jueves. 03.10.2024
Sahra Wagenknecht (BSW)
Sahra Wagenknecht (BSW)

Necesitamos tu ayuda para seguir informando
Colabora con Nuevatribuna

 

La excusa perfecta para socioliberales, neo eurocomunistas y populistas de izquierdas hace unos años fue la división de la izquierda contra cualquier persona o grupo crítico, socialista imbricado en las reivindicaciones históricas y no satisfechas del movimiento obrero, republicano y feminista es decir por la igualdad total de la mujer y entre sexos que utilizada como un mantra por parte del oficialismo y los aparatos pegados a los últimos gobiernos del reino de España, al objeto de desprestigiar cualquier intento de agrupar las izquierdas independientes y/o vinculadas a la lucha de clases y la República. La acusación de dividir la izquierda era la consigna de profesionales, liberadas y liberados, “arrimaos” y personas de ética acomodaticia o moderados que entendían la lógica del capitalismo y la imposibilidad de enfrentarse al mismo, tan solo controlarlo. Si la postura de los disidentes era antiimperialista y condenaba la OTAN o por ejemplo el bombardeo y la destrucción de Libia o se oponen a la guerra de la OTAN contra Rusia, entonces, el sabio Pablo Iglesias (no confundir con el histórico y noble padre del socialismo español) inventó otro palabro descalificador “rojipardo”.

Los nuevos populismos “progres” anti-partido y anti sindicatos han destruido elementos fundamentales para la defensa de las clases subalternas y pobres

Pero esto, parece que tras años de trabajo incomprendido e insultos y descalificaciones está llegando a su final. Mientras tanto, la socialdemocracia oficialista transformada en socioliberal, atlantista y monárquica jugaba en otra liga. Su alianza vergonzosa con la corona impuesta por el felipismo que escindió el PSOE y luego lo desnaturalizo, al igual que otros socios europeos, orbitaba ya de socia sumisa del Partido Demócrata EE.UU y se bastaba sola. Pero actualmente ninguno de los aparatos del sistema woke puede en solitario. Se necesitan unas y otras, unos y otros. Por eso las élites populistas, socialdemócratas, eurocomunistas tras unos años de imponer doctrina y destruir todo movimiento social que no controlaban se encuentran ahora con un fantasma peor y ante una situación difícil, pues la extrema derecha y el fascismo captan votos populares, se infiltran en los barrios con éxito y amenazan el poder liberal. En el reino de España además no existe una derecha democrática más allá de Euskadi y Catalunya. Lo cual también las convierte en aliadas imprescindibles.

El globalismo en su esplendor logró penetrar todas las “izquierdas”, imponer sus doctrinas y la clase fue sustituida por la identidad, el generismo, aquello de clase media-trabajadora y el pacto social en el que la clase trabajadora siempre puso la peor parte. Los nuevos populismos “progres” anti-partido y anti sindicatos han destruido elementos fundamentales para la defensa de las clases subalternas y pobres. La cultura obrera es laminada no por el capitalismo, sino por el “progresismo”. El globalismo impone finalmente también la aceptación de la OTAN y la implicación de las izquierdas euro centristas en la guerra contra el sur global. Quedan algunas expresiones y declaraciones modernas y progres en sus manos, incluso llamamientos a la solidaridad con pueblos oprimidos del sur, pero todo, todo queda en palabras que el imperialismo puede tolerar en ciertos discursos que sabe inocuos. El Foro de Davos manda, Soros adoctrina y Marx es historia o como mucho coartada utilizada en vano.

La derrota de la izquierda liberal y del fraude socialista puede ser combatida por una izquierda del trabajo y socialista que conserva las ideas

En este mundo en guerra, en medio de desigualdad insultante, en medio del fin del estado del bienestar, si es que alguna vez lo hubo, las “izquierdas liberales” ni convencen ni siquiera captan la mayoría de los votos de las clases populares en amplísimos territorios del estado español. Eso es lo que hay.

No contentos con aplicar las políticas atlantistas, eurocéntricas y neoliberales, los intelectuales del woke se lanzan ahora contra Sahra Wagenknecht que si ha sido capaz de volver captar voto obrero y popular y articular un discurso que llega a los desposeídos de la guerra de la OTAN contra Rusia y de la política neoliberal de la Unión Europea. En una Alemania machacado por verdes, liberales y SPD, con Die Linke sin discurso la Coalición BSW es capaz en menos de un año de volver a ilusionar y además acercarse la izquierda recuperada a los verdaderos problemas de la clase trabajadora y las y los autónomos. Lo menos insultante que estos intelectuales e “informadores del globalismo progresista dicen de Wagenknecht es que es rojiparda. Su problema es no reconocer el fracaso de la “izquierda” liberal y engreída. Que no venden ya ni un caramelo y que lo que fuera la socialdemocracia ahora defiende la patronal y la banca, siendo incapaz de mantener salarios, derecho a la vivienda y a techo digno y frenar la especulación de todo tipo.

Para colmo en Gran Bretaña Jeremy Corbyn sale electo diputado y es capaz de crear un grupo parlamentario propio con diputadas y diputados pro-palestinos y anti austeridad poniendo al descubierto junto a George Galloway y el Partido Británico de los Trabajadores las cobardías, miedos y trampas derechistas y atlantistas del Laborismo oficial.

Afortunadamente la derrota de la izquierda liberal y del fraude socialista puede ser combatida por una izquierda del trabajo y socialista que conserva las ideas, ilusiones y propuestas de las clases trabajadoras así como la cultura obrera, que pueda ayudar a desmontar la extrema derecha y al proyecto globalista internacional. Al mismo tiempo el sur global reacciona y ese será nuestro principal aliado. Pero para eso hay que hacer algo más que hablar y escribir.     

Las izquierdas woke globalistas incapaces de frenar a la extrema derecha