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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 23.8.2009

Los fuertes vientos continúan alimentando un importante fuego al norte de Atenas que ya ha obligado a evacuar a unas 20.000 personas de las afueras de la capital. Las llamas ya han devorado grandes extensiones de monte y varias viviendas, según el balance de las autoridades. "El fuego está desbocado, reavivado por los constantes cambios en la dirección del viento", indicó un portavoz de los Bomberos, Giannis Kapakis.

En la región del Ática, las autoridades ya han declarado el estado de emergencia ante un fuego que ya ha calcinado más de 12.000 hectáreas de bosques, cultivos y olivares. "Una parte significativa de los bosques se ha perdido. Este fuego afectará sin duda al microclima de la región de atenas", se lamento el director para la conservación de WWF Grecia, Constantinos Liarikos. Mientras, en el barrio ateniense de Aghios Stefanos, los vehículos siguen recorriendo las calles para pedir mediante megáfonos la evacuación de todos los edificios. Más cerca de las llamas, otros ciudadanos intentan frenar el fuego y evitar así que se quemen sus viviendas.

"Afrontamos una terrible experiencia. Los Bomberos están realizando un esfuerzo sobrehumano", afirmó el primer ministro del Gobierno conservador, Costas Karamanlis. Karamanlis sobrevoló el área el domingo y presidió una reunión de emergencia mientras el servicio de meteorología griego pronosticó que no se espera que los vientos amainen antes de la noche del lunes, dificultando los esfuerzos por extinguir el fuego. "La situación es extremadamente difícil a causa de las condiciones climáticas", señaló a la prensa el ministro del Interior Prokopis Pavlopoulos, tras la reunión. Responsables oficiales y testigos dijeron que el incendio también alcanzó los suburbios de Anthousa, Pallini, Pikermi y Dionisios, y que había gente que se negaba a abandonar sus propiedades, pese a que las llamas se aproximaban.

Este domingo llegaron a Grecia los primeros envíos de ayuda de la UE. Dos aviones antiincendios italianos ya se encuentran en Grecia y Francia y Chipre también tienen previsto enviar aparatos. Estos recursos se suman a los doce aviones, siete helicópteros, 136 camiones de bomberos y 644 bomberos que ya combaten el fuego. Unos 340 militares participan también en las labores de extinción.

El fuego que amenaza Atenas es el más grave desde los registrados en 2007, en los que murieron 65 personas en sólo diez días. El incendio se desató la noche del viernes en una aldea ubicada a unos 40 kilómetros al noreste de la capital griega y, debido a los fuertes vientos, se propagó a aldeas vecinas y suburbios del norte de Atenas. Un hospital de niños y una casa de ancianos fueron evacuados. La policía y los testigos dijeron que decenas de casas resultaron gravemente dañadas, pero el cuerpo de bomberos rehusó entregar datos oficiales sobre los daños hasta que se hayan apagado las llamas. "La destrucción es enorme", exclamó Panagiotis Bitakos, alcalde subrogante de Aghios Stefanos, ante la televisión griega. "Permitieron que un fuego destruyera todo Atica".

Por su parte, la oposición critica duramente la actuación de las autoridades. "Nadie ha aprendido nada de los fuegos de 2007. Es un gran desastre y la coordinación no ha sido la mejor", lamentó el líder del partido ultraderechista LAOS, George Karatzaferis.

La imagen más emblemática de este fuego es la de las columnas de denso humo negro que surgen tras la colina en la que se encuentra el Partenón, símbolo de la capital griega. Esta fotografía da una idea de lo cerca que está el frente del fuego de Atenas. Los incendios forestales son frecuentes en Grecia durante el verano, provocados por las altas temperaturas, las sequías o de manera intencionada. Cientos de incendios se desatan en el sur de Europa en julio, destruyendo miles de hectáreas de bosque y consumiendo decenas de hogares.

El fuego cerca a Atenas