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NUEVATRIBUNA.ES/ L.M. - 11.06.2010

La huelga general está convocada. Sólo falta ponerle fecha, tras la reunión de este viernes, donde los sindicatos conocieron los términos de la reforma laboral que el Ejecutivo pretende aprobar el miércoles de la próxima semana, con la intención de que pueda entrar en vigor este mismo mes de junio. A juicio de los sindicatos, el Gobierno ha elaborado una reforma “inspirada por los empresarios” que abre la puerta a que éstos puedan “despedir más y más barato”.

El Gobierno presentó hoy a los agentes sociales su modelo definitivo de reforma laboral. Con resultados nefastos, según lo que se pudo escuchar a Toni Ferrer y Ramón Górriz, encargados de la negociación por UGT y CCOO, respectivamente, en la mesa del Diálogo Social. Según su juicio, el Ejecutivo “abre en canal la negociación colectiva”. Por si fuera poco, la reforma ni siquiera combate, a su entender, la temporalidad. Y convierte a las empresas de trabajo temporal en “un negocio”. Además, pretende convertir el actual contrato indefinido en algo “residual”, a fuerza de “globalizar” el contrato de fomento del empleo, la gran apuesta del Gobierno en su estrategia de salida de la crisis en este campo.

En contra de la opinión sindical, el Gobierno afirma en el documento conocido hoy su intención de combatir la temporalidad sin causa y algunas novedades en los costes del despido. Además, el Ejecutivo asegura que pretende impulsar la contratación indefinida.

Entre los principales cambios destacan los del sistema de indemnizaciones por despido. Otras modificaciones afectan a la temporalidad y al encadenamiento de contratos temporales. También se pretende generalizar la contratación indefinida, mediante el contrato de fomento del empleo. Además, las empresas de trabajo temporal (ETT) logran alguna de sus tradicionales reivindicaciones.

Las indemnizaciones por despido destacan entre los cambios previstos en esta reforma. El Gobierno pretende implantar en España un sistema similar al implantado en Austria. Y transformar estas indemnizaciones en un Fondo, a nombre del trabajador. Este Fondo permitiría al trabajador capitalizar su indemnización y trasladarla de una a otra empresa. De tal modo que iría acumulando su indemnización a lo largo de la vida laboral. Y podría emplearla en formación, o bien cobrarla, o incluso, si no la ha consumido, reservarla para la pensión.

Por la parte empresarial, CEOE logra su pretensión de que se abarate el despido. Si finalmente se aprueba la reforma del Gobierno, será el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) el que pague parte de las indemnizaciones de los nuevos contratos, cuando se despide un trabajador. El Fondo asumirá ocho días de esa indemnización, siempre que se traten de contratos de fomento del empleo, con una indemnización de 33 días por año trabajado. Aunque no será para todos los contratos, como en un principio se planteó.

Uno de los motivos de la furia sindical es la extensión del contrato de fomento del empleo. Con la reforma, nuevos colectivos podrán firmar este contrato, que prevé una indemnización más baja que el convencional. Ya no hará falta estar seis meses en el paro, como hasta ahora, sino sólo tres. También podrán firmarlo aquellos parados que no hayan firmado otra cosa que contratos temporales los últimos dos años. Además, las empresas podrán convertir a sus temporales en indefinidos mediante esta modalidad. Al acabar 2012, el Gobierno evaluará los resultados de estos cambios en el contrato de fomento.

El Gobierno pretende además derivar hacia este contrato a buena parte de los temporales, a lo largo de este año. Además, limitará la duración máxima del contrato de obra y servicio hasta dos años, ampliables un año más mediante la negociación colectiva. A su vez, restringirá el encadenamiento de contratos temporales. Y elevará la indemnización de estos contratos, desde los ocho días actuales, hasta los doce, una cifra a la que se llegaría progresivamente en 2014.

Los empresarios que contraten a través de ETT tendrán que asumir las indemnizaciones de sus temporales. Y no como hasta ahora, cuando son las ETT las que asumen ese coste. Según el Gobierno, esta medida permitirá reducir también la temporalidad.

En el caso de los despidos colectivos, las empresas podrán utilizarlos cuando arrojen pérdidas económicas no pasajeras. También se prevé que puedan recurrir a estos despidos cuando cambien en los sistemas de trabajo, entre otras causas. La empresa deberá acreditar que los despidos ayudan a superar las dificultades que impiden la buena marcha económica de la misma.

> PDF: Borrador del Gobierno sobre la reforma laboral

Los sindicatos anuncian una huelga general tras conocer los planes del Gobierno