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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 11.5.2010

El anuncio se ha producido en una emotiva declaración, que Brown ha realizado junto a su esposa Sarah, frente al número 10 de Downing Street, residencia del primer ministro británico. Después, se ha trasladado al palacio de Buckingham para reunirse con la reina Isabel, trámite necesario antes de invitar al líder "tory" a "intentar formar Gobierno", algo en lo que trabajaron durante toda la jornada las comisiones negociadoras del Partido Conservador y el Partido Liberal Demócrata.

Terminan así casi tres años de Brown como jefe del Gobierno y 13 años de Ejecutivos laboristas en Londres, desde que Tony Blair ganó las elecciones al conservador John Major en 1997.

Con la voz quebrada, Gordon Brown se ha despedido con un agradecimiento especial a su esposa Sarah y a sus más directos colaboradores. En su declaración, ha manifestado que ha sido "un privilegio servir" como primer ministro durante este tiempo, ha expresado sus mejores deseos para su sucesor en el puesto y ha añadido que su dimisión como líder del Partido Laborista también tendrá efectos inmediatos.

Según fuentes cercanas a Brown citadas por la agencia Press Association (PA), su intención ahora es retirarse de la política y por lo tanto renunciará a su acta como parlamentario obtenida en las elecciones del pasado jueves. Brown, de hecho, se ha referido al cargo de primer ministro como "el segundo trabajo más importante que podría tener" y ha afirmado que su marcha le va a permitir "apreciar incluso más el primer trabajo más importante que podría tener, como esposo y como padre".

Este escocés de 59 años ha pasado la mitad de su vida metido en política y ha vivido en Downing Street durante los últimos 13 años, una década como ministro de Economía en el número 11 de la calle y los otros tres como primer ministro en el número 10. Los tres años como primer ministro han sido muy turbulentos, con la peor crisis económica desde la II Guerra Mundial y el rechazo que su gestión generó incluso dentro de su partido, pero Brown los ha definido como un "privilegio": "Sí, me encantó el trabajo (...), no por su prestigio, los títulos y la ceremonia, que no me gustaron nada, sino por su potencial para hacer de este país que amo, un país más tolerante, más verde, más democrático, más próspero y más justo".

Ha aprovechado para reivindicar su tarea como primer ministro en un entorno económico muy difícil y ha subrayado que siempre ha querido hacer "lo mejor en el interés del Reino Unido, de sus valores y de su gente". Su declaración ha terminado con un recuerdo para el sacrificio de las fuerzas armadas y de sus familias y con un: "gracias y adiós". A continuación, se ha girado hacia la puerta para unirse a Sarah y sus hijos John y Fraser, y alejarse caminando del 10 de Downing Street.

Su marcha deja el paso franco a Cameron para que se pueda mudar hoy mismo a la residencia oficial del primer ministro, una vez que se confirme oficialmente que su partido y los liberaldemócratas tienen un acuerdo para la formación de un nuevo Gobierno. Cameron, de 43 años, será el primer ministro británico más joven desde que Lord Liverpool accedió al cargo en 1812.

Brown dimite como primer ministro