En invierno el océano Ártico registra su extensión máxima anual de hielo. En el polo opuesto, durante el verano austral, el océano Antártico registra sus niveles más bajos. Según el Centro Nacional para la Nieve y el Hielo (NSIDC, por sus siglas en inglés), este año, tanto Ártico como Antártico, han logrado un récord negativo alcanzando en estas estaciones los niveles más bajos en 38 años, cuando se comenzó a medir vía satélite la extensión del hielo marino en los polos.
El hielo ártico ocupaba 14,42 millones de kilómetros cuadrados en marzo de este año. En el Antártico, la superficie mínima de hielo durante el verano fue de 2,11 millones de kilómetros cuadrados. Son, en ambos casos, los peores resultados registrados en la serie.
Los datos muestran una tendencia que se repite cada año en la que los mínimos van a peor. El hielo ártico ocupaba en 2016, durante la misma estación, 14.520 millones de kilómetros cuadrados, una trayectoria que va a la baja desde comienzos del siglo XXI, mientras que la temperatura global aumenta cada año.
Sin embargo, aunque la situación es similar, la tendencia no está tan clara y hay años en los que se experimentan subidas de esos mínimos en el Antártico, posiblemente porque le afectan más otros factores regionales, como pequeños cambios en el clima del océano Austral, según el NSIDC.
Fuente: SINC