viernes. 29.03.2024
NUEVATRIBUNA.ES 16.01.2010

El Fondo Monetario Internacional nunca se ha caracterizado por sus escrúpulos. Es un prestamista inteligente al que no le gusta perder dinero, sino más bien hacérselos perder a los demás endeudando a los países con intereses sobrehumanos que superan por mucho al préstamo inicial.

También es sabido que la deuda externa de los países en desarrollo es una soga cada vez que intentan salir adelante. Pero el FMI nunca ha mostrado un atisbo de sensibilidad. Ni siquiera estos días, cuando Haití está devastado. Las imágenes de los miles de cadáveres amontonados, de las casas destruidas y la desesperación de los haitianos no le dice nada al FMI. Más bien su tragedia es una excusa más para engordar su cuenta.

Sin ningún tipo de pudor, el director general del organismo internacional, Dominique Strauss Kahn, ha anunciado su firme intención de "movilizar ayuda" para Haití "muy rápidamente", con el desbloqueo de 100 millones de dólares. Strauss Kahn dijo que el objetivo es "acompañar a Haití en la difícil tarea", y expresó su "profunda simpatía para con las víctimas".

Pero Kahn no habló de la letra pequeña de este ‘contrato’: esta suma de dinero será desbloqueada en forma de "facilidad ampliada de crédito". Es decir que los haitianos tendrán que devolverla con intereses. De este modo la deuda externa de este país pasaría a ser de más de 2.000 millones de dólares.

Hasta el momento la ONU no se ha pronunciado respecto a la aberración propuesta por el FMI. Naciones Unidas sólo ha hecho un balance de la tragedia tildándola de “catástrofe histórica”.

Elizabeth Byrs, portavoz de la oficina humanitaria de la ONU, OCHA, dijo que "nunca hemos tenido que hace frente a circunstancias similares. Nos encontramos con un país decapitado, sin estructuras políticas o gubernamentales en las que apoyarnos" para llevar a cabo las labores de ayuda y rescate.

La portavoz aseguró que ni siquiera en el "tsunami" que arrasó la isla indonesia de Sumatra y otros países del sudeste asiático en diciembre de 2004- y que causó más de 300.000 muertos- las circunstancias eran tan negativas.

"Incluso en Banda Aceh (la región de Indonesia sacudida por el tsunami había ciertas estructuras gubernamentales u oficiales en las que apoyarnos", subrayó la representante de OCHA.

EL 90% DE LOS EDIFICIOS DESTROZADOS

La ONU reveló que la enorme destrucción causada por el temblor no se ciñó sólo a Puerto Príncipe, sino que afectó a otras grandes ciudades al oeste de la capital, especialmente Leogane, donde "entre el 80 y el 90 por ciento de los edificios fueron dañados".

Entre 5.000 y 10.000 personas han muerto en esa localidad que contaba antes del seísmo con una población de 134.000 habitantes, según datos de la policía local citados por la portavoz.

SIN CIFRA DE FALLECIDOS

Según las cifras ofrecidas por el ministro haitiano de Salud, Alex Larsen, unas 50.000 personas han muerto y 250.000 resultaron heridas por el terremoto. Según las primeras estimaciones de la Dirección de Protección Civil, entre 750.000 y un millón de personas quedaron sin vivienda.

En los cuatro días transcurridos tras el seísmo, 27 equipos de búsqueda han trabajado para rescatar a personas bajo los escombros, con un total de 1.500 miembros y 115 perros especializados, y "han podido sacar vivas a 58 personas", dijo Byrs.

Pero las principales preocupaciones de la ONU siguen siendo "el transporte, las comunicaciones y la falta de gasolina".

"La gasolina se está acabando y faltan ambulancias para trasladar a los heridos. Se utilizan todos los medios alternativos posibles para llevarlos", agregó.

El FMI saca tajada del terremoto