El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha asegurado hoy que “endeudarse no es de izquierdas” sino que un proyecto de izquierdas se sustenta en “dirimir gastos” “por el interés general”.
Rubalcaba, durante su intervención inicial en un acto en Fuenlabrada con colectivos vecinales, rechaza la idea de que endeudarse sea de izquierdas. “De izquierdas es pagar tus políticas sociales”, aseguró, “dirimir los objetivos de gasto en función de los intereses de los sectores más débiles” es “recaudar los ingresos tratando de que paguen más los que más tienen” ordenando los gastos “para que lleguen “a los que más los necesitan”. Y además, ha remarcado que un proyecto de izquierdas no trata de “endeudarse y endeudarse” para encontrarse después “con que no tienes otra cosa que hacer que pagar los intereses de la deuda”.
Ha defendido la reforma de la Constitución que va a dar a España “estabilidad”. A partir de ahora “hay unos límites razonables” de deuda “que tienen que ver con lo que puedes pagar manteniendo tu autonomía” para poder tener una política presupuestaria. “Te tienes que endeudar para hacer proyectos, pero sabiendo que lo puedes pagar”, ha añadido.
Rubalcaba ha insistido también en que el acuerdo sobre la reforma de la Carta Magna abre el camino a “unas finanzas estables, una deuda pagable para que nuestro país pueda hacer una política propia que no esté en manos de aquel al que le debemos”, zanjó.
Ha insistido, además, en que el acuerdo de incluir en la Constitución la estabilidad presupuestaria responde a las necesidades de la economía española, a sus retos internos, y también del contexto internacional, si se quiere una Europa más fuerte: “estableces una norma para salir al paso de tus problemas y fijas un marco de futuro para que no vuelva a pasar aquello que te ha conducido aquí”.
El candidato ha apuntado también que el acuerdo muestra al mundo que “somos un país en el que se puede confiar, solvente, que va a pagar sus deudas y que tenemos un camino marcado”. Rubalcaba cerró su intervención recordando además, que nuestro país no puede hipotecar su futuro y que “no hay nada que hipoteque más una sociedad que una deuda, deber aquello que no puedes pagar”.
