sábado. 20.04.2024
Marcelo Gallardo, entrenador de River Plate
Marcelo Gallardo, entrenador de River Plate

Hay un paralelismo entre deporte y sociedad que sacó a la luz las miserias de un sistema político argentino de mezquindades y las situó como si en realidad fuera una sumatoria de leyes irreales cuando en realidad debería simbolizar una moneda corriente de transacción. 

Cuando todos decían que River Plate se iba a tirar a perder para que Boca Juniors no salga campeón, el equipo de Marcelo Gallardo, con un espíritu contrario se plantó como debería hacerlo cualquier entrenador de fútbol. Se tenía que ir así.

"Principalmente a mí lo que me gustaría destacar es que en un país donde todo se sospecha de todo, donde todo está cruzado, todo es tan mezquino, que parece hasta vacío de valores, nosotros creemos que desde el fútbol a veces tenemos la posibilidad de sembrar semillas, que signifique que más allá de todo se puede tener respeto y dignidad por la profesión, por el fútbol, por la pasión que nos genera a todos este deporte", comenzó diciendo el Muñeco una vez terminado el encuentro que le dio una nueva estrella a su eterno rival.

Una República Argentina dividida por kirchneristas y macristas que no hacen más que ahondar la brecha social que hace del país una sombra de sí mismo

Luego, reconoció que "entiendo si hay hinchas enojados o tal vez frustrados. Pero creo es la manera, entender la manera que tenemos que representar y transmitir, más allá de las cosas, de ganar y perder. La dignidad y el sentimiento hacia lo que somos. Eso creo que tiene muchísimo valor".

Entre Madrid y esto hay que sacarse el sombrero. Fue ético hasta el último minuto. Estás cosas no se olvidan. Pero hay algo que siempre llama la atención cuando se ponen a discutir con los hinchas de Boca, por el descenso o el partido del Bernabéu. Es como preguntarle a un chico de una favela de Brasil si es más rico el caviar o un salmón rosado a la manteca negra. Colijo que solo podría responder un niño que pudo probar ambos platos. Es llamativo, pues el único club que descendió y también ganó la final de Madrid en el año 2018 fue justamente el equipo liderado por Gallardo.

Finalmente, destacó que cerrar este año, malo en lo deportivo, "de esta manera, donde teníamos que resguardar nuestra integridad, nuestra dignidad y nuestros valores. De lo demás no se vuelve. Si esto se mantiene en River, va a ser más grande de lo que es".

Moral, ética, lo políticamente correcto. Una República Argentina dividida por kirchneristas y macristas que no hacen más que ahondar la brecha social que hace del país una sombra de sí mismo.

Una eterna discusión que se termina.

Otro plato gourmet.

Salmón rosado a la manteca negra