El caso Carromero sigue coleando. El dirigente de Nuevas Generaciones del PP disfrutó su primer fin de semana en libertad condicional gracias al tercer grado que se le ha concedido. La celeridad en los trámites para su salida de prisión han llevado al PSOE a pedir la comparecencia en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados del secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, tal y como anunció hace unos días el portavoz socialista de Interior, Pedro Muñoz.
El diputado califica de “poco serio” la visita que Esperanza Aguirre efectuó a Carromero en la prisión de Segovia y sus posteriores declaraciones, así como “chocante que se pueda gestionar un permiso con tanta rapidez”, ha dicho en conversación con nuevatribuna.es. Tampoco considera “habitual” que a una persona que está condenada (“por hechos imprudentes, no dolosos”, precisa) se le reserve el puesto de trabajo.
El portavoz socialista también se muestra muy crítico con lo dicho por Aguirre a las puertas del centro de Segovia, ya que sus palabras "pueden perjudicar a otros compatriotas" que cumplen condena en cárceles de otros países, y "sus exabruptos perjudican las conversaciones del Gobierno para tratar de lograr su repatriación para que cumplan condena en España, causando la zozobra en muchas familias", dijo en declaraciones a los medios. A su juicio, este caso ahonda en el “desprestigio de las administraciones públicas” cara a la opinión pública.
¿Cómo le va a negar nada el actual carcelero mayor, a su mentora, presidenta y jefa política?
Carromero fue condenado en Cuba a cuatro años de prisión por el accidente que costó la vida a los opositores cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero. Regresó a España a finales de enero para cumplir aquí el resto de su condena. Ingresó en la cárcel de Segovia el día 29 y tan solo 13 días después ha disfrutadode su primer permiso en libertad. Todo se aceleró con la visita de Aguirre y la comunicación por parte del Ayuntamiento de Madrid que mantenía su puesto como asesor, un trabajo remunerado con 50.000 euros anuales.
El asunto merece un esclarecimiento por parte de los máximos responsables, en este caso de Instituciones Penitenciarias, que es quien firma el tercer grado a Carromero y facilita la rápida visita a la prisión de Aguirre. En este sentido, resulta de interés el hecho de que Ángel Yuste Castillejo, actual secretario general de Prisiones (fue nombrado en enero de 2012 por el Gobierno de Rajoy), ocupó en el Ejecutivo de Aguirre el cargo de Director General de Transporte e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid y posteriormente el de Director General de Planificación, Infraestructuras y Equipamientos Sanitarios de la Consejería de Sanidad, desde donde impulsó y dirigió el modelo privatizador actualmente vigente en Madrid en los hospitales de Valdemoro, Torrejón y Móstoles, y que recientemente se ha decidido ampliar a los de Vallecas, Parla, Coslada, Aranjuez y San Sebastián de los Reyes.
Yuste, funcionario de profesión y abogado de carrera, ya había dirigido prisiones durante el Gobierno de Aznar (1996-2004). Tras la derrota del PP fue recolocado en el Gobierno de la Comunidad de Madrid hasta que Aguirre lo cesó para volver a Instituciones Penitenciarias.
¿Cómo le va a negar nada el actual carcelero mayor, a su mentora, presidenta y jefa política?
