viernes. 26.04.2024

El gobernador de la provincia afgana de Balj, Ata Mohamad Noor, ha denunciado que los autores del ataque contra trabajadores de la Misión de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) ocurrido este viernes en Mazar-i-Sharif se sirvieron de las personas que se manifestaban contra la quema del Corán en Estados Unidos para ocultarse.

Según el balance actualizado proporcionado por Noor, finalmente son siete las víctimas extranjeras entre la plantilla de la ONU. El portavoz policial Lal Mohammad Ahmadzai ha explicado que dos de estos fallecidos han sido decapitados. Además, han perdido la vida cinco civiles afganos y otros 20 han resultado heridos, añade Noor.

De confirmarse el balance de víctimas, se trataría del ataque más grave contra la ONU en Afganistán y superaría al registrado en octubre de 2009, cuando murieron cinco trabajadores de la organización internacional.

Naciones Unidas no ha confirmado la nacionalidad de las víctimas extranjeras, aunque fuentes policiales han apuntado a que serían sueca, rumana y noruega. El enviado de la ONU en Afganistán, Staffan de Mistura, se ha desplazado a Mazar-i-Sharif para supervisar personalmente la situación.

La violencia comenzó tras los rezos del viernes, en el marco de una manifestación que reunió a alrededor de un millar de personas y convocada contra la reciente quema de un Corán en Estados Unidos. La Policía disparó al aire en un fallido intento por controlar a la multitud.

Miles de personas han marchado en Herat y unas 200 se han concentrado en Kabul para protestar contra los mismos hechos, aunque en ambos casos sin que se produjesen incidentes.

El pastor cristiano estadounidense Terry Jones, que saltó a la fama por planear la quema de coranes coincidiendo con el aniversario del 11-S, acudió el pasado domingo a la quema del libro sagrado musulmán en una iglesia de Florida. La iniciativa, en la que participó medio centenar de personas, ha vuelto a desatar la ira de parte del mundo islámico.

Asesinan a siete trabajadores de la ONU en Afganistán