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NUEVATRIBUNA.ES - 2.9.2009

El presidente Barack Obama debe dar el primer paso para levantar el embargo de Estados Unidos contra Cuba, y para ello debe optar por no renovar las sanciones impuestas contra la isla en virtud de la Ley de Comercio con el Enemigo. Así lo ha manifestado hoy Amnistía Internacional, a menos de dos semanas de la renovación de sanciones en virtud de la Ley.

El llamamiento de Amnistía Internacional forma parte de un informe publicado hoy que examina el impacto del embargo económico de Estados Unidos contra Cuba. El informe, titulado El embargo estadounidense contra Cuba: su impacto en los derechos económicos y sociales, concluye que las sanciones -impuestas por Estados Unidos en 1962- afectan en especial al acceso de la población cubana a las medicinas y las tecnologías médicas y pone en peligro la salud de millones de personas.

"Esta es la oportunidad perfecta para que el presidente Obama se distancie de las políticas fallidas del pasado y transmita al Congreso estadounidense un enérgico mensaje sobre la necesidad de terminar con el embargo", ha manifestado Irene Khan, secretaria general de AI. "El embargo estadounidense contra Cuba es inmoral y debe levantarse. [...] Está impidiendo a millones de cubanos beneficiarse de medicinas y equipo médico esenciales para su salud", ha denunciado.

LA SALUD DE LOS CUBANOS, AMENAZADA POR EL EMBARGO

Los productos patentados en EEUU o que contengan más de un 20 por ciento de piezas o componentes fabricados en el país presidido por Barack Obama no pueden exportarse a Cuba, aunque se fabriquen en terceros países.

Según datos de Naciones Unidas, la imposibilidad de Cuba de importar productos nutricionales para su consumo en escuelas, hospitales y centros de atención diaria contribuye a que se den unos altos índices de anemia por deficiencia de hierro. Según UNICEF, en 2007 este problema afectaba al 37,5 por ciento de los menores de tres años en Cuba.

La salud de los niños peligra también, según AI, por la decisión de unos suministradores estadounidenses de cancelar un pedido de tres millones de jeringas desechables realizado en 2007 por la Alianza Global por la Vacunación y la Inmunización (GAVI) -uno de cuyos socios es UNICEF- cuando se supo que las unidades estaban destinadas a la aplicación de un programa en Cuba.

Estas situaciones y otras similares -ha subrayado la organización de defensa de los derechos humanos- han afectado a la puesta en práctica de programas de la ONU para prevenir y combatir el VIH en la isla.

"Aunque la responsabilidad de proporcionar una atención médica adecuada recae principalmente en las autoridades cubanas, los gobiernos que imponen sanciones como, por ejemplo, el embargo deben prestar especial atención a las repercusiones que esas sanciones pueden tener en la población del país al que se imponen", ha recordado Irene Khan.

Amnistía Internacional exige a Obama el fin del embargo a Cuba