Fue un 4 de septiembre de 1970 cuando Salvador Allende ganó las elecciones presidenciales en Chile y proclamó solemnemente: ‘respetaré los derechos de todos los chilenos’. Fue la noche de esa histórica jornada electoral cuando el candidato de Unidad Popular celebró la victoria en la sede de la Federación de Estudiantes en Santiago con un discurso (i) cargado de esperanza:
‘Chile abre un camino que otros pueblos de América y del mundo podrán seguir. La fuerza vital de la unidad romperá los diques de la dictadura y abrirá el cauce para que los pueblos puedan ser libres y puedan construir su propio destino’.
52 años después de aquella victoria, el pueblo chileno se enfrenta de nuevo a una hora decisiva, el plebiscito constitucional que culmina un proceso que se abrió hace dos años y que este próximo domingo, 4 de septiembre, tiene su cita con las urnas, donde más de 15 millones de chilenos están llamados a votar la nueva Carta Magna.
La elección de la fecha no es casualidad, sino un guiño a ese otro 4 de septiembre cuando la esperanza explosionó con la victoria de Allende, truncada tres años después, el 11 de septiembre de 1973, con el golpe de Estado y la toma por la fuerza del ejército del Palacio de la Moneda donde el presidente acabó quitándose la vida.
Ante un resultado incierto
Medio siglo después de aquellos acontecimientos, Chile vuelve a estar en vilo ante el referéndum constitucional del domingo.
El resultado es incierto, los últimos sondeos apuntan la posibilidad de que el nuevo texto no sea aprobado. Hasta las 24:00 horas de este 1 de septiembre, partidarios del Apruebo o del Rechazo apurarán hasta el último momento de campaña para convencer a sus conciudadanos a que se decanten por una opción u otra. A partir de las 0 horas del 2 de septiembre, se prohíbe la propaganda electoral o cualquier manifestación o reunión de carácter electoral.
La ilusión del comienzo ha ido perdiendo músculo. En el plebiscito de octubre de 2020, casi un 80% de los chilenos se pronunció a favor de la reforma, el hastío ciudadano era evidente tras meses de protestas y represión policial del entonces gobierno de Sebastián Piñera que dejó un reguero de sangre y que fue, sin duda, el detonante de la explosión popular a favor de una nueva constitución que derogara la de 1980, actualmente vigente y que fue aprobada durante la dictadura militar de Augusto Pinochet.
El clamor ciudadano contra las desigualdades sociales en Chile refrendó la creación, en mayo de 2021, de una Convención Constitucional paritaria, compuesta por 155 miembros, encargados de redactar la nueva ley fundamental que ahora se somete a referendo.
Todos los chilenos mayores de 18 años están obligados a votar este domingo. La elección será desde la 8 de la mañana a las 8 de la tarde, cuando empezarán a difundirse los primeros resultados provisionales. La papeleta que los ciudadanos deberán depositar en las urnas incluirá la pregunta ‘¿Aprueba usted el texto de Nueva Constitución propuesto por la Convención Constitucional?’, bajo la cual habrá dos rayas horizontales para marcar con el ‘Apruebo’ y el ‘Rechazo’.
Los debates y la controversia entre partidarios y detractores del nuevo texto se han incrementado estos últimos días. Los puntos más polémicos se refieren a la declaración de Chile como Estado plurinacional o el derecho al aborto, entre otros. El propio presidente, Gabriel Boric, elegido el pasado 11 de marzo, reconocía hace unos días que los Sondeos de opinión “son preocupantes” y “una llamada de atención para los que confiamos en este proceso y los que creemos que este proceso es necesario".
El mandatario también abogó por "modificar lo que haya que modificar" para lograr acuerdos amplios y conseguir una nueva Constitución que sea "un punto de encuentro" para los chilenos. Como también dijo Allende esa noche del 4 de septiembre de1970:
‘Dije y debo repetirlo: si la victoria no era fácil, difícil será consolidar nuestro triunfo y construir la nueva sociedad, la nueva convivencia social, la nueva moral y la nueva patria’.
El 'Apruebo' feminista
El movimiento feminista ha sido una de las puntas de lanza de la campaña por el Apruebo. Las mujeres chilenas han protagonizado numerosas movilizaciones y actos en favor del nuevo texto, uno de los más avanzados del mundo en defensa de la igualdad y los derechos sociales.
El pasado sábado, 27 de agosto, miles de mujeres participaron en el Caupolicanazo Feminista (ii), en el teatro Caupulicán de la calle San Diego, en el centro de Santiago, el mismo lugar donde un 27 de agosto de 1980 se celebró un importante mitin político de los opositores a la dictadura militar en apoyo al ‘no’ en el plebiscito de la nueva constitución de corte neoliberal de la era Pinochet. En esa ocasión se luchó por el Rechazo; en esta por el Apruebo.
En el acto, la diputada comunista Karol Cariola destacó que “esta nueva constitución es sin lugar a dudas un avance civilizatorio para nuestro país. Todos aquellos que quieran desconocerlo o hacer retroceder aquello, lo que hacen es desconocer una parte muy relevante de nuestro país que somos el 50 por ciento, las mujeres”.
Y agregó: “Somos mujeres que queremos ser reconocidas en nuestros derechos y que sabemos que esta constitución es la primera que nos reconoce en derechos y oportunidades en igualdad de condiciones que a nuestros pares, los hombres”.
52 años atrás, Allende aseguraba:
‘Yo sé que ustedes, que hicieron posible que el pueblo sea mañana gobierno, tendrán la responsabilidad histórica de realizar lo que Chile anhela para convertir a nuestra patria en un país señero en el progreso, en la justicia social, en los derechos de cada hombre, de cada mujer, de cada joven de nuestra tierra'.
Los 10 pilares de la nueva Constitución chilena
Un Chile con más democracia
La propuesta de nueva Constitución consagra principios como la transparencia, la igualdad, libertad de pensamiento y de expresión; el respeto a las diversidades, los acuerdos de las mayorías y la garantía del derecho al voto libre, igualitario, secreto, universal e informado. La Iniciativa popular de ley es una de las innovaciones en materia de participación directa.
Un Chile inclusivo
La nueva propuesta de Constitución establece como principios básicos la igualdad sustantiva y no discriminación, la inclusión social y la integración. Consagra por primera vez un reconocimiento a los grupos históricamente excluidos como: las mujeres, niños, niñas y adolescentes, personas de los pueblos y naciones indígenas, personas con discapacidad, personas de las diversidades y disidencias sexogenéricas, entre otras.
Un Chile con tradición institucional
La propuesta constitucional establece que el Poder Ejecutivo estará en manos de la Presidenta o Presidente de la República y el Poder Legislativo, estará conformado por el Congreso de Diputadas y Diputados, y la nueva Cámara de las Regiones.
Adicionalmente, se contemplan las entidades territoriales, los Sistemas de Justicia y los órganos autónomos constitucionales, entre otras importantes instituciones.
Un Chile que garantice los derechos
La propuesta de nueva Constitución, considerando estándares internacionales de derechos humanos, ha consagrado derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, esenciales para asegurar y garantizar las condiciones para vivir con dignidad. Asimismo, ha establecido un amplio catálogo de derechos civiles y políticos.
Un Chile libre
La convivencia democrática se sustenta en el respeto a las libertades individuales y colectivas. Y en línea con estos principios, el proyecto de Nueva Constitución consagra la libertad de religión, pensamiento, expresión, enseñanza, y la libertad de emprender y de desarrollar actividades económicas, entre otras.
Un Chile con igualdad de género
Diversas normas que garantizan los derechos de las mujeres, niñas, jóvenes, diversidades y disidencias sexuales y de género se incorporaron al borrador de nueva Constitución. La inclusión de la paridad y perspectiva de género en el texto constitucional resulta crucial para garantizar la igualdad y no discriminación de las actuales y futuras generaciones.
Un Chile que proteja la naturaleza y el medio ambiente
La propuesta de nueva Constitución reconoce la actual crisis climática y ecológica. Por primera vez se consagran los derechos de la naturaleza; el deber especial de custodia del Estado sobre los bienes comunes naturales y contempla un catálogo de derechos humanos ambientales, como el derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado.
Un Chile por sus regiones
La propuesta constitucional señala que Chile será un Estado Regional que deberá velar por la implementación de políticas públicas pertinentes a las necesidades territoriales, adecuadas a las diversas realidades locales.
Se conserva el carácter único e indivisible del Estado de Chile, junto al reconocimiento de territorios especiales y la organización en regiones y comunas autónomas. Esta propuesta consagra que el poder político se distribuya a nivel territorial a través de instituciones y autoridades encargadas de los gobiernos comunales y regionales.
Un Chile para el futuro
El proyecto de nueva Constitución reconoce los desafíos que traen los avances de la ciencia y la tecnología. Aquí se incorporan normas como el derecho a la participación política digital, a la información, al conocimiento, a la educación y conectividad digital, y a la protección de los datos personales.
Un Chile con economía responsable
La propuesta de nueva Constitución establece principios, objetivos y regulaciones bajo los cuales el Estado participará de la economía del país. Asimismo, aborda aspectos de la recaudación fiscal.
El Estado asumirá un rol más activo, además de regular, fiscalizar, fomentar y desarrollar actividades económicas. En este pilar también se define el rol del Banco Central y los derechos de los consumidores.
Fuente: Convención Constitucional (iii)
(i) Salvador Allende: Discurso de la Victoria Electoral, 4 de septiembre de 1970
(ii) Vídeo del Caupolicanazo Feminista celebrado el pasado 27 de agosto
(iii) Texto de la Nueva Constitución
