viernes. 19.04.2024

Clinton apoya a Obama y se retira de la carrera por la presidencia en 2012

L.M.El Presidente de EEUU trata de convencer a los republicanos de que “no es una carrera entre partidos, sino entre América y el resto del mundo”. Los demócratas acusan a los conservadores de intentar favorecer a las grandes empresas. “Lo primero que aparece en su lista de cosas pendientes es devolver el poder a las grandes compañías de seguros sanitarios”.

NUEVATRIBUNA.ES – 05.11.2010

Hillary Clinton retiró hoy su nombre de la lista de posibles candidatos a la presidencia de Estados Unidos en 2012. Al renunciar a competir contra Obama, Clinton intentaba así despejar los rumores que han surgido tras la derrota del Partido Demócrata en las elecciones legislativas. Mientras tanto, los republicanos comienzan a administrar su victoria, que no se hará realidad hasta enero. El Grand Old Party confirmó hoy su intención de poner palos en la rueda de la reforma sanitaria emprendida por Obama.

El boicot republicano a la ampliación de derechos sanitarios pasa por “negar los fondos” que necesita la reforma para su desarrollo, según advirtió el líder republicano en el Senado, Match McConnel. Con todo, los republicanos tienen pocas posibilidades de éxito. Obama puede utilizar su capacidad para vetar cambios en la reforma.

Tras la derrota de Obama, el presidente trata de fijar ahora una agenda con los republicanos, henchidos tras hacerse con la mayoría en la Cámara de Representantes. Parar ello, Obama implora que esto “no es una carrera entre partidos, sino entre América y el resto del mundo”. Con esta apelación al patriotismo, el presidente norteamericano intenta forzar un compromiso de los republicanos en materia económica y en concreto, en asuntos relacionados con el comercio exterior, la creación de empleo y el sector de energías renovables.

En la derrota demócrata ha jugado un papel esencial el Tea Party un movimiento que ha irrumpido con fuerza en la política norteamericana, con un mensaje sencillo: menos impuestos y menos Gobierno. “No entiendo que eso sea extrema derecha”, afirma Jorge Moragas, responsable de política internacional del PP. Moragas enmarca, sin embargo, la derrota de Obama dentro de la situación de crisis económica. “Lo cierto es que una tasa de paro del 9,6 por ciento y crecer sólo al 2 por ciento parece que tiene un coste político”, ha afirmado. La misma opinión comparte la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, quien, sin embargo, matiza que “no es menos cierto” que Obama “ha creído en el keynesianismo, es decir, poner dinero público para reactivar la economía, y el resultado ha sido todo los contrario”, ha afirmado la presidenta madrileña. “Se ha equivocado de medio a medio. Ha creído que la crisis la iba a poder embridar incrementando el gasto público y subiendo los impuestos, y eso los americanos no lo llevan con paz”, ha afirmado la líder madrileña del Partido Popular.

Una visión muy distinta tiene el vicepresidente tercero del Gobierno español, Manuel Chaves. Según el político andaluz, Obama ha sido víctima de una “ofensiva” sin precedentes lanzada por los sectores conservadores del Tea Party. “Se le ha acusado de musulmán, de que ni siquiera es norteamericano, de que es comunista”, afirma tras rememorar los años de la Caza de Brujas que promovió en los años 40 y 50 del pasado siglo el senador norteamericano McCarthy. Chaves detecta además la “inseguridad” surgida en el pueblo norteamericano al ver “en peligro su papel hegemónico” por la ascensión de los países emergentes.

NO PODRÁ GOBERNAR SIN LA IZQUIERDA

Otra visión sostiene el economista español Vicenç Navarro, para quien la derrota del líder norteamericano se debe a sus propias decisiones. Algunos errores de Obama han terminado por despertar el antagonismo de algunos sectores de la izquierda norteamericana, afirma en un artículo publicado en este periódico. Para Navarro, Obama falló en primer lugar al elegir los componentes de su equipo, entre ellos a Rahm Emanuel al que Navarro tilda de “bestia negra de las izquierdas”. Además, según el economista, el líder de EEUU olvidó, en segundo lugar, su compromiso por favorecer la sindicalización de los trabajadores. Por último, obvió, al acometer la reforma sanitaria, las propuestas lanzadas desde la izquierda, asegura este economista. En su opinión, los demócratas en Estados Ufnidos “no pueden ganar con sólo el apoyo de las izquierdas”, aunque tampoco “pueden ganar sin tal apoyo”.

Por su parte, Obama ha admitido que “la gente está frustrada con el ritmo de la recuperación económica”. Además, justificó otras políticas que fueron objeto de ataques por parte del Tea Party. “Entiendo que la gente haya terminado creyendo que el Gobierno es más intrusista de lo que lo era en un principio. Creímos que era necesario”, afirmó. 

Respecto a la citada ofensiva contra la reforma sanitaria, los demócratas acusaron hoy a los republicanos de primar los intereses de las grandes compañías sobre el bienestar de los ciudadanos. “Es significativo que lo primero que aparece en su lista de cosas pendientes es devolverle el poder a las grandes compañías de seguros sanitarios”, apuntó hoy Jim Manley, portavoz del líder demócrata en el Senado Harry Reid.

Clinton apoya a Obama y se retira de la carrera por la presidencia en 2012