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25 de diciembre de 2009, 8:16
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 25.12.2009
Liu Xiaobo, el disidente más conocido de China, fue condenado este viernes a once años de cárcel por hacer campaña a favor de libertades políticas, una condena que ha ya sido criticada por los grupos de defensa de los Derechos Humanos y Washington.
El disidente permaneció tranquilo en pie en el tribunal de Pekín mientras el juez le declaraba culpable de "incitar a la subversión del poder de Estado" por su papel en la solicitud y por escribir declaraciones en internet críticos con el gobernante Partido Comunista chino, según explicó su abogado, Shang Baojun. Liu no estaba autorizado a responder en el tribunal a la sentencia. "Xiaobo y yo estuvimos muy tranquilos cuando se leyó el veredicto. Estábamos preparados mentalmente para que recibiera una pena larga", señaló su mujer, Liu Xia, que también estuvo presente en la sala. "Luego nos permitieron estar diez minutos juntos y me dijo que apelará, aunque sus opciones de éxito son escasas", afirmó.
El veredicto, que la mujer de Liu mostró a un reportero de Reuters, se centra en su papel en organizar la 'Carta 08'. Liu "tenía el objetivo de subvertir nuestra dictadura democrática popular y nuestro sistema socialista", reza la sentencia. "Los efectos fueron malignos y es un importante criminal", añade.
Según informa la agencia oficial Xinhua, Liu fue condenado a once años de cárcel por incitar a actividades de agitación para subvertir el Gobierno y también fue privado de sus derechos políticos durante dos años. El veredicto, según la agencia, asegura que el tribunal de Pekín ha acatado estrictamente los procedimientos legales en el caso y ha protegido plenamente los derechos de litigio de Liu.
En este sentido, afirma que el juicio estuvo abierto al público --en realidad no se permitió ni a diplomáticos occidentales ni a periodistas extranjeros estar presentes-- y el acusado estuvo defendido por dos abogados. Asimismo, señala que sus familiares también estuvieron presentes, pese a que la mujer de Liu no pudo estar presente en el juicio el miércoles.
Liu ha sido uno de los críticos más combatimos al régimen chino. Su caso ha atraído la atención de los gobiernos occidentales y los activistas de Derechos Humanos tanto en el país como en el extranjero.
Las primeras reacciones a la condena ya se han producido. China "ve a Liu Xiaobo como una figura representativa y creo que pueden asustar a otros y silenciarlos con una sentencia tan dura", opinó el escritor y activista cristiano Yu Jie y añadió que "si Liu puede ser condenado por sus escritos, entonces muchos de más de nosotros también podemos ser condenados".
Por su parte, un diplomático estadounidense que acudió a la puerta del tribunal --las autoridades habían prohíbido la entrada a diplomáticos-- este viernes reconoció que Washington está "profundamente preocupado". "Seguimos pidiendo al Gobierno chino que le libere inmediatamente y que respete los derechos de todos los chinos a expresar pacíficamente sus opiniones políticas a favor de las libertades fundamentales universalmente reconocidas", afirmó.
La sentencia también ha sido condenada por organizaciones como Amnistía Internacional o Human Rights Watch.
Liu Xiaobo, el disidente más conocido de China, fue condenado este viernes a once años de cárcel por hacer campaña a favor de libertades políticas, una condena que ha ya sido criticada por los grupos de defensa de los Derechos Humanos y Washington.
El disidente permaneció tranquilo en pie en el tribunal de Pekín mientras el juez le declaraba culpable de "incitar a la subversión del poder de Estado" por su papel en la solicitud y por escribir declaraciones en internet críticos con el gobernante Partido Comunista chino, según explicó su abogado, Shang Baojun. Liu no estaba autorizado a responder en el tribunal a la sentencia. "Xiaobo y yo estuvimos muy tranquilos cuando se leyó el veredicto. Estábamos preparados mentalmente para que recibiera una pena larga", señaló su mujer, Liu Xia, que también estuvo presente en la sala. "Luego nos permitieron estar diez minutos juntos y me dijo que apelará, aunque sus opciones de éxito son escasas", afirmó.
El veredicto, que la mujer de Liu mostró a un reportero de Reuters, se centra en su papel en organizar la 'Carta 08'. Liu "tenía el objetivo de subvertir nuestra dictadura democrática popular y nuestro sistema socialista", reza la sentencia. "Los efectos fueron malignos y es un importante criminal", añade.
Según informa la agencia oficial Xinhua, Liu fue condenado a once años de cárcel por incitar a actividades de agitación para subvertir el Gobierno y también fue privado de sus derechos políticos durante dos años. El veredicto, según la agencia, asegura que el tribunal de Pekín ha acatado estrictamente los procedimientos legales en el caso y ha protegido plenamente los derechos de litigio de Liu.
En este sentido, afirma que el juicio estuvo abierto al público --en realidad no se permitió ni a diplomáticos occidentales ni a periodistas extranjeros estar presentes-- y el acusado estuvo defendido por dos abogados. Asimismo, señala que sus familiares también estuvieron presentes, pese a que la mujer de Liu no pudo estar presente en el juicio el miércoles.
Liu ha sido uno de los críticos más combatimos al régimen chino. Su caso ha atraído la atención de los gobiernos occidentales y los activistas de Derechos Humanos tanto en el país como en el extranjero.
Las primeras reacciones a la condena ya se han producido. China "ve a Liu Xiaobo como una figura representativa y creo que pueden asustar a otros y silenciarlos con una sentencia tan dura", opinó el escritor y activista cristiano Yu Jie y añadió que "si Liu puede ser condenado por sus escritos, entonces muchos de más de nosotros también podemos ser condenados".
Por su parte, un diplomático estadounidense que acudió a la puerta del tribunal --las autoridades habían prohíbido la entrada a diplomáticos-- este viernes reconoció que Washington está "profundamente preocupado". "Seguimos pidiendo al Gobierno chino que le libere inmediatamente y que respete los derechos de todos los chinos a expresar pacíficamente sus opiniones políticas a favor de las libertades fundamentales universalmente reconocidas", afirmó.
La sentencia también ha sido condenada por organizaciones como Amnistía Internacional o Human Rights Watch.
