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nuevatribuna.es | 27.01.2011

Yamaha ha comunicado este jueves a los trabajadores de Palau-solità i Plegamans el cierre de la fábrica y el traslado de la producción a la planta que la multinacional japonesa tiene en Saint-Quentin (Francia), lo que afectará a 417 trabajadores.

La compañía ha especificado que los empleados afectados serán los relacionados con los procesos industriales de la planta catalana --producción y corporativos vinculados a la producción--, y ha afirmado que mantendrá su presencia y actividad comercial en España, y sus oficinas centrales en el país seguirán en Palau.

La compañía ha sostenido que la decisión se engloba dentro de una redefinición del negocio de Yamaha a nivel mundial, "condicionado por el descenso de ventas y por un marco económico desfavorable a corte y medio plazo".

Ha asegurado que en todo el mundo, y en Europa en particular, se está registrando un descenso prolongado de la cifra de ventas que obliga a la empresa a tomar medidas para reestructurar su capacidad industrial.

La decisión de trasladar la producción a la planta de Saint-Quentin se fundamenta en motivos de eficiencia productiva, de logística y de sostenibilidad económica, según Yamaha, ya que asegura que la constricción del mercado ha llevado a la compañía a una situación de exceso de capacidad productiva, por lo que ha decidido concentrar la actividad industrial en Europa en una única planta.

La empresa ha comunicado a los trabajadores y autoridades laborales que desea iniciar "cuanto antes" el proceso de negociación, y ha avanzado que propondrá un plan social que ayude a paliar los efectos negativos del cese de actividad productiva.

FRANCIA REQUIERE MENOS INVERSIÓN

Fuentes de Yamaha han explicado que la planta francesa ha sido la elegida para producir en Europa porque requiere menos inversiones que la catalana para concentrar la fabricación.

Ello se debe a que cuenta con una capacidad de 200.000 vehículos, frente a los 130.000 de Palau-solità i Plegamans, por lo que puede asumir su producción y tener mayor margen de crecimiento futuro, aunque actualmente ninguna de las dos instalaciones funciona a plena capacidad.

También ha sido decisorio que Francia ya cuenta con líneas de producción de tubos de escape y motores fueraborda, segmentos que no existen y se deberían montar en la planta catalana.

Yamaha ha reducido las ventas en Europa un 47% en los últimos tres años, y la producción un 55% en dos años. Actualmente, tanto las instalaciones de Barcelona como las francesas están en pérdidas, según la compañía.

Yamaha comunica el cierre de su planta