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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 23.6.2009

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha negado haber tenido que pagar alguna vez a una mujer por sexo, mientras aumenta la presión política que afronta por las alegaciones de que se acostó con una acompañante femenina que habría cobrado por ir a sus fiestas. "Nunca he pagado a una mujer", aseguró en una entrevista con el semanario Chi, propiedad de su imperio editorial Mondadori. "Nunca he entendido qué satisfacción puede haber si no hay el placer de la conquista", agregó, según los extractos de la entrevista enviados a Reuters antes de su publicación el miércoles.

La credibilidad del primer ministro se ha visto atacada por una serie de escándalos relacionados con su amistad con una joven de 18 años y las fiestas en sus residencias con varias mujeres, lo que la semana pasada le llevó a proclamar airadamente que no le echarán. Pero la oposición y la influyente Iglesia Católica han demandado que aclare los hechos, después de que una investigación sobre corrupción en el sur de Italia revelara a una acompañante que dijo que pasó la noche con el primer ministro, y que tenía grabaciones para demostrarlo.

Berlusconi ha acusado a los medios de comunicación de montar una campaña de difamación antes de la cumbre del G-8 que organizará en julio.

Su coalición de centroderecha tiene una mayoría cómoda en ambas cámaras del Parlamento, pero en las elecciones europeas y locales celebradas a principios de mes obtuvo unos resultados más flojos de lo esperado en medio de una avalancha de noticias sobre los escándalos en su vida privada.

En una señal del aumento de la impaciencia en la Iglesia italiana, normalmente complaciente con el primer ministro, el popular semanario Famiglia Cristiana le atacó por exceder los "límites de la decencia".

Preguntado por si no se le ocurrió que la mujer, Patrizia D"Addario, fuera una prostituta de lujo, Berlusconi replicó: "Si sospechara algo parecido de una persona, me alejaría mil millas". D"Addario declaró la semana pasada en un diario italiano que un empresario que está siendo investigado por los jueces le pagó 1.000 euros para acudir a una cena en la residencia romana de Berlusconi junto con otras jóvenes - lo que calificó de "harén" - y que volvió unas semanas después para pasar la noche con el primer ministro.

Otra mujer que acompañó a D"Addario a la residencia de Berlusconi dijo a los medios que la acompañante femenina que dijo que se acostó con él no pidió dinero porque quería obtener favores con unos permisos de construcción. Además dijo que Berlusconi le regaló anillos y collares que él mismo diseñó, así como dinero en efectivo.

Todo esto llega después de que Berlusconi tuviera que negar haber mantenido relaciones sexuales con una aspirante a modelo de 18 años en medio de las acusaciones de su mujer, que quiere el divorcio, de que "frecuenta a menores". El primer ministro señaló que duda que la reconciliación sea posible, aunque lo suyo "fue una gran historia de amor".

"Nunca he pagado a una mujer"