Un total de 69 personas han sido detenidas al término de la marcha convocada por los estudiantes en Santiago de Chile para exigir una educación pública, gratuita y de calidad y rechazar la propuesta del Gobierno de Sebastián Piñera de asumir la gestión de los créditos y de las becas para acceder a la enseñanza universitaria.
Según el balance ofrecido por la Intendencia Metropolitana y por Carabineros, 69 personas han sido detenidas en los disturbios que han comenzado a las 13.30 horas (18.30 horas en España) en los alrededores de la Estación Mapocho y que después se han extendido a los paseos Ahumada y Bulnes y a los campus universitarios.
Al parecer, los "encapuchados" han quemado una caseta de seguridad y han atacado a un equipo de Canal 13, liderado por la periodista María José Soto, que estaba cubriendo la noticia de la manifestación, según informa el diario 'El Mercurio'.
La intendenta metropolitana, Cecilia Pérez, ha atribuido los desmanes al "vandalismo de los encapuchados, a quienes nos les interesa cuidar Chile ni defender ideas". "Una vez más rechazo la acción de estos delincuentes", ha dicho.
"La actuación "responsable" de las organizaciones que convocaron la manifestación, algo que ha considerado "positivo", así como la "proporcionalidad" y "prudencia" de Carabineros."
A pesar de los altercados, Pérez ha destacado el "responsable liderazgo" de la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH), que ha convocado la manifestación, por "solicitar la autorización a la Intendencia Metropolitana en los plazos legales, respetar el recorrido acordado, instalar el escenario anunciado y finalizar la actividad en el horario comprometido".
En la misma línea, el portavoz gubernamental, Andrés Chadwick, ha destacado el carácter "pacífico" de la marcha estudiantil. "Una movilización en la que la violencia ha sido menor --o comparativamente menor respecto a otras movilizaciones--, nos deja a todos tranquilos y satisfechos", ha apuntado.
Así, ha destacado la actuación "responsable" de las organizaciones que convocaron la manifestación, algo que ha considerado "positivo", así como la "proporcionalidad" y "prudencia" de Carabineros.
LLAMAMIENTO AL DIÁLOGO
El objetivo de la manifestación era protestar contra la propuesta del Gobierno de trasladar la gestión de los créditos y becas para acceder a la enseñanza universitaria de la banca privada al Estado, con condiciones más favorables, al considerar que es una medida "insuficiente" para conseguir una educación pública, gratuita y de calidad.
El ministro del ramo, Harald Beyer, ha señalado que "las puertas del diálogo siempre estuvieron abiertas en el Ministerio de Educación", reprochando a los estudiantes su negativa a sentarse en la mesa de negaciones en estos meses.
"El segundo día como ministro de Educación (los estudiantes) vinieron para dejar una carta y estuve dispuesto a recibirlos pero no aceptaron la invitación. Ha habido otras instancias de diálogo a las que no han querido venir, por lo tanto, no es responsabilidad de este Ministerio", ha revelado.
Además, ha indicado que los estudiantes "están en su derecho a protestar", pero ha advertido de que la propuesta del Gobierno "es contundente". "Estamos balanceando las necesidades del país", ha subrayado, en declaraciones recogidas por el diario 'La Tercera'.
En concreto, Beyer ha señalado que está en contra de la gratuidad de la educación al considerar que "es una política injusta" porque permite que dos de cada diez "alumnos vulnerables" lleguen a la educación superior frente a los nueve de cada diez "alumnos adinerados" que lo consiguen.
"Con esta propuesta resolvemos los problemas de los alumnos más vulnerables. A ellos les vamos a entregar becas y al resto le vamos a dar créditos, además, no pagará más del diez por ciento de sus ingresos (para devolver el préstamo) y tras 180 meses la deuda será condonada", ha explicado.