Al menos 94 niños han muerto y otros 240 han resultado heridos como consecuencia de la represión con la que el régimen del presidente Alí Abdulá al Salé ha respondido a las protestas en su contra desde principios de año y a los enfrentamientos que se han producido entre fuerzas gubernamentales y soldados partidarios de los manifestantes, ha denunciado el director ejecutivo del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), Anthony Lake.
La agencia de la ONU dice tener información confirmada de la muerte de al menos dos menores esta misma semana, "una niña de 7 años que murió por esquirlas en Saná el 2 de octubre, y un niño de 13 años que falleció del mismo modo el 4 de octubre", ha precisado.
"Los niños de Yemen deberían estar ocupados volviendo a la escuela en estos momentos del año. En lugar de ello, se enfrentan a hombres armados en lugar de profesores, a balas en lugar de a libros", ha lamentado Lake, subrayando que "el país se está hundiendo cada vez más en una crisis humanitaria".
Según el responsable de UNICEF, la tasa de malnutrición entre los niños, que ya era muy elevada antes de los últimos acontecimientos, ha aumentado. "De los 3,6 millones de niños menores de cinco años en Yemen, al menos el 43 por ciento están por debajo de su peso y el 58 por ciento están raquíticos", ha explicado.
"El pueblo de Yemen necesita nuestra atención y ayuda ahora, no hay tiempo que perder", ha advertido Lake, al tiempo que en nombre de UNICEF ha pedido la "protección urgente de mujeres y niños y la vuelta a la vida normal para que los niños puedan al menos ir a clase en paz".
