La compañía dijo que el cierre previsto de la fábrica de Cluj se traduciría en 2.200 puestos de trabajo, mientras que se reducirán 1.300 de la sección de la compañía que se encarga de los servicios de ubicación y de la unidad de negocio de Comercio.
Los últimos despidos anunciados este jueves están en la parte superior de los planes establecidos en abril para ahorrar 1.000 millones de euros, que contemplaban el despido de 4.000 empleados.
Nokia ha luchado este año con la caída de las ventas y las ganancias después de que el grupo dijese en febrero que utilizaría el software de Microsoft para sus teléfonos inteligentes, pero el primero de estos modelos no llegará al mercado hasta finales de este año.
El precio de las acciones de Nokia se ha reducido a la mitad desde que anunció el acuerdo con Microsoft por las preocupaciones sobre que la compañía pierda cuota de mercado mucho antes de que los nuevos teléfonos salgan y que por ello nunca pueda recuperar el terreno perdido.
Las acciones han caído un 1,1 por ciento a 4.132 euros en las últimas horas, en línea con las compañías de tecnología más débiles de Europa. Por otra parte, el proveedor de Nokia Digia ha acordado reducir 170 empleos en sus operaciones de Finlandia y podría reducir hasta 80 más ya que renovó su negocio.
