sábado. 27.04.2024
LUIS MARTÍNEZ / NUEVATRIBUNA.ES - 3.3.2009

El Banco de Santander ha comunicado a los clientes de su fondo inmobiliario que han perdido un 7,5 por ciento de su inversión desde diciembre tras la tasación extraordinaria aprobada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a petición del grupo presidido por Emilio Botín. Los clientes, a quienes el fondo mantiene ‘congelados’ sus ahorros, tratan ahora de frenar el proceso de venta de los inmuebles propiedad del mayor fondo inmobiliario español, y dirigen sus sospechas hacia los partícipes que abandonaron el fondo en octubre, que fue el último mes en que el fondo ofreció rentabilidad positiva.

El Santander avanzó hoy martes que ha completado la tasación extraordinaria que pidió en diciembre a fin de “adecuar” el valor del fondo a la realidad del mercado inmobiliario español. Tras la caída de un 4,21 por ciento del valor del fondo comunicada en enero, la gestora de Santander Banif Inmobiliario dijo hoy que el fondo ha perdido otro 3,31 por ciento de su valor, lo que deja la participación en 1.374 euros, mientras que el patrimonio total del fondo se reduce a 3.153 millones de euros, desde los 3.401 millones que valía en diciembre.

Como se recordarán, el pasado 16 de febrero, Santander comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la decisión de congelar durante dos años los reembolsos del fondo después de que sus partícipes solicitaran el reembolso de un 80 por ciento del capital.

Rentable hasta octubre

El fondo Santander Banif Inmobiliario ofreció rentabilidad hasta el mes de octubre de 2008. Ese mes algunos partícipes retiraron cerca de 600 millones de euros, lo que supuso un 15 por ciento del capital total del fondo en aquel momento.

Los partícipes consultados por nuevatribuna.es sospechan que esos clientes que abandonaron el fondo en octubre contaban con información acerca de la evolución posterior de la participación.

En noviembre, un mes después de esta salida, y cerrada la posibilidad de abandonar la inversión hasta febrero, el fondo comienza a perder rentabilidad. La participación baja entonces en torno a dieciocho euros, desde los 1.531,27 euros de octubre a los 1.513,33 euros de noviembre. Es la segunda ocasión en que el fondo pierde rentabilidad en sus quince años de vida.

En diciembre se repite la rentabilidad negativa cuando la participación cae en torno a 28 euros, desde los 1.513,33 euros de noviembre, hasta los 1.485,98 euros de diciembre.

Pero, antes, a mediados de diciembre, una carta llega a los partícipes. En ella, el presidente de la gestora Pedro Ruiz-Olivares les informa de que la gestora ha solicitado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la realización de una “tasación extraordinaria” a fin de adecuar el valor del fondo a la realidad del mercado inmobiliario español, que en ese momento se encuentra en caída libre.

La CNMV aprueba la solicitud del Santander y el grupo encarga a Tasamadrid la tasación de los inmuebles de cuyas rentas se nutre la rentabilidad del fondo: viviendas libres, oficinas y locales comerciales.

Entre tanto, los partícipes se manifiestan “confusos y desorientados” a través de los foros de internet, entre ellos el de nuevatribuna.es, que informó el día 31 de diciembre a sus lectores de los posibles efectos de esta tasación extraordinaria.

Finalmente, en febrero llega el momento de decidir y los clientes deciden retirar más de un ochenta por ciento del capital del fondo, lo que provoca la suspensión de los reembolsos, puesto que el fondo no dispone de liquidez para reintegrar los 2.617 millones que los clientes quieren retirar sin éxito.

Pocos días después, el 19 de febrero, el diario NegOcio informa de que el Santander ha vendido el primer edificio propiedad del fondo “a un amigo de Ana Patricia Botín” llamado Ignacio Pérez Bernat, administrador único de la sociedad Castelllana Gestión Patrimonial, y perteneciente a la familia que fue dueña de la cadena de electrodomésticos Menaje del Hogar.

El fondo vende su primer activo, un edificio de oficinas situado en el madrileño Paseo de la Castellana, por poco más de 23 millones de euros, un 17 por ciento menos de su valor de tasación de enero, y anuncia que busca comprador para su mejor activo, el centro comercial Plenilunio de Madrid, valorado en diciembre en 319 millones de euros.

Por su parte, los afectados han contactado con los despachos de abogados Moreno-Luque, Cremades & Calvo-Sotelo, y con la organización de consumidores Adicae, quienes han mostrado su intención de defender a los damnificados por el ‘corralito’ del Santander.

“Vamos a luchar hasta el final”, dijo ayer a nuevatribuna.es el abogado madrileño Juan Antonio Moreno-Luque, quien lidera la asociación Activa y que se ha destacado en la defensa de lo que denomina el “ahorro popular”.

Moreno-Luque anunció que pedirá al Gobierno que revoque la autorización de la gestora del Santander después de la pérdida de confianza de los partícipes que, a su juicio, demuestra que no está capacitada para defender los intereses de los partícipes de Santander Banif Inmobiliario.

Además, Moreno-Luque ha asegurado a este periódico que defenderá a todos los partícipes que se integren en la asociación, independientemente del valor de su participación.

Santander rebaja un 7,5 por ciento el valor de Banif Inmobiliario