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NUEVATRIBUNA.ES- 13.04.2010

Ni el tono ni la música. El Gobierno ha dejado helados a los sindicatos con su última propuesta de reforma laboral. Comisiones Obreras llegó hoy a acusar al Ejecutivo de no entender cómo funciona el mercado laboral español. Una pieza clave en la recuperación -un problema “españolísimo”, según recalcó hoy el Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que continuará hasta el verano en el centro de la polémica.

Después de una nueva reunión, el secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, afirmó hoy que "no le gusta ni el tono ni la música" del documento de propuestas que presentó ayer el Gobierno a los agentes sociales en la mesa de diálogo social para la reforma laboral.

Toxo, en declaraciones a RNE, se quejó de que el Ejecutivo "haya pillado de mala manera" la propuesta que ha hecho su sindicato de explorar vías como el modelo austriaco para resolver problemas en el despido.

El dirigente de CCOO señaló que existen "problemas de fondo" sobre cómo entiende el Gobierno que se está produciendo en España el despido y cuál es la función de la contratación y de las relaciones laborales en la creación de empleo.

En su opinión, el Ejecutivo insiste en "fórmulas que ya están agotadas" y, en lugar de analizar la posibilidad de reducir el número de contratos y simplificar los contratos estables (con uno sería suficiente, según Toxo), "se dedica a precarizar todavía más la contratación a tiempo parcial y otras".

Tampoco le convence a Toxo la propuesta del Gobierno de ampliar el uso del contrato de fomento del empleo estable (indemnización por despido improcedente de 33 días por año trabajado), porque este contrato nació hace trece años con una vocación temporal y en determinadas circunstancias y últimamente apenas se utilizaba.

"Había entrado en desuso porque las empresas cuando tienen una actividad estable no piensan en cuánto les va a costar el despido. Con el contrato indefinido ordinario (despido de 45 días por año) es más que suficiente, pero podemos buscar una vía para minimizar el coste del despido cuando éste sea inevitable sin minorar los derechos indemnizatorios de los trabajadores, esto es más útil que algunas ocurrencias que además aparecen desdibujadas en el documento", opinó.

Toxo confesó que se "teme lo peor" respecto a las medidas para hacer más atractiva la contratación estable, pero insistió en que todavía hay una oportunidad por delante para avanzar en las negociaciones.

"No se trata de trasladar a España modelos de otros países de forma mecánica, pero podemos ver lo del modelo austriaco", señaló Toxo, que indicó que en todo caso el dinero para el fondo que surgiría de este modelo no tendría que aportarlo el Estado, sino las empresas en general y la que produce el despido concreto de un trabajador.

Ahora bien, apuntó Toxo, el modelo austriaco sólo debería ser aplicable en los casos de despidos objetivos, fundamentados en una causa, y no en los disciplinarios, que acaban siendo en su mayoría improcedentes. De lo contrario, advirtió, "se pervertiría un modelo que haría más precarias las condiciones de trabajo".

QUIERE UN ACUERDO EN DOS FASES

En todo caso, Toxo dijo que aún se está a tiempo de avanzar en el diálogo, al que nunca renunciará CCOO, y señaló que existen ciertos elementos de avance entre las partes en materia de bonificaciones a la contratación y un plan de empleo para jóvenes y parados de larga duración.

Para el líder de CCOO, lo idóneo sería alcanzar un acuerdo en dos fases, con las medidas más urgentes para frenar la destrucción de empleo en un primer paquete, y después, en un segundo tiempo, buscar aquellos elementos estructurales del mercado laboral que pueden necesitar su reforma porque el mercado laboral, reconoció, "muestra ya síntomas de agotamiento tras 30 años de Estatuto de los Trabajadores".

"No vamos a renunciar al diálogo. Tenemos la obligación de llegar a un acuerdo", manifestó el dirigente sindical.

Toxo arremete contra el Gobierno tras la última reunión del diálogo social