos más altos dentro del partido, consideró este responsable surcoreano.

El Partido de los Trabajadores de Corea se reúne por primera vez en 30 años