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NUEVATRIBUNA.ES - 26.03.2009

Las ayudas a la compra de automóviles concedidas en tres países europeos han conseguido revertir el proceso de destrucción de empleo en las plantas españolas de Renault.

La filial española del fabricante fránces anunció hoy que recortará el alcance del expediente de regulación de empleo (ERE), en vigor hasta el 31 de mayo, y sus factorías tendrán incluso que trabajar algunos sábados a partir de abril como consecuencia del "puntual" aumento de la demanda registrada en los países europeos donde se han articulado ayudas directas a la compra de vehículos.

AYUDAS EN ALEMANIA, FRANCIA E ITALIA

Según el fabricante, las ayudas que desde principios de año tienen países como Alemania, Francia e Italia, valoradas entre 1.000 y 2.500 euros por vehículo, están "evitando que las fábricas españolas tengan que parar”.

Al contrario, las plantas españolas "requieren un ajuste temporal al alza" en las factorías que tiene en España, debido sobre todo al aumento de la demanda de los modelos pequeños y medios.

PLANES DE APOYO EN LA UE

Por otro lado, la Comisión Europea anunció hoy que destinará 100 millones de euros para financiar tecnologías y productos "verdes" para el sector automovilístico en 2010 de un total de 1.000 millones de euros previstos hasta 2013.

El objetivo es mejorar la eficiencia energética, reducir las emisiones de C02 y aumentar la competitividad de la industria europea para "salir más fuerte de la crisis".

El Ejecutivo comunitario considera "esencial" realizar "inversiones estratégicas" para "reforzar la competitividad industrial" de la Unión, "especialmente en los sectores más afectados por la crisis", como son, además del automóvil, la industria de la construcción y la manufacturera, que también se beneficiarán de las ayudas, según explicaron fuentes comunitarias.

Asimismo, el pleno del Parlamento Europeo instó esta semana a los Veintisiete y a la Comisión Europea a que "aceleren, simplifiquen y aumenten el apoyo financiero destinado al sector del automóvil" en la Unión, especialmente a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y la autorización de garantías estatales para préstamos con bajos tipos de interés.

La Eurocámara entiende que estas ayudas contribuirían a "estimular la demanda de vehículos nuevos, en beneficio del crecimiento económico, del medio ambiente y de la seguridad vial".

Los eurodiputados piden en su resolución que "todas las medidas financieras o fiscales, incluidas las relativas al desguace, deben apoyar y acelerar la necesaria transformación tecnológica del sector, especialmente en lo que se refiere a la eficiencia energética de los motores y a la reducción de las emisiones".

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