miércoles. 24.04.2024

El antes y después de la minería chilena: ¿Quién es el responsable?

AGNESE MARRA
Una semana después del trágico derrumbe que ha dejado bajo tierra a 33 mineros, el Gobierno se apresuró a cerrar 18 minas por falta de seguridad. La mina de San José ya había registrado varios incidentes pero las autoridades no hicieron nada. Empresarios y Gobierno se lavan las manos, pero ahora la seguridad vuelve a ser una prioridad en la mina.
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NUEVATRIBUNA.ES - 02.09.2010

Mientras los mineros ya cumplen 27 días bajo tierra , el Gobierno chileno y los dueños de la mina San José se lavan las manos ante cualquier responsabilidad. El trabajo post derrumbre a ojos de los chilenos se está haciendo lo mejor posible.

Una escavadora de 30 toneladas enviada desde Sudáfrica ya ha alcanzado los 30 metros de profundidad. Hay una buena comunicación entre los mineros y la superficie, están comiendo bien y el miércoles aterrizó personal de la NASA a la zona para implementar un sistema artificial que consigue crear un ambiente de luz día, luz noche dentro de la mina, una técnica con la que se pretende atender el aspecto psicológico de los 33 mineros atrapados.

Sin embargo ya nadie habla de responsabilidades. Tan sólo una semana después del derrumbe las autoridades chilenas cerraron 18 medianas y pequeñas minas por falta de seguridad y por carecer de un proyecto de explotación.

"Hay un antes y un después del derrumbe en la mina. Y ahora, como sector, estamos en el ojo del huracán. La seguridad siempre ha sido una prioridad, pero requerimos más recursos para mejorar lo que ya hemos avanzado en el tema", dijo Jorge Pavlevic, presidente de la Asociación Minera de Taltal, una región que tras el accidente, ha visto como el 70% de los pequeños productores recibieron notificaciones de cierre.

Una mina promedio con buena seguridad requiere una primera inversión de 20 millones de dólares, y según Pavlevic los créditos no son fáciles de conseguir. Por ello este empresario ha anunciado que pedirán apoyo a la Empresa Nacional de Minería (Enami) para crear un Fondo Nacional de Seguridad y Prevención de Riesgos, que contribuya a financiar medidas que les permitan seguir operando los yacimientos.

¿LA MINERA O EL GOBIERNO?

Pero todo estos son buenas intenciones para el futuro, el caso es que si echamos la vista a un mes atrás, el derrumbe de San José le costó la vida a cuatro mineros y tiene a otros 33 bajo tierra a la espera de poder salir con vida, como pronto estas Navidades.

Los dueños de la minera aseguran sentirse tranquilos, mantienen que la seguridad era buena, y que todo fue una “catástrofe natural”. La comisión de investigación comenzó hace una semana y los propietarios de la mina ya han pasado por el primer interrogatorio.

Las investigaciones son complejas porque las responsabilidades podrían caer tanto sobre el Gobierno, como sobre los empresarios. En 2007 la mina San José tuvo que ser cerrada. El ejecutivo les informó que sólo se reabriría si presentaban una serie de estudios geomecánicos para incrementar las medidas de seguridad, además de recomendarles que fortificaran las galerías.

En las declaraciones de ayer los empresarios respondieron que en 2008 ya habían efectuado los cambios requeridos, es más, aseguraron que el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) había participado en los informes geomecánicos y recordó que el 30 de mayo de 2008 fue Sernageomin quien permitió la reapertura.

Estas declaraciones dejan al ejecutivo chileno con la responsabilidad de haber mantenida abierta una mina que ya había sufrido varios incidentes. Durante la comisión, los parlamentarios chilenos negaron que se hubiera permitido la reapertura ya que leyendo los informes se ve claramente que no tenía buena seguridad.

Ahora el ejecutivo acusa a Alejandro Bohn –uno de los dueños de la mina San José- de haber presionado a las autoridades chilenas para permitir la reapertura. Los empresarios lo negaron todo. La respuesta no dejó conformes a los parlamentarios, quienes tampoco estuvieron muy oportunos sugiriendo que la minera podía haber ‘chantajeado’ a las autoridades, y que éstas podrían haber aceptado dicho chantaje.

SE DECLARAN EN QUIEBRA

El mismo día que se presentaban ante la comisión de investigación, la minera San Esteban, propietaria del yacimiento San José inició formalmente el proceso que puede derivar en la quiebra de la compañía.

Alejandro Bohn Berenguer, en representación de la firma que controla junto a Marcelo Kemeny , ingresó ayer un escrito en el 17 Juzgado Civil de la Corte de Apelaciones de Santiago, en que solicita realizar una Junta de Acreedores, a fin de que se designe a un experto, el cual "luego del estudio de los antecedentes legales, contables, económicos y financieros", determine la viabilidad de la compañía. El experto deberá proponer un convenio de pagos o, en caso contrario, iniciar la quiebra de la "Compañía Minera San Esteban Primera Sociedad Anónima".

A pesar de que pareciera que la quiebra podría tener que ver con no pagar las indemnizaciones pertinentes en el caso de que su empresa saliera como responsable del accidente, los dueños de la minera insistieron que iban a sumir sus responsabilidades económicas.

"Como compañía vamos a hacer todo lo posible para poner a disposición de nuestros trabajadores y acreedores todos los bienes que tiene disponible nuestra empresa para concurrir a ellos en todo lo que sea necesario", garantizó Bohn.

PIÑERA GANA POPULARIDAD

El Gobierno chileno en ningún momento se ha presentado como posible responsable de mantener una mina abierta que ya se había constatado que tenía problemas. Al contrario, el presidente chileno, Sebastián Piñera, después de escuchar decir a los dueños de la mina que “estaban tranquilos”, denunció que “no habrá impunidad tanto en lo penal como en lo civil” con los responsables del derrumbe.
Sus palabras y las tareas de organización que ha puesto en marcha para la liberación de los mineros, ha hecho que la popularidad del presidente subiera porcentajes que nunca había alcanzado. Según la consultora Adimark antes de la fecha de contacto con los mineros (22 de agosto) la aprobación de Piñera alcanzaba el 49%. Una vez producido el hallazgo con vida de los mineros, el respaldo hacia el mandatario se incrementa hasta un 65%.

La cifra de agosto representa el mejor nivel del Mandatario desde marzo pasado, cuando inició su gestión en La Moneda, y por primera vez –además- Piñera tiene una adhesión mayor que la lograda por el gobierno, que llega a un 55%. En tanto, un 36% desaprueba la gestión del Presidente mientras que un 37% desaprueba la gestión de gobierno en general.

Este jueves la máquina Raise Borer 950 ha vuelto a su trabajo y espera alcanzar otros 15 metros de profundidad. La prioridad es sacar a los mineros con vida y que el tiempo que les quede bajo tierra sea lo más digno posible. A finales de noviembre la comisión de investigación dará un primer veredicto, por ahora tanto el Gobierno como la minera se hacen los locos.

El antes y después de la minería chilena: ¿Quién es el responsable?