viernes. 26.04.2024
Gabiela Montala | Bolivia

Gabriela Montaña, mujer de confianza de Evo Morales, ex Senadora, Diputada y Ministra de Salud, se refirió a la persecución judicial de la que está siendo objeto la actual vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de KIrchner.

Durante una entrevista radial concedida al programa “Cenizas de Babilonia. Diáspora Española”, la también Subdirectora del Centro de Estudios Estratégicos de América Latina (CEEAL), sostuvo que “lo que no le perdonan a Cristina Fernández es que le haya devuelto la dignidad al pueblo argentino”. 

La estigmatización mediática y judicial que viene padeciendo Cristina Fernández de Kirchner ha desatado en Argentina un auténtico escándalo. Sin pruebas y negándosele la defensa a la acusada, el fiscal Diego Luciani ha solicitado para la vicepresidenta una condena de doce años de prisión con inhabilitación para el ejercicio de cargos públicos. 

La reacción de líderes populares de la región ha sido inmediata. Referentes políticos internacionales como Dilma RousseffPablo IglesiasErnesto Samper y Jean-Luc Mélenchon, entre otros, expresaron su apoyo a Cristina Fernández de Kirchner en el marco del juicio que pretende demostrar irregularidades en la contratación de la obra púbica en la provincia de Santa Cruz, afirmando contundentemente que se trata de una "persecución política".

Desde Bolivia, Gabriela Montaña se solidarizó con la vicepresidenta argentina manifestando que “Como mujer del continente, como una mujer de izquierda, no puedo dejar de solidarizarme con Cristina Fernández. No le permitieron defenderse en el juicio porque le tienen miedo, intentan acallar su voz. Pero la verdad salió a la luz y se demostró en toda su alocución que en realidad los verdaderos intereses que corrompieron al Estado en esa causa están vinculados a la derecha argentina, al macrismo, a sus empresarios, a los amigos íntimos de Mauricio Macri a quienes la justicia encubre de manera vergonzosa, criminal. Son hechos de corrupción cometidos por gente vinculada a Mauricio Macri”. 

Montaña recordó la connivencia entre la derecha de la región con la justicia y los medios hegemónicos; una complicidad orquestada con el fin de imposibilitar el avance del progresismo. “Esto duele como nos dolió el encarcelamiento de Lula, pero lo que nos queda muy claro es que la verdad surge y Cristina tiene el respaldo de la población y de los sectores populares. No van a poder esconder esa verdad por mucho que traten de enterrarla metros y metros bajo tierra. No podrán acallar los millones de voces de hombres y mujeres en todo el continente. Como dijo Royer Waters en estas últimas horas, en Latinoamérica hay una revolución que está amenazando con transformar aquellas hegemonías que venían de Estados Unidos y que no nos permitían consolidar nuestras vidas de una manera más digna. Lo que no le perdonan a Cristina Fernández es que haya devuelto la dignidad al pueblo argentino”. 

En cuanto a la cooperación entre Argentina y Bolivia, de Alberto Fernández y Luis Arce, consistía en el envío de vacunas, pruebas de laboratorio para Covid-19; por el contrario, Macri envió armas letales para la represión

Por otra parte, y en relación al envío de armas del gobierno de Mauricio Macri a Bolivia -para reprimir a quienes se manifestaban en contra del golpe de Estado producido en 2019- Montaña sostuvo que “Los golpistas bolivianos recibieron ayuda del gobierno de Mauricio Macri. Hay procesos penales abiertos tanto en Bolivia como en Argentina, y una investigación en el Congreso de Ecuador por el envío de armas y de material para la represión por parte de Macri al gobierno de facto de Janine Añez. Los procesos penales en Argentina están en etapas bastante avanzadas. En el caso boliviano se encuentran todavía en una etapa de investigación. Pero tenemos la esperanza de que la justicia pueda sancionar esta imitación de Plan Cóndor o esta reedición del Plan Cóndor en la región, en la que, a diferencia de lo que sucedió posteriormente con Alberto Fernández y Luis Arce en cuanto a la cooperación entre Argentina y Bolivia, que consistía en el envío de vacunas, pruebas de laboratorio para la Covid-19, etc.; Macri envió armas letales para la represión. Estos hechos no pueden quedar en la impunidad porque serían un pésimo antecedente, no sólo para la democracia de Argentina y de Bolivia, sino para las democracias del mundo, y sobre todo de nuestro continente. El hecho de que se utilicen aviones de nuestros estados para transportar mecanismos de represión, para asesinar a ciudadanos y a ciudadanas, en este caso bolivianos, es algo que no podemos permitir nunca más. Y la mejor arma para la no repetición es no darle campo a la impunidad, es parar la impunidad a través de la justicia; a pesar de las debilidades de nuestros órganos judiciales tenemos que encontrar el camino institucional y judicial para resolver estos hechos tan graves de vulneración de derechos humanos. En Argentina Mauricio Macri está impune. Pero los pueblos tenemos que ser capaces de sostener la memoria viva, y la mejor manera es acabar con la impunidad” 

La fortaleza en Bolivia se ha construido no solo desde el ascenso al poder del Movimiento al Socialismo, sino desde antes; en la consolidación de estructuras de organizaciones sociales y del sector obrero

En relación a la fortaleza del pueblo boliviano para sobreponerse a lo que ello significó, el golpe que dejó un saldo de decenas de fallecidos y centenares de heridos, Motaña dijo que “Bolivia ha tenido una enorme fortaleza que se ha construido no solo desde el ascenso al poder del Movimiento al Socialismo, sino desde antes; en la consolidación de estructuras de organizaciones sociales que durante toda la etapa neoliberal tuvo su fuente inspiradora en las organizaciones sociales del área rural, en las organizaciones indígenas y campesinas de todo el país, pero también en la fuerte tradición de organización en el sector obrero, a través de la Central Obrera Boliviana que aglutina una inmensa cantidad de organizaciones en todo el país. Y toda esa estructura, tanto en el ámbito rural como en el ámbito urbano, se fue fortaleciendo en los años de gobierno del MAS y de Evo Morales. Y es la movilización de la gente en las calles, su capacidad para no rendirse, inclusive en un momento tan duro como un golpe de estado y un gobierno de facto como el de Janine Añez, en el que se estaban vulnerando absolutamente todos los derechos constitucionales”.

Durante el golpe de Estado se produjeron asesinatos a dirigentes sindicales y políticos. Montaña recuerda que a pesar de esto el pueblo boliviano jamás se rindió, sino que siguió generando la unidad de los sectores sociales ante la peor adversidad, peleó para consolidar una fecha de elecciones en octubre de 2020, que en realidad debieron haberse realizado tres meses después de que asumiera el poder Janine Añez si ésta hubiera respetado la Constitución, “pero se usó como pretexto la pandemia y se fue postergando la fecha de elecciones hasta octubre de 2020. Todo ese tiempo el pueblo boliviano no dejó de luchar en las calles, de construir su opción electoral Y Luis Arce y David Choquehuanca ganaron las elecciones con más del 55 por ciento de los votos a casi un año del Golpe de Estado de 2019. Yo creo que el pueblo ha demostrado a la región y al mundo que es posible hasta en los momentos más duros consolidar la unidad de los sectores populares y a través de ello generar un gobierno del pueblo y recuperar la democracia”.

La restauración de la democracia en Bolivia significó un hito para en la región. “A pesar del dolor, en tan solo un año Bolivia lo logró, pero no nos olvidemos que en Honduras también se ha recuperado un gobierno para el pueblo a través de la presidenta Xiomara Castro, que en Venezuela también intentaron dar un golpe de Estado y en tan solo ocho días el pueblo venezolano logró recuperar su democracia. Es decir que a pesar de que los grandes poderes hegemónicos intentan fracturar la democracia, los pueblos son capaces de tejer alianzas tan sólidas que en las peores circunstancias es posible levantarse de las cenizas” 

Francia Márquez representa a millones de mujeres del continente; una mujer que fue trabajadora del hogar y que logró licenciarse en la Universidad

Respecto de la llegada al poder de Xiomara Castro en Honduras y de Francia Márquez en Colombia, Montaña manifestó que al igual que al igual que Cristina Fernández de Kirchner y Dilma Russeff, “no hubieran podido ser presidentas o vicepresidentas sin el amplio respaldo popular que recibieron en sus países con la expectativa y la esperanza de transformar, en ese caso Argentina y Brasil, los grandes monstruos del continente en términos territoriales. Hoy Francia Márquez y Xiomara Castro constituyen también esa enorme esperanza. Xiomara Castro se ha declarado a sí misma feminista y de izquierda. Y lo demuestra en la conformación de su propio órgano ejecutivo. De la misma manera lo hace Francia Márquez haciendo esa dupla espectacular con Petro en Colombia. Creo que Francia Márquez además tiene algo maravilloso, y es que ella le aportó la fortaleza de las enormes movilizaciones que se dieron en el 2019 a Gustavo Petro. Esa energía de transformación renovadora del Estado está potenciada en esa dupla por Francia Márquez, que además representa a millones de mujeres del continente, una mujer que fue trabajadora del hogar, que logró licenciarse en la Universidad, que logró salir adelante desde muy abajo. Su historia es muy parecida a la historia de Evo Morales, y creo que uno de los encuentros más emotivos que tuvo Francia cuando visitó Bolivia fue ese momento en el que se encontró con Evo, ese líder indígena que viene desde abajo. La esperanza en el caso colombiano también está puesta en el tema de la transformación del modelo económico con respeto a la madre tierra, al medioambiente; mirándolo y buscando otras maneras de desarrollarnos, de crecer sin destruir lo que tenemos, nuestro entorno; el único planeta que tenemos. Hace poco estuve en Honduras y Xiomara Castro representa ese tesón, esa fuerza; a pesar de haber recibido un golpe de Estado, a pesar de haber sido vulnerados todos los derechos de su familia, Xiomara Castro no dejó ni un minuto de lucha en los nueve años que hubo entre el golpe de Estado y su asunción. En contra de poderes gigantescos y muy corruptos”.

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“Quieren callar a Cristina Kirchner porque le tienen miedo”