viernes. 26.04.2024

Y ahora, ¿qué?

Una vez roto el diálogo social y descartada toda posibilidad de recomponerlo, como se desprende de lo dicho por el Gobierno en los últimos días, el Ejecutivo tiene la puerta abierta para adoptar en las próximas semanas nuevas medidas para frenar la escalada del desempleo y para reactivar la economía.

CEOE niega que proponga el despido libre
La patronal, que ya acusó el viernes de "falsedad" al presidente Zapatero, ha vuelto a la carga esta vez contra el ministro de Trabajo de quien dice que "miente". El caso es que entre sus peticiones figura la de "suprimir procedimientos administrativos en materia laboral".
NUEVATRIBUNA.ES - 26.7.2009

Lo primero será aprobar por Decreto-Ley, en el Consejo de Ministros del próximo 13 de agosto, la ayuda a los parados sin ingresos, en principio con una duración de seis meses. Así lo anunció el pasado viernes el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y lo ha reiterado la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado en declaraciones a Público, en las que asegura que el Ejecutivo tomará las decisiones "que entienda que son las adecuadas para favorecer la recuperación económica y evitar la destrucción de empleo". "Y, por supuesto, las medidas necesarias para hacer frente a la situación de las personas que más sufren esta crisis, los trabajadores desempleados".

Para septiembre queda la subida de las pensiones más bajas. Y para la Ley de Presupuestos, que se aprobará en diciembre, las medidas de apoyo crediticio a las empresas.

Queda totalmente descartada la rebaja de 1,5 puntos en las cotizaciones de las empresas a la Seguridad Social que el Ejecutivo había ofrecido a la patronal en un último intento por revitalizar una negociación agónica de la que finalmente sólo fue posible certificar su defunción.

Y tampoco se contempla la posibilidad de una reforma laboral. Elena Salgado lo ha dejado claro al opina que la reforma "no es necesaria, al menos en tanto en cuanto esté asociada, como ocurre ahora, a determinadas propuestas de nuevos contratos y mayores facilidades de despido".

El enfrentamiento entre Gobierno-sindicatos, por una parte, y PP-CEOE, por otra, augura tiempos difíciles en el terreno laboral. Otra oportunidad para comprobar si las cosas están tan mal como parece será la comparecencia del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, en el Congreso si la Diputación Permanente la aprueba el próximo martes.

La comparecencia había sido solicitada por el PP y por ERC-IU-ICV por distintos motivos. Mientras que los "populares" pretendían que el ministro explicara los datos de la EPA, los demás grupos querían una explicación sobre las propuestas de rebaja de las cotizaciones sociales y la sostenibilidad del sistema de pensiones. A la vista de los últimos acontecimientos, y aunque los grupos mantengan sus peticiones en los mismos términos, las explicaciones de Corbacho y las réplicas de los portavoces que le interpelen en sede parlamentaria adquieren una nueva dimensión.

Entre otras cosas, serían una buena oportunidad para comprobar si es cierto lo que el presidente de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, ha dicho a El País: que no le ha influido el PP y que las medidas que proponen "no tienen color político". Frente a lo que él llama "berrinche de Zapatero", Salgado contrapone un "ataque frontal al Pacto de Toledo" de la patronal y lo enmarca en que la CEOE "no le da el mismo valor al diálogo social que le damos desde el Gobierno, y no parece darse cuenta de que son los trabajadores los que más están sufriendo esta situación de crisis".

Por cierto que la Diputación Permanente del martes también tendrá que decidir si comparecen Salgado y Manuel Chaves para hablar de financiación autonómica y Miguel Ángel Moratinos para informar de su reciente visita a Gibraltar.

Y ahora, ¿qué?