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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 4.6.2009

El presidente estadounidense, Barack Obama, se comprometió este jueves "personalmente" a trabajar por la consecución de un Estado palestino, asegurando que su país "no dará la espalda" a esta "aspiración legítima". No obstante, advirtió a los palestinos de que deben "cesar la violencia", al tiempo que pidió a Hamás que "reconozca a Israel" y al Gobierno israelí que ponga fin a los asentamientos en los territorios palestinos. Su mensaje ha sido bien acogido tanto por el Gobierno israelí como por la Autoridad Palestina, mientras que un portavoz de Hamás lo considera más de lo mismo.

"Durante décadas ha habido (...) dos pueblos con aspiraciones legítimas, cada uno con una historia dolorosa que hace difícil un compromiso", reconoció Obama en un largo discurso en la Universidad de El Cairo que fue dirigido al mundo musulmán, al que prometió "un nuevo comienzo" en las relaciones. En su opinión, el conflicto palestino-israelí "no puede verse desde una parte o desde otra", sino que "la única solución es que las aspiraciones de ambas partes se unan a través de dos Estados, donde los israelíes y los palestinos vivan en paz y seguridad", ya que esto "redunda en el interés de Israel, los palestinos, Estados Unidos y todo el mundo".

Por ello, dijo, "pretendo personalmente buscar este resultado con toda la paciencia que la tarea requiere". En este sentido, aseguró que "Estados Unidos no dará la espalda a la legítima aspiración palestina de dignidad, oportunidad y un Estado propio" y denunció que los palestinos viven "humillaciones cotidianas" como consecuencia de la "ocupación", lo cual definió como "una situación intolerable".

PETICIONES A LAS DOS PARTES

Llegado a este punto, instó a que todas las partes cumplan con sus "responsabilidades". En el caso de los palestinos, "deben abandonar la violencia", puesto que "la resistencia a través de la violencia y el asesinato está equivocada y no tiene éxito". En este sentido, puso como ejemplo la lucha de los ciudadanos negros por la igualdad de derechos en Estados Unidos o en la Sudáfrica del "Apartheid". "La violencia lleva a un punto muerto", subrayó. Al mismo tiempo, el presidente hizo un llamamiento más específico a la Autoridad Palestina del presidente Mahmud Abbas, que controla Cisjordania, a quien dijo que "debe desarrollar su capacidad de gobernar, con instituciones que sirvan a las necesidades de su pueblo".

En lo que respecta a Hamás, que controla la Franja de Gaza desde junio de 2007, reconoció que "cuenta con el apoyo de algunos palestinos, pero también tiene responsabilidades". A su juicio, si quiere "desempeñar un papel en el logro de las aspiraciones palestinas", debe "poner fin a la violencia, reconocer los acuerdos anteriores y reconocer el derecho de Israel a existir".

Obama no se olvidó tampoco de Israel, a quien lanzó un mensaje igual de claro: "los israelíes deben reconocer que igual que no se puede negar el derecho de Israel a existir, tampoco se puede negar el de Palestina". En este punto, aseveró tajante que "Estados Unidos no acepta la legitimidad de la continuación de los asentamientos israelíes". "Esta construcción viola los acuerdos previos y mina los esfuerzos para alcanzar la paz", subrayó, dejando claro que "ha llegado el momento de que estos asentamientos cesen".

Asimismo, prosiguió, Israel también debe "cumplir con sus obligaciones para garantizar que los palestinos pueden vivir y trabajar y desarrollar su sociedad". Según Obama, "la continuada crisis humanitaria en Gaza no sirve a la seguridad de Israel, tampoco lo hace la continuada falta de oportunidades en Cisjordania". Por ello, pidió a Israel que "dé pasos concretos" con el fin de permitir el "progreso en las vidas cotidianas de los palestinos".

Por último, pidió a los países árabes que "reconozcan que la Iniciativa de Paz Arabe fue un comienzo importante, pero no el final de sus responsabilidades", por lo tanto no se debe usar el conflicto árabe-israelí "para distraer a los ciudadanos de los países árabes de otros problemas". Según Obama, "Estados Unidos alineará sus políticas con aquellos que persigan la paz y dirá en público lo que decimos en privado a los israelíes y a palestinos y árabes". "No podemos imponer la paz, pero en privado muchos musulmanes reconocen que Israel no se irá. Del mismo modo, muchos israelíes reconocen la necesidad de un Estado palestino. Ha llegado el momento de que actuamos en lo que todo el mundo sabe que es verdad", remachó.

REACCIONES

El discurso ha provocado respuestas encontradas de uno y otro bando. La primera en reaccionar, apenas Obama se marchó del escenario, fue la Autoridad Palestina a través del portavoz de Abbas, Nabil Abu Rudeina, quien aseguró haber visto un "buen comienzo" en las palabras del presidente. "Su llamamiento a cesar los asentamientos (en Cisjordania) y al establecimiento de un Estado palestino, y su referencia al sufrimiento de los palestinos... es un claro mensaje a Israel de que una paz justa se construye sobre los cimientos de un Estado palestino con Jerusalén como su capital", señaló.

Por su parte, un portavoz del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Ayman Taha, contestó desde la Franja de Gaza que este discurso no representa "ningún cambio" con respecto a las políticas del predecesor de Obama, George W. Bush. Sin embargo, un diputado de este grupo, Mahmoud Ramahi, reconoció que hay "signos positivos" y que sí hay diferencias respecto a Bush. Aún así, hizo hincapié en que "el problema sigue sobre el terreno" y preguntó si Estados Unidos conseguirá de verdad que se cree un Estado palestino independiente y si lo hace, cuál será la ayuda que reciban todas las partes implicadas.

El que tardó más en contestar fue el Gobierno israelí, que se pronunció a través de un comunicado en el que dice acoger positivamente el discurso y compartir las esperanzas de Obama sobre "el esfuerzo norteamericano de apertura de una nueva era que traiga el final del conflicto y el reconocimiento generalizado árabe de Israel como la nación del pueblo judío viviendo en seguridad y paz en Oriente Próximo".

Sin embargo, el Ejecutivo de Benjamin Netanyahu sigue sin pronunciarse sobre la solución de dos Estados que plantean tanto Estados Unidos como la Unión Europea y Naciones Unidas, y tampoco hace mención a la petición de Obama del fin de los asentamientos judíos, que el primer ministro ya ha anunciado que seguirán expandiéndose debido al "crecimiento natural" de la población que vive en ellos.

EL MENSAJE DE BIN LADEN

Poco antes de que Obama terminara su discurso ha hecho su aparición otra vez el líder de Al Qaeda, Usama bin Laden, quien hizo un nuevo llamamiento a los musulmanes a estar preparados para llevar a cabo una "larga guerra" contra "los infieles y sus agentes", y alertó de que las alianzas con los cristianos y judíos terminarán por convertirlos en apóstatas.

Los comentarios de Bin Laden se han emitido en una grabación de la que ya se conocieron ayer algunos fragmentos en la televisión Al Yazira, y en la que vuelve a señalar que Obama ha plantado "semillas de odio" entre los musulmanes. "Si un musulmán llegara a ser un aliado de los infieles y los respaldara contra los musulmanes, su fe sería anulada y se convertiría en un infiel apóstata. No toméis a los judíos y cristianos como aliados", afirma.

"Intolerable" situación de los palestinos