nuevatribuna.es
13 de octubre de 2009, 15:39
NUEVATRIBUNA.ES - 13.10.2009
El líder de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, recordó hoy que el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, “no pinta nada” en la negociación colectiva –la mesa donde, tradicionalmente sin la presencia del Gobierno, se sientan empresarios y sindicatos. Con esta puya, el líder sindical respondía a las presiones por parte del ministro de Trabajo quien hoy mismo confió en la llegada de un acuerdo “antes de fin de año”.
El líder de CCOO se deshizo hoy así del marcaje del Gobierno tras una declaraciones de Corbacho, que traslucen el nerviosismo del Ejecutivo ante la falta de avances de un proceso cuya solución resulta imprescindible para desbloquear la mesa del Diálogo Social, donde sí participa el Ejecutivo.
Pero lo cierto es que también los sindicatos han trazado una línea roja en diciembre y amenazan con convocar una “gran movilización”, con cientos de miles de trabajadores, si no se produce ningún avance en este sentido. Así, la pasada semana Toxo amenazó a la patronal con convocar esta gran manifestación el próximo mes de diciembre en Madrid si los acuerdos se retrasan.
Hoy Toxo redobló su apuesta y volvió a condicionar cualquier avance en el Diálogo Social a que los empresarios desbloqueen la negociación colectiva. Según recordó el líder sindical, los representantes de los trabajadores mantienen una “profunda desconfianza” hacia los negociadores empresariales, después del incumplimiento de la patronal en la renovación de 1.100 convenios que afectan a un millón y medio de trabajadores, según cálculos de UGT.
Sin embargo, la falta de resultados en esta mesa ha llegado incluso al Gobierno, dos de cuyos miembros han mantenido un fuego cruzado a cuenta de la negociación colectiva. Así, antes de recibi la amonestación sindical, el propio Corbacho recriminó hace días a su compañero de filas, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, unas manifestaciones en contra de la negociación colectiva en los términos actuales.
Enemigo declarado de esa fórmula, el ‘número dos´de Economía, José Manuel Campa, se mostró la semana pasada partidario de fijar las subidas salariales en función de la productividad, y no de la previsión de inflación como hasta ahora. Poco después, Corbacho recordó a Campa que el Gobierno no participa en esta mesa de salarios.
Otras voces, entre ellas las del ex ministro Solbes y también la del polémico gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, han criticado también la revisión salarial centralizada en función de la inflación. Un acuerdo por otra parte del que se descolgó la patronal el pasado mes de enero, al recomendar a sus asociados alzas salariales menores al 2 por ciento pactado.
En contra, los sindicatos defienden el valor de una mesa que ha permitido moderar el crecimiento de los salarios en la época de ‘vacas gordas’, cuando los trabajadores no participaron de los millonaros beneficios de las empresas, afiman los sindicatos. Ahora, tras la época de bonanza, los sindicatos critican que la patronal se haya desmarcado de esto acuerdos que gozaron de más de una década de vida.
Días atrás, el ex ministro de Administraciones Públicas Jordi Sevilla también rompió una lanza por la negociación centralizada de convenios, que debería incluso ampliar su contenido hasta superar los 6.000 convenios actuales que se negocian al año; eso sí, a cambio de flexibilizar las condiciones para que una empresa se descuelgue de los acuerdos si le vienen mal dadas.
Los sindicatos van más allá y piden que la única reforma laboral consista en reforzar la negociación colectiva, insistió hoy Toxo. En este sentido, esta mesa debería dotar de mayor peso a los trabajadores a la hora de tomar decisiones en las empresas. En contra de las peticiones empresariales, que abogan por un nuevo contrato (del siglo XXI) que abarate el despido.
Para los sindicatos, el único cambio laboral debería perseguir que loe empresarios puedan seguir recurriendo sin motivo a la contratación temporal. En este sentido,k Toxo pidió hoy recuperar demandó la figura de trabajador fijo discontinuo, hoy en desuso.
La legislación española debería fijar topes a la temporalidad, continúo Toxo, a imagen del reciente acuerdo de la función pública, que limita al 8 por ciento el número de trabajadores temporales en las administraciones públicas, muy lejos del 50 por ciento que existe hoy en los ayuntamientos, explicó.
LEY DE ECONOMÍA SOSTENIBLE
Toxo presentó hoy el documento 'Propuestas para el cambio de modelo productivo' que ha elaborado su sindicato sobre el cambio del modelo productivo y en el que han participado diversos economistas, sociólogos y expertos medioambientales.
Así, el sindicato establece en este documento cuatro grupos de sectores que deberían convivir en el nuevo modelo económico: los sectores básicos (construcción, automoción, turismo), que tendrían que ser sometidos a un proceso de modernización; los emergentes (energías renovables, alimentos procesados, agricultura ecológica, servicios sociosanitarios), que son los que "más impulso público" deberían recibir; los sectores apuesta de futuro (biomedicina y biocombustibles), y los sectores trasversales (I+D+i, educación y formación, TIC).
Toxo insistió en la necesidad de poner las herramientas y recursos necesarios para que la transformación del modelo económico sea una realidad, y recordó que, tal y como estaba configurando dicho modelo (apoyado en la mano de obra intensiva y en un tejido empresarial "poco innovador"), España también habría entrado en crisis aunque no se hubiera producido una deblacle en el sistema financiero.
Para el líder del CCOO, el Gobierno debería utilizar las propuestas del sindicato para dotar de contenido “de verdad” a la futura ley de Economía Sostenible. El líder sindical contrapuso el informe, que calificó de “análisis riguroso”, con el primer borrador presentado por el Gobierno. “Tal vez este informe le sirva de referencia al Gobierno”, aventuró, tras criticar los recortes previstos en inversión productiva e I+D+i previstos en los próximos Presupuestos del Estado.
El líder de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, recordó hoy que el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, “no pinta nada” en la negociación colectiva –la mesa donde, tradicionalmente sin la presencia del Gobierno, se sientan empresarios y sindicatos. Con esta puya, el líder sindical respondía a las presiones por parte del ministro de Trabajo quien hoy mismo confió en la llegada de un acuerdo “antes de fin de año”.
El líder de CCOO se deshizo hoy así del marcaje del Gobierno tras una declaraciones de Corbacho, que traslucen el nerviosismo del Ejecutivo ante la falta de avances de un proceso cuya solución resulta imprescindible para desbloquear la mesa del Diálogo Social, donde sí participa el Ejecutivo.
Pero lo cierto es que también los sindicatos han trazado una línea roja en diciembre y amenazan con convocar una “gran movilización”, con cientos de miles de trabajadores, si no se produce ningún avance en este sentido. Así, la pasada semana Toxo amenazó a la patronal con convocar esta gran manifestación el próximo mes de diciembre en Madrid si los acuerdos se retrasan.
Hoy Toxo redobló su apuesta y volvió a condicionar cualquier avance en el Diálogo Social a que los empresarios desbloqueen la negociación colectiva. Según recordó el líder sindical, los representantes de los trabajadores mantienen una “profunda desconfianza” hacia los negociadores empresariales, después del incumplimiento de la patronal en la renovación de 1.100 convenios que afectan a un millón y medio de trabajadores, según cálculos de UGT.
Sin embargo, la falta de resultados en esta mesa ha llegado incluso al Gobierno, dos de cuyos miembros han mantenido un fuego cruzado a cuenta de la negociación colectiva. Así, antes de recibi la amonestación sindical, el propio Corbacho recriminó hace días a su compañero de filas, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, unas manifestaciones en contra de la negociación colectiva en los términos actuales.
Enemigo declarado de esa fórmula, el ‘número dos´de Economía, José Manuel Campa, se mostró la semana pasada partidario de fijar las subidas salariales en función de la productividad, y no de la previsión de inflación como hasta ahora. Poco después, Corbacho recordó a Campa que el Gobierno no participa en esta mesa de salarios.
Otras voces, entre ellas las del ex ministro Solbes y también la del polémico gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, han criticado también la revisión salarial centralizada en función de la inflación. Un acuerdo por otra parte del que se descolgó la patronal el pasado mes de enero, al recomendar a sus asociados alzas salariales menores al 2 por ciento pactado.
En contra, los sindicatos defienden el valor de una mesa que ha permitido moderar el crecimiento de los salarios en la época de ‘vacas gordas’, cuando los trabajadores no participaron de los millonaros beneficios de las empresas, afiman los sindicatos. Ahora, tras la época de bonanza, los sindicatos critican que la patronal se haya desmarcado de esto acuerdos que gozaron de más de una década de vida.
Días atrás, el ex ministro de Administraciones Públicas Jordi Sevilla también rompió una lanza por la negociación centralizada de convenios, que debería incluso ampliar su contenido hasta superar los 6.000 convenios actuales que se negocian al año; eso sí, a cambio de flexibilizar las condiciones para que una empresa se descuelgue de los acuerdos si le vienen mal dadas.
Los sindicatos van más allá y piden que la única reforma laboral consista en reforzar la negociación colectiva, insistió hoy Toxo. En este sentido, esta mesa debería dotar de mayor peso a los trabajadores a la hora de tomar decisiones en las empresas. En contra de las peticiones empresariales, que abogan por un nuevo contrato (del siglo XXI) que abarate el despido.
Para los sindicatos, el único cambio laboral debería perseguir que loe empresarios puedan seguir recurriendo sin motivo a la contratación temporal. En este sentido,k Toxo pidió hoy recuperar demandó la figura de trabajador fijo discontinuo, hoy en desuso.
La legislación española debería fijar topes a la temporalidad, continúo Toxo, a imagen del reciente acuerdo de la función pública, que limita al 8 por ciento el número de trabajadores temporales en las administraciones públicas, muy lejos del 50 por ciento que existe hoy en los ayuntamientos, explicó.
LEY DE ECONOMÍA SOSTENIBLE
Toxo presentó hoy el documento 'Propuestas para el cambio de modelo productivo' que ha elaborado su sindicato sobre el cambio del modelo productivo y en el que han participado diversos economistas, sociólogos y expertos medioambientales.
Así, el sindicato establece en este documento cuatro grupos de sectores que deberían convivir en el nuevo modelo económico: los sectores básicos (construcción, automoción, turismo), que tendrían que ser sometidos a un proceso de modernización; los emergentes (energías renovables, alimentos procesados, agricultura ecológica, servicios sociosanitarios), que son los que "más impulso público" deberían recibir; los sectores apuesta de futuro (biomedicina y biocombustibles), y los sectores trasversales (I+D+i, educación y formación, TIC).
Toxo insistió en la necesidad de poner las herramientas y recursos necesarios para que la transformación del modelo económico sea una realidad, y recordó que, tal y como estaba configurando dicho modelo (apoyado en la mano de obra intensiva y en un tejido empresarial "poco innovador"), España también habría entrado en crisis aunque no se hubiera producido una deblacle en el sistema financiero.
Para el líder del CCOO, el Gobierno debería utilizar las propuestas del sindicato para dotar de contenido “de verdad” a la futura ley de Economía Sostenible. El líder sindical contrapuso el informe, que calificó de “análisis riguroso”, con el primer borrador presentado por el Gobierno. “Tal vez este informe le sirva de referencia al Gobierno”, aventuró, tras criticar los recortes previstos en inversión productiva e I+D+i previstos en los próximos Presupuestos del Estado.
