El Estado de Carolina del Norte se quiere sumar a las legislaciones preventivas de los Estados de Maine y Arizona de las que ya había informado Nuevatribuna.es para caso de desencadenarse una tormenta solar extrema o de un ataque terrorista a gran escala mediante EMP que pudiese colapsar las infraestructuras eléctricas y servicios de dicha región.
Así, con el nombre de "H.R.2244" se está tramitando en estos momentos una ley estatal de dicha región por la cual las autoridades estatales deberán "en el plazo máximo de un año a partir de su aprobación" realizar los preparativos para crear una "Reserva estratégica de Transformadores", "en número suficiente para cubrir las necesidades energéticas" del Estado y que debidamente almacenados, protegidos y conservados deberán ser adecuadamente emplazados en localizaciones estratégicas de Carolina del Norte que permitan su rápido despliegue en un post evento catastrófico para poder sustituir rápidamente aquellos transformadores que hayan podido resultar dañados en una gran catástrofe solar ("geomagnetic disturbance"), un ataque por pulso electromagnético ("EMP") contra los Estados Unidos y otras causas.
La nueva ley estatal que parece cuidar todos los aspectos exige también que las autoridades estudien y preparen adecuadamente los medios adecuados para su transporte y efectivo despliegue y puesta en marcha (grandes camiones, combustible, etc.) de estos grandes transformadores en caso de producirse tan terrible evento, y que de deberán estar igualmente previstos en el dispositivo preventivo.
El texto de dicha ley en tramitación desde el pasado 8 de mayo en el Parlamento de Carolina del Norte puede leerse íntegro en la web del Congreso norteamericano.
Desde el Observatorio del Clima Espacial de la Asociación Española de Protección Civil para el Clima Espacial el EMP y los Fenómenos Black Swan (AEPCCE) han querido destacar la inversión que todo ello supondrá (prácticamente duplicar los transformadores actualmente en uso en Carolina del Norte, cada uno de los cuales de elevado precio), así como el sentido estratégico que esta novedosa fórmula preventiva aporta: "los grandes transformadores son piezas muy costosas y que requiere un enorme trabajo de precisión, incluso en las actuales condiciones industriales, no digamos en un post evento. Tener preparada toda una remesa de estos para poder sustituir los que quedarían dañados en caso de repetición de un Carrington o peor puede ser una medida clave, incluso, probablemente, sea la única. Una Reserva Estratégica de Transformadores puede acabar siendo intervenida, en todo o en parte, desde Washington en virtud de necesidades estratégicas superiores de la nación, y, acaso, no fuese finalmente e la propia Carolina del Norte donde tales transformadores pudiesen quedar desplegados. Por supuesto en España no tenemos nada de eso, y ni si quiera tenemos noticia de que lo tenga Alemania que sí que ha comenzado a trabajar en esa misma idea de "Reserva Estratégica" desplegada en distintos emplazamientos para caso de gran catástrofe sobrevenida, pero en su caso es una reserva estratégica de alimentos de primera necesidad", concluyen.