nuevatribuna.es
9 de febrero de 2009, 12:13
AGENCIAS | 9.2.2009
La Policía australiana anunció este lunes que todas las zonas devastadas por los grandes incendios que están arrasando los estados de Victoria y Nueva Gales del Sur, en el sureste del país, serán considerados escenario de un crimen en caso de que se detenga a algún sospechoso de provocar el fuego.
Los muertos podrían llegar a 230
La oficial de Policía Christine Nixon explicó que actualmente tienen desplegado un equipo en el Valle de Gippsland, ya que las autoridades tienen pruebas de que fue provocado, según informa el diario 'The Australian'.
"Nuestros expertos en incendios y nuestros propios investigadores han sugerido que la forma en que ocurrió, lo rápido que ocurrió, es una buena prueba para creer que fue provocado", añadió.
A este respecto, el primer ministro australiano, Kevin Rudd, quien hoy permanece en el estado de Victoria visitando las zonas afectadas por los grandes incendios, opinó que provocar el fuego que ya ha causado la muerte de unas 130 personas y ha destruido más de 700 hogares no puede considerarse de otra manera que como un "crimen en masa".
Rudd recordó que Australia se había llegado a acostumbrar a los desastres que afectaban a compatriotas en el extranjero, como los atentados de Bali, que causó la muerte de más de 80 australianos, pero remarcó que ahora la tragedia ha impactado a gran escala en su propio territorio.
En el estado de Victoria continúan activos casi 30 incendios, según la emisora local ABC News. Rudd señaló que el Gobierno ya ha recibido propuestas de ayuda de los primeros ministros de Reino Unido y Nueva Zelanda. De este último país llegarán próximamente 100 bomberos para ayudar en las labores de extinción.
Por otro lado, la Policía advirtió hoy de que llevará semanas identificar a todas las víctimas de los incendios, que ya han aumentado hasta unas 130, aunque se espera que el balance siga subiendo. Decenas de forenses están trabajando en las zonas afectadas utilizando pruebas de ADN, informes médicos y fotografías para identificar los cadáveres.
Por todo ello, la Policía pidió la ayuda de los familiares que crean que han perdido a un ser querido. "Si tienen fotos, descripciones o cualquier cosa como joyería, y también si tienen informes", indicó. También si tienen una cicatriz o si les han operado alguna vez. "Cualquier información es de gran ayuda", añadió.
La Policía australiana anunció este lunes que todas las zonas devastadas por los grandes incendios que están arrasando los estados de Victoria y Nueva Gales del Sur, en el sureste del país, serán considerados escenario de un crimen en caso de que se detenga a algún sospechoso de provocar el fuego.
Los muertos podrían llegar a 230
La oficial de Policía Christine Nixon explicó que actualmente tienen desplegado un equipo en el Valle de Gippsland, ya que las autoridades tienen pruebas de que fue provocado, según informa el diario 'The Australian'.
"Nuestros expertos en incendios y nuestros propios investigadores han sugerido que la forma en que ocurrió, lo rápido que ocurrió, es una buena prueba para creer que fue provocado", añadió.
A este respecto, el primer ministro australiano, Kevin Rudd, quien hoy permanece en el estado de Victoria visitando las zonas afectadas por los grandes incendios, opinó que provocar el fuego que ya ha causado la muerte de unas 130 personas y ha destruido más de 700 hogares no puede considerarse de otra manera que como un "crimen en masa".
Rudd recordó que Australia se había llegado a acostumbrar a los desastres que afectaban a compatriotas en el extranjero, como los atentados de Bali, que causó la muerte de más de 80 australianos, pero remarcó que ahora la tragedia ha impactado a gran escala en su propio territorio.
En el estado de Victoria continúan activos casi 30 incendios, según la emisora local ABC News. Rudd señaló que el Gobierno ya ha recibido propuestas de ayuda de los primeros ministros de Reino Unido y Nueva Zelanda. De este último país llegarán próximamente 100 bomberos para ayudar en las labores de extinción.
Por otro lado, la Policía advirtió hoy de que llevará semanas identificar a todas las víctimas de los incendios, que ya han aumentado hasta unas 130, aunque se espera que el balance siga subiendo. Decenas de forenses están trabajando en las zonas afectadas utilizando pruebas de ADN, informes médicos y fotografías para identificar los cadáveres.
Por todo ello, la Policía pidió la ayuda de los familiares que crean que han perdido a un ser querido. "Si tienen fotos, descripciones o cualquier cosa como joyería, y también si tienen informes", indicó. También si tienen una cicatriz o si les han operado alguna vez. "Cualquier información es de gran ayuda", añadió.
