Las “Medidas urgentes de orden económico y social y de corrección del déficit público” aprobadas por el Consejo de Ministros de 30 de diciembre, reducen el gasto público y aumentan ingresos, no favorecen la actividad económica y aumentan las desigualdades, al reducir la capacidad adquisitiva de asalariados y pensionistas, pero no afectan a especuladores ni a financieros. La tímida reforma fiscal propuesta es muy corta para ayudar a superar la crisis de modo justo.
- El Gobierno pretende que “estas medidas responden a la necesidad de afrontar el primer problema de España, el paro, que sólo se puede vencer si se facilita financiación de la economía del país, algo que el déficit público impide”. Falso. Que familias y PYMES no tengan financiación no tiene que ver con el déficit público y sí con que los bancos dedican las ayudas multimillonarias de los Gobiernos para especular y no para financiar la economía real.
- El Gobierno ha aprobado un incremento del 1% de las pensiones en 2012. Muy insuficiente para reparar la pérdida de poder adquisitivo, tras la congelación de 2011 y la inflación del 2,5%.
- Se recupera la desgravación en el IRPF por compra de vivienda habitual, se establece IVA de 4 % para compra de primera vivienda y se aumentan los tipos del Impuesto de Bienes Inmuebles urbanos cuando su valor esté por encima de la media. Al aumentar el IBI urbano se perjudica a quienes tienen una única vivienda como residencia habitual. Y recuperar el mercado inmobiliario es hacer crónica la crisis actual. Solo interesa a grandes inmobiliarias y entidades financieras que buscan liquidez con un mayor endeudamiento de las familias. Sería mejor crear un gran parque de vivienda pública de alquiler con las viviendas vacías en venta.
- Congelar el sueldo de funcionarios, la tasa de reposición de plantillas y el Salario Mínimo Interprofesional significa pérdida de poder adquisitivo de trabajadores y trabajadoras del 10 al 15%. Implica caída del consumo y más desempleo por empeoramiento de expectativas empresariales y no reponer vacantes.
- El Gravamen complementario temporal del IRPF hace recaer el mayor peso sobre las clases medias asalariadas. Mejor hubiera sido aumentar el tipo impositivo de ingresos por encima de 53.000 euros, evitando el recargo a los inferiores a esa cuantía.
- Gravamen complementario para rentas del ahorro del 2% para rendimientos de hasta 6.000 euros y 6% para rendimientos superiores a 24.000 euros. Aumentar los impuestos de rentas de capital es positivo, pero las Sociedades Anónimas de Inversión de Capital Variable, las SICAV, no se verán afectadas. Hay que avanzar hacia un gravamen único para rentas del capital equivalente al tipo marginal de rentas del trabajo de cada contribuyente.
- No se ataca el mayor cáncer de España, la evasión fiscal. No hay presión sobre las rentas de capital, aunque ahí se produzca la mayor evasión fiscal. Se podrían prohibir transacciones comerciales superiores a 1.000 euros en metálico para reducir el fraude fiscal, como ha hecho el gobierno italiano.
- Hay que aumentar la inversión en I+D+I, si se quiere otro modelo productivo que no sea construcción y turismo. Lo contrario que propone el Gobierno al reducir el presupuesto para I+D+I. La inversión en I+D+I podría sufragarse con impuestos sobre bienes de lujo y coches de gama alta.
- UE, FMI y gobiernos europeos pretenden que sus neoliberales propuestas son las únicas posibles. Falso. ATTAC insiste en que HAY ALTERNATIVAS para aumentar los ingresos públicos. Mantener indefinidamente el Impuesto de Patrimonio; eliminar exenciones en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones; aumentar la tributación de las SICAV hasta el 25%; fijar un impuesto disuasorio para gravar movimientos de capital especulativos; crear un nuevo impuesto por beneficios de entidades financieras; aumentar el tipo del Impuesto de Sociedades, pues el tipo impositivo real está lejos del 30% teórico.
