viernes. 26.04.2024

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha presentado este sábado su dimisión al frente del Gobierno italiano, un cargo que ha ostentado en tres ocasiones desde su primera llegada al poder en 1994. Lo hace tras una de las semanas más convulsas que se recuerdan en la economía italiana, castigado por una subida insostenible por encima de los 500 puntos de la prima de riesgo en su deuda después de que 'Il Cavaliere' perdiera la confianza de la Cámara de los Diputados, la misma que hoy aprobado las medidas de austeridad dictadas por la Unión Europea.

Tras una reunión de despedida con su Gabinete, Berlusconi se dirigió al Palacio del Quirinale en torno a las 20.30 horas para entregar su dimisión al presidente Giorgio Napolitano, como paso previo a la configuración de un Gobierno de tecnócratas dirigido con toda probabilidad por el excomisario europeo Mario Monti, y que aplicará las medidas aprobadas hoy, entre ellas un aumento del IVA en un punto porcentual --del 20 al 21%--, el retraso de la edad de jubilación y recortes laborales masivos. 

Berlusconi, de 75 años de edad y dueño de un imperio económico que le ha convertido en uno de los hombres más ricos del mundo, dimite tras agotar sus opciones y abandonado por algunos de sus más estrechos aliados. Deja un país con una deuda pública que supera los 1,9 billones de euros. 

El populismo que le ha caracterizado y la devoción de las bases de su partido le han mantenido en el poder ante escándalos sexuales y financieros prácticamente inauditos para un dirigente de un país europeo, pero con su dimisión Berlusconi se enfrentará sin ningún tipo de inmunidad a los procesos judiciales que tiene pendientes, entre ellos uno relacionado con prostitución y otro de abuso de poder. 

La crisis ha acabado con Berlusconi, un político que ha puesto a prueba el grado de indulgencia política de los italianos. "Al menos hasta que nos tocan las cuentas corrientes", afirma el economista Massimo Franco al 'Washington Post'. "Por desgracia para Berlusconi", lamenta, "me temo que se le recordará por prostitutas y dinero. Y por prometer el sueño de una Italia mejor, que nunca se hizo realidad".

"ME DUELE PROFUNDAMENTE"

Decenas de miles de personas se han ido congregando a lo largo de la tarde en torno al Palacio de la Presidencia de la República, el Quirinale y la sede del Ejecutivo, el Palacio Chigi, esperando la dimisión de Berlusconi.

Entre la multitud se encontraban numerosos opositores que han gritado "¡Dimisión, dimisión!", "Payaso" y "A la cárcel" al primer ministro delante de la sede del Ejecutivo, donde el 'Cavaliere' se ha reunido con su gabinete y con sus socios de la Liga Norte.

Al término de la reunión, y en lo que eran sus últimas declaraciones como primer ministro, Berlusconi no pudo ocultar su tristeza por la forma en la que abandona el poder. "Es algo que me ha dolido profundamente", declaró, no sin antes haber prometido a sus aliados que "nos podremos quitar la espina cuando queramos".

Poco después, Berlusconi hacía acto de presencia en la atestada plaza que daba entrada al Qurinale, donde miles de personas fueron testigos de los últimos minutos de 'Il Cavaliere' como jefe de Gobierno. Algunos de los presentes cantaban el 'Aleluya' de Haendel, como expresión de alivio ante su partida.

SUPERVIVIENTE POLÍTICO

Berlusconi será recordado como un superviviente político. Ha salvado medio centenar de mociones de confianza a lo largo de su carrera política, y sus rivales han pedido tantas veces su dimisión que ha terminado bromeando sobre ello. "Me dicen que me vaya a mi casa pero no sé a cuál: tengo veinte", declaró el año pasado.

Los sucesivos escándalos le han costado el divorcio con su segunda esposa, Veronica Lario, que anunció su separación en mayo de 2009 por la relación entre Berlusconi y la adolescente napolitana Noemi Letizia, que recibió de 'Il Cavaliere' un collar de 7.000 euros por su cumpleaños. Era el prolegómeno de las imágenes difundidas en todo el mundo sobre sus opulentas fiestas celebradas en su residencia de Cerdeña, Villa Certosa.

Berlusconi ha aguantado en el poder para preparar los cuatro procesos judiciales que tiene pendientes: el 'caso Mills' por soborno en un proceso judicial, el 'caso Mediaset' por fraude fiscal, el 'caso Unipol' por revelación de secretos de oficio y el 'caso Ruby' por prostitución de menores y abuso de poder.

A pesar de su instinto de autoprotección, estos aconteceres han ido erosionando la imagen de Berlusconi, cuyo margen de maniobra en el terreno de la política también se vio reducido en los últimos meses, con ejemplos como la ruptura en agosto de 2010 con Gianfranco Fini, presidente de la Cámara de Diputados y cofundador del Partido de las Libertad (PDL). "Están fuera", dijo tajante Berlusconi en la rueda de prensa en la que anunció la expulsión de Fini y sus seguidores --los "finianos"-- de las filas del PDL.

Ahora, privado de inmunidad, el mandatario tendrá que presentarse como un ciudadano normal ante los mismos fiscales de los que, durante su mandato, acusó de intentar "meterse en política".

EL FUTURO

Por su parte, Napolitano se reunirá mañana con las fuerzas políticas y sociales para crear un Gobierno de emergencia liderado por el excomisario europeo, Mario Monti, que tendrá el encargo de sacar a Italia de la crisis y aplicar las reformas económicas exigidas por la Unión Europea.

El Presidente de la República está decidido a nombrar como primer ministro a Monti, quien ya es favorito para gobernar el país, después de que Berlusconi haya dado el visto bueno al excomisario. No obstante, el 'Cavaliere' se ha asegurado que su subsecretario de Presidencia, Gianni Letta forme parte del nuevo Gobierno.

Entre otros nombres que baraja Monti estarían el profesor de Economía de la Universidad Bocconi, Guido Tabellini, como ministro de Economía, el también profesor de Economía y exeurodiputado Carlo Secchi, al frente del Ministerio de Desarrollo, y el rector de la Universidad Católica de Milán Lorenzo Ornaghi como ministro de Educación.

Además, Monti estaría valorando nombrar también al jurista Cesare Mirabelli como ministro de Justicia y al jurista Enzo Moavero como subsecretario a la presidencia del Consejo de ministros, según han asegurado fuentes informadas a la agencia italiana Agi.

EL GOLPE DE LOS MERCADOS

Pero en última instancia, "está claro que los mercados han triunfado donde ni el electorado, ni los medios, ni la oposición ni los intelectuales han podido", escribía el novelista y reportero Roberto Saviano para el diario 'The Guardian', quien no deja de considerar "irónico" que haya sido la economía quien haya conseguido derribar finalmente a un hombre "que siempre se ha considerado un campeón de los números. Derrotado, según el escritor de 'Gomorra', "en el único terreno que consideraba su elemento: el mercado".

Saviano acusó a Berlusconi de gobernar en su propio beneficio. "No ha aprobado ni una sola ley para Italia. Solo para él", acusa el escritor, quien define la estancia en el poder de 'Il Cavaliere' como un ejemplo de "inmovilismo" político. "No ha hecho nada por el bien del país en 20 años. Ni una sola de las reformas que ha prometido desde 1994 ha sido aplicada".

Berlusconi dimite ante Napolitano