viernes. 19.04.2024

AI pide a la UE que detengan la repatriación de gitanos a Kosovo

Amnistía Internacional pide a los países de la UE que detengan las repatriaciones de gitanos y miembros de otras minorías étnicas a Kosovo. “Los países de la UE se exponen a infringir el derecho internacional al enviar a personas de regreso a lugares donde corren el riego de sufrir persecución y otros daños”, asegura Sian Jones.
NUEVATRIBUNA.ES 29.09.2010

A las expulsiones en Francia se suman las repatriaciones también masivas de gitanos y otros miembros de las minorías étnicas a Kosovo. En un informe dado a conocer esta semana bajo el título Detener la repatriación forzada de los gitanos a Kosovo, Amnistía Internacional hace un llamamiento a la UE para que ponga fin a la devolución de romaníes y miembros de otras minorías a Kosovo incluidos niños y pese a que corren el riesgo de seguir sufriendo discriminación y violencia.

Irfan había salido de Kosovo con su familia en 1992, cuando tenía cinco años. En abril de 2010 la policía alemana se presentó un día sin previo aviso a las tres y media de la madrugada, lo esposó y se lo llevó en una furgoneta al aeropuerto de Baden Baden. No tuvo tiempo de recoger sus cosas. Una organización no gubernamental le entregó 300 euros. En el aeropuerto lo inscribieron en un registro y le dieron 50 euros y una habitación de hotel para dos días. De regreso en Kosovo, se fue a vivir con un vecino y comenzó a reparar la casa, ahora en ruinas, donde había vivido su familia, en Plemetina. Retiró los escombros, pero no tenía dinero para poner puertas y ventanas nuevas y reparar el tejado. Dijo a Amnistía Internacional: "¿Qué esperan que haga?”.

El testimonio recogido por AI es uno más de los miles de casos de romaníes que se están viendo obligados a regresar a Kosovo repatriados por países de la Unión Europea. Sólo en Alemania, el Gobierno prevé devolver en cuatro años a 8.500 gitanos dentro del plan de desmantelamiento de los campamentos donde se encuentran los gitanos kosovares.

Estas devoluciones se están llevando cabo con arreglo a acuerdos bilaterales negociados o en vías de negociación entre las autoridades de Kosovo y Estados miembros de la UE y Suiza.

ANTECEDENTES

La terrible situación en la que viven muchos romaníes viene de largo. Muchas de las personas que están siendo devueltas ahora salieron de Kosovo a principios de la década 1990, cuando estalló la guerra en la entonces República Federativa Socialista de Yugoslavia. Tras la guerra de Kosovo de 1999, muchos serbios y romaníes huyeron a Serbia, y otros buscaron protección internacional en Estados miembros de la UE y en Suiza.

En marzo de 2004, los serbios y los romaníes se vieron obligados de nuevo a huir de Kosovo debido a la violencia interétnica que estalló entre los albaneses y los serbios, que afectó también a las comunidades romaníes. Posteriormente, desde la declaración unilateral de independencia de febrero de 2008, las autoridades de Kosovo han recibido cada vez más presión de Estados miembros de la UE para que acepten a los retornados.

“Los países de la UE se exponen a infringir el derecho internacional al enviar a personas de regreso a lugares donde corren el riego de sufrir persecución y otros daños. Lo que tiene que hacer la UE es continuar prestando protección internacional a los romaníes y los miembros de otras minorías de Kosovo hasta que pueden regresar allí en condiciones de seguridad”, asegura Sian Jones, especialista de Amnistía internacional en Kosovo.

KOSOVO SIGUE SIN OFRECER GARANTÍAS

Luli, de 20 años, fue devuelto de Alemania en abril de 2010. La policía le había despertado en plena noche y le había dado sólo 10 minutos para vestirse y recoger sus cosas. No habla serbio ni albanés, y sólo tiene conocimientos básicos de romaní, por lo que no podía comunicarse ni siquiera con su hermano mayor, devuelto a Kosovo varios años antes. Le dieron ayuda durante seis meses para pagar el alquiler de un piso y 350 euros para que comprara lo necesario. Nadie le proporcionó ayuda para que aprendiera serbio o albanés.

El caso, expuesto también por AI refleja la terrible situación por la que pasan estas personas no sólo por el hecho de ser expulsadas a la fuerza (“en muchos casos, la policía va a buscar a estas personas de madrugada y, sin darles apenas tiempo para recoger sus cosas, a menudo las envía de regreso a Kosovo sin nada más que la ropa que llevan puesta” ), sino también por los problemas con los que se encuentran a su regreso.

“Las autoridades de Kosovo deben garantizar que los romaníes y los miembros de otras minorías pueden regresar voluntariamente y reintegrarse plenamente en la sociedad”, denuncia Sian Jones.

Muy pocos de los repatriados reciben alguna asistencia a su regreso a Kosovo y se encuentran con muchos obstáculos para tener acceso a la educación, la atención de la salud, la vivienda y las prestaciones sociales.

Son muy pocos los romaníes que encuentran trabajo, por lo que el paro entre ellos alcanza el 97 por ciento. Las comunidades romaníes tienen el doble de probabilidades que otros grupos étnicos de formar parte de un 15 por ciento de la población de Kosovo que vive en la pobreza extrema, señala el citado informe.

CONSIDERADOS ALIADOS DE LOS SERBIOS

Además, persiste la violencia entre etnias, y la discriminación de los romaníes es un fenómeno generalizado y sistemático en Kosovo, agravado por su presunta asociación con los serbios de Kosovo. De habla serbia en su mayor parte y residentes a menudo en zonas serbias, los romaníes son considerados todavía como aliados de la comunidad serbia.

“A pesar de las recientes medidas adoptadas por el gobierno de Kosovo para mejorar las condiciones necesarias para la acogida y la reintegración de los retornados, las autoridades no tienen aún fondos, capacidad, medios ni voluntad política para garantizarles un regreso sostenible", ha manifestado Sian Jones. Se calcula que alrededor del 50 por ciento de las personas devueltas a Kosovo volverán a marcharse de allí.

“Hasta que las autoridades de Kosovo no puedan garantizar los derechos humanos fundamentales de los romaníes y de los miembros de otras comunidades minoritarias, los retornados se enfrentarán a un clima de violencia y discriminación. Hasta entonces, la comunidad internacional está obligada a prestar protección a estas personas”, señala Sian Jones.

AI pide a la UE que detengan la repatriación de gitanos a Kosovo