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NUEVATRIBUNA.ES - 11.11.2009

CCOO trazó hoy la primera línea roja en el proceso de deshielo de las relaciones entre empresarios y sindicatos. Mientras se completa el desbloqueo de los convenios de 2009, y aún pendiente la firma del acuerdo para los próximos tres años, el secretario de acción sindical de Comisiones Obreras, Ramón Górriz, apoyó hoy la reducción de jornada en las empresas -con cargo al Erario público- si bien matizó que esto no debe llevar aparejado un impulso a la contratación a tiempo parcial, un foco de precariedad, según el sindicato, debido a los bajos salarios españoles.

Górriz recordó hoy que el sindicato ya propuso "hace tiempo" la necesidad de que en este país se aplicase el llamado ‘modelo alemán’, la fórmula que permite a los trabajadores seguir trabajando con una jornada reducida y completar su sueldo con cargo al Estado. Eso sí, Comisiones Obreras considera que ese dinero no debe salir de las prestaciones por desempleo, sino a través de otra fórmula similar a la aplicada en Alemania.

"Creemos que es una propuesta que, si se lleva a la mesa del diálogo social, los sindicatos mostrarían su apoyo, pero habría que concretar cómo se hace porque no se puede llevar a cabo potenciando los contratos a tiempo parcial que en nuestro país son los más precarios y afectan a mujeres, jóvenes e inmigrantes", dijo Górriz.

Recordó que en España los salarios son tan bajos que su reducción no permite una subsistencia, por lo que se hace necesario que la parte que se reduzca de los salarios debe ser completada por el Gobierno.

"Esto significaría mantener el empleo, el poder de compra de los salarios y además, de cara a los empresarios, supondría mantener las plantillas, la formación y la cualificación", dijo el sindicalista.

EL PROBLEMA DE LAS MICRO EMPRESAS

Por su parte, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, consideró ayer una "buena idea" estudiar la reducción de la jornada laboral combinada con prestaciones sociales para los trabajadores, aunque ha recordado que en España "ya existen los expedientes de regulación temporal de empleo" que "son precisamente exponente de este tipo de políticas".

En su opinión, es necesario buscar alguna alternativa para las microempresas en las que "es muy difícil plantear un expediente de reducción de jornada laboral". Y añadió que "son las microempresas las que están experimentando una destrucción de empleo muy intensa".

Además, Méndez pidió que no se hagan "comparaciones facilonas con Alemania" ya que "la situación y la solvencia de las empresas de ese país es superior a la de las empresas de nuestro país".

Por otro lado, Cándido Méndez se refirió a la "necesaria" reforma laboral que, en opinión de la CEOE, debe aplicarse en el país, y recalcó que los sindicatos "no queremos que se juegue con la semántica". "¿Por qué le llaman reforma cuando quieren decir recorte?", se preguntó el secretario general de UGT, quien advirtió de que "se empieza a jugar con la semántica" porque "hay reformadores que empiezan a ser recortadores".

"Reducir salario, abaratar despidos y precarizar el empleo ahondaría aún más en los efectos de la crisis; lo que se debe hacer es cambios y reformas para corregir los abusos", aseguró el sindicalista, quien insistió en que "aquél que confunda recortes con reformas no está en la lógica que queremos las organizaciones sindicales para recuperar el diálogo social".

EL MODELO ALEMÁN

El modelo alemán pretende reducir los gastos a las compañías para que puedan sostener el empleo y, a su vez, evitar que caiga más el consumo al compensar los salarios.

Según este modelo, el Estado compensaría la disminución del sueldo de los trabajadores con la parte correspondiente de la prestación de desempleo, y, de igual modo, bonificaría la parte de las cotizaciones sociales a la empresa.

Así, la empresa que haya visto reducida su producción y precise ajustar su plantilla podría eludir el despido colectivo mediante esta reducción de jornada subvencionada por el Estado.

Los trabajadores afectados por la medida deberían asistir a cursos formativos en las horas que tengan libres, tras la reducción de jornada, según indica el Ministerio de Trabajo. Estos cursos -financiados por los Servicios Públicos de Empleo (SPE)- estarían vinculados al tipo de trabajo que desarrolla el empleado en la empresa.

La próxima semana el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, se reunirá con su homólogo austríaco para conocer más sobre las técnicas realizadas en el país.

Quién pagará en España el modelo alemán para el empleo