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NUEVATRIBUNA.ES - 07.04.2009

Después de una semana de cumbres, saludos y muchas fotos al lado de Obama, finaliza hoy el II encuentro de la Alianza de las Civilizaciones celebrada en Estambul. La recepción turca ha sido halagada y la asistencia de Obama a este encuentro se ha entendido como un gran triunfo.

Pero más allá del espíritu conciliador de dicha Alianza y de sus necesidades de encontrar socios como la OTAN, el papel de Turquía y sus posibilidades ante una futura entrada en la Unión Europea han sido el debate de fondo. Los gestos, las palabras medidas y políticamente correctas del nuevo presidente estadounidense han desatado los miedos de países como Francia y Alemania.

Tal y como sucedió al inicio del G-20, se han formado dos bandos claramente diferenciados. Los equipos son los mismos pero el tema a debatir es bien distinto. Estados Unidos y el Reino Unido han dejado muy claro su interés y apoyo porque Turquía de el paso definitivo en la Unión Europea. Mientras Alemania y Francia se oponen drásticamente.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, hace sus deberes y se esfuerza por cumplir todos los puntos que le exigen desde la UE. Todavía son insuficientes y hasta sus aliados se los recuerdan, aunque con mucho más paciencia y delicadeza que los galos o los germanos. Cada uno apuesta por su propio interés, algo más que habitual en lo que a política internacional (y a otras) se refiere.

“UN CRUCIAL ALIADO”

Barack Obama dejó claro que para Estados Unidos Turquía es “un puente y un crucial aliado” entre Occidente y el mundo islámico: “Estados Unidos y Turquía creemos en el respeto a las religiones y a la libertad. Juntos podemos tener un gran impacto entre Oriente y Occidente”, dijo el presidente estadounidense tras acudir a la recepción de la Alianza de las Civilizaciones.

La estrella de la semana (Obama) aprovechó para anunciar la nueva actitud estadounidense frente al mundo islámico, dejando claro que EEUU no se opone al islamismo sino a Al Qaeda, a la que tildó de “ideología marginal que todo el mundo rechaza”. Obama aseguró: “Seremos respetuosos incluso cuando no estemos de acuerdo”. A su nuevo ‘aliado’ le aconsejó que continuara con las reformas políticas que se requieren para constituir una plena democracia y poder entrar en la UE, “incluido el respeto a las minorías”, dijo haciendo alusión al problema kurdo en Turquía. En relación a la matanza de un millón y medio de armenios de manos de los turcos, que se remonta a 1915, pero que ha tenido brutales consecuencias entre ambos países, Obama, que en otras ocasiones lo había calificado de “genocidio”, en este viaje sacó su savoir faire y lo recordó como: “los terribles sucesos de 1915”.


”LOS PAÍSES MIEMBROS DEBEN DECIDIR”

La respuesta de Sarkozy frente a las sugerencias de Obama de incluir a Turquía en el grupo de los 27 fue inmediata: "Trabajo codo a codo con el presidente Obama pero tratándose de la Unión europea, son los países miembros de la Unión los que deben decidir".

Francia mantiene su clara oposición y recuerda la ocupación del ejército turco en el norte de Chipre desde 1974: “Chipre es aún el principal escollo de Turquía en su camino a la UE”, advirtió Hug Pone, analista del internacional Crisis Group en Estambul.

"Siempre me he opuesto a esa adhesión y lo sigo estando. Creo poder decir que una inmensa mayoría de los Estados miembros (de la UE) tienen la posición de Francia", dijo Sarkozy, para después añadir: "Turquía es un gran aliado de Europa y aliado de Estados Unidos. Debe seguir siendo un socio privilegiado pero mi posición no ha cambiado”.

Angela Merkel apoya al líder galo. La canciller alemana rechaza la adhesión de Turquía a la UE, sobre todo por temor a un aumento de la inmigración turca en Alemania que creen supondría una carga para el país y un incremento de la influencia islámica dentro la UE. Sin embargo, tras el inicio formal de las negociaciones entre la UE y Turquía y una vez en el gobierno, Merkel se ha comprometido a respetar los compromisos adquiridos por las instituciones de la Unión.

ESPAÑA ¿MEDIADOR?

La entrada de Turquía en la UE no parece que sea inmediata. El problema kurdo, la invasión en Chipre y problemas culturales como la igualdad de género son los puntos más débiles del país turco.

El Gobierno de Ankara trata de mostrar una imagen de mayor dinamismo frente a Bruselas, pero todavía le quedan muchos obstáculos que superar. Estados Unidos y Reino Unido están de su lado, pero tiene dos pesos pesados como Alemania y Francia que se oponen rotundamente.

España hasta ahora apoya la entrada de Turquía en la UE. El presidente José Luis Rodríguez Zapatero fue junto a Turquía quien promovió la cita que concluye hoy: el segundo encuentro de la Alianza de las Civilizaciones celebrada en Estambul. Algunos analistas apuntan el papel de Zapatero como posible mediador entre la Vieja Europa y el nuevo Oriente. Los milagros no existen y a Erdogan le queda mucho por hacer.

Alianza de las Civilizaciones o el largo camino de Turquía hacia la UE