martes. 19.03.2024
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Hoy es día de Reyes. Y las sorpresas también pueden venir en forma de dinero, ya que se celebra el tradicional sorteo de la Lotería de El Niño, que repartirá 700 millones de euros. Así, mientras muchos desenvuelven sus regalos otros tantos serán agraciados por sus décimos y papeletas. Pues bien, en este escenario y aunque lo habitual resulte que el titular sea una persona y no una empresa, conviene recordar que los premios de Loterías de las sociedades se han disparado hasta superar en el periodo comprendido entre enero y octubre de 2017 los 86 millones de euros, lo que supone multiplicar por nueve lo recaudado en el mismo período de 2016.

Un aumento lo suficientemente vertiginoso como para hacer saltar las alarmas. Un incremento lo suficientemente significativo como para sospechar que algunos empresarios están maniobrando para desviar a sus empresas el dinero que corresponde a sus décimos y papeletas premiadas, con el objetivo de reducir la tributación. Y es que si bien es cierto que Hacienda grava al 20% los premios superiores a los 2.500 euros, no es menos cierto que las compañías deben integrar el premio en la base imponible del impuesto sobre sociedades, y tributar al tipo nominal, tributando a tipos efectivos que puede ser hasta casi tres veces inferiores al gravamen de loterías.

Además, las empresas que se encuentren en pérdidas pueden obtener la devolución de la retención del 20% del premio y, por ende, no tributar por sus décimos agraciados. Una ventaja fiscal que da pie a unas trampas que, a su vez, están detrás de que hasta el pasado mes de octubre las retenciones por premios del Impuesto de Sociedades escalara por encima de los 17 millones de euros, frente a los 1,9 millones del mismo periodo del año anterior.

De igual modo, estas maniobras explicarían el llamativo aumento de la supuesta suerte que tienen las empresas en estos sorteos, después de que las retenciones del gravamen sobre Loterías se haya incrementado un 798,9% en el último año, a diferencia del modesto aumento del 5,2% que ha experimentado el de las personas físicas.

Estos quiebros al fisco no pueden, ni deben, pasar desapercibidos. Y para evitarlos resultaría fundamental que los premios de loterías que ganen las sociedades tributaran igual que los de las personas físicas. Se trataría de una medida que no sólo incrementaría la recaudación de Hacienda sino que serviría para cercar a los tramposos y fortalecer la lucha contra el blanqueo de capitales en el que algunas de las sociedades supuestamente agraciadas podrían estar incurriendo.

Por otra parte, si los datos de Contabilidad Nacional no arrojan ninguna sorpresa de última hora, España ha estrenado 2018 como el único país de la Unión Europea con el déficit público por encima del 3%, lo que conlleva estar sometido al procedimiento de déficit excesivo y encontrarse bajo la lupa de Bruselas. En este contexto, cualquier ayuda que contribuya a aumentar los ingresos de las arcas públicas debe ser bienvenida. Y nuestra propuesta de igualar la tributación de las sociedades con la de las personas físicas engrosaría la recaudación, porque el gravamen del 20% que habría que exigir a las empresas por encima de los primeros 2.500 euros del premio al décimo supera la carga real del Impuesto de Sociedades -el tipo efectivo se sitúa en el 12,2% del beneficio contabilizado por las pymes y en el 7,3% del beneficio de los grandes grupos empresariales-.

Si el fin del gravamen sobre loterías que se implantó en 2013 era el de lograr una recaudación adicional para acercar los objetivos de estabilidad presupuestaria, no tuvo en cuenta a las compañías, ya que el Gobierno consideró que casi la totalidad de los décimos premiados continuarían recayendo en personas físicas. Pero visto lo visto y detectadas las trampas, ha llegado la hora de promover una modificación legal para que todos los premios tributen igual, independientemente de quién sea el titular.

En definitiva, para acabar con estas maniobras los técnicos de Hacienda deberíamos recibir la autorización del ministerio para comenzar a inspeccionar a todas aquellas empresas en números rojos que hayan resultado agraciadas en sorteos de Lotería desde 2013. Urge modificar la legislación, ya que a fin de cuentas –y pese a que no conste en el refranero- quien hace la ley puede evitar que se haga la trampa.

CARLOCRUZADO

Contesta Carlos Cruzado

Presidente de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA)

¿Por qué los premios de loterías que ganan las empresas deberían tributar igual que los...