sábado. 20.04.2024
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 20.1.2010

La noticia de la convocatoria ha sido confirmada este miércoles por la sala de prensa del Vaticano. El encuentro, que se celebrará el 15 y el 16 de febrero, seguirá al que se celebró el pasado 11 de diciembre, en el que el Pontífice se dijo "profundamente preocupado y angustiado" por lo sucedido en Irlanda. Pero, hasta ahora, la reacción no ha pasado de ahí.

Desde que a finales de noviembre se conoció el Informe Ryan, que detalla centenares de casos de abusos contra menores cometidos por sacerdotes irlandeses, el escándalo se ha saldado con las dimisiones de unos cuantos obispos y la promesa de idemnizaciones económicas a las víctimas. La "preocupación" de la Iglesia parece más orientada a evitar que los culpables se sienten en el banquillo de los acusados que a forzarles a pagar por sus delitos no sólo ante la jerarquía eclesiástica, sino también ante la autoridad civil.

En el informe, se denunciaba no sólo el comportamiento criminal de algunos sacerdotes sino también el silencio de sus superiores eclesiásticos e incluso del estado irlandés, que durante décadas trataron de encubrir a los culpables. Y, según reconoció en su día el ministro de Justicia de Dublín, Dermot Ahern, la connivencia entre la jerarquía eclesiástica y las autoridades del Estado, entre ellas la policía y la Fiscalía, sirvió para encubrir los esfuerzos de cuatro obispos dublineses por mantener el "prestigio de la Iglesia, proteger a los pederastas y los bienes de la Iglesia, y evitar escándalos".

Lo único que ha prometido el Papa, hasta ahora, es escribir una carta pastoral a los fieles católicos de Irlanda en la que les explicará las medidas que se tomarán "en respuesta a esta situación". La misiva podría ser presentada primero a los prelados irlandeses en la próxima reunión de febrero.





¿Seguirá la Iglesia protegiendo a sus curas pedófilos de la Justicia?