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NUEVATRIBUNA.ES - 14.01.2010

Los promotores del ‘Manifiesto de los cien’ lanzaron hoy nuevas propuestas tras alertar contra las intenciones del Gobierno de aprobar una reforma laboral “descafeinada”. Entre otras medidas, los economistas agrupados en Fedea defendieron un modelo de contrato único que permitiría rebajar la tasa de paro hasta niveles anteriores a la crisis en el plazo de seis años y medio.

Para este grupo de economistas agrupados en Fedea –una fundación que recibe financiación pública y privada; y que cuenta entre sus patronos a empresas como Iberdrola, La Caixa, Santander, Banesto, entre otros-, el cambio de modelo productivo no garantiza la creación de empleo que necesita la economía española. Al contrario, si la economía española incrementa su productividad, la generación de empleo se retrasará al menos veinte años mientras se logra volver a tasas de paro inferiores al 10 por ciento.

Por este motivo, y porque la vuelta al ‘ladrillo’ está totalmente descartada, en opinión de los economistas, España precisa de una combinación de medidas que incluyen, no sólo una reforma laboral, sino también un efectivo viraje hacia un nuevo modelo de producción. Según sus cálculos, su propuesta de reforma laboral acortaría a poco más de seis años la vuelta a una tasa de paro aceptable.

“El mercado laboral español está en permanente ebullición”, explica uno de los promotores de la Propuesta de reactivación laboral en España, Juan José Dolado. “La clave está en la brecha de la indemnización”, añade, tras explicar que el frenesí español tan sólo es comparable con el dinamismo del mercado de EEUU, donde no existen indemnizaciones por despido. El motivo de esta alta tasa de rotación hay que buscarlo el “dolorosísimo” precio que las empresas deben pagar para convertir en fijo a un trabajador temporal.

Por este motivo, los economistas abogan por implantar un modelo único de contrato único “que acabe de una vez” con la brecha salarial y en los costes de despido entre trabajadores fijos y temporales.

Ser fijo o temporal condiciona multitud de decisiones en la vida de los trabajadores, no sólo con relación a las mayores tasas de ahorro que tienen los temporales, sino también respecto a su tasa de fertilidad, etcétera.

La propuesta de Fedea parte de una indemnización de 12 días por año trabajado, muy lejos de los 45 días de los actuales indefinidos, aunque por encima de los 8 días ó 0 días de los temporales. Esta indemnización iría aumentando año tras año hasta alcanzar un máximo de 36 días por año trabajado tras doce años de permanencia en la empresa, es decir, crecería dos días por año trabajado.

El contrato único propuesto por el grupo de economistas laborales no tendría carácter retroactivo, lo que deja fuera a más de un 40 por ciento del conjunto de la población activa –los indefinidos- que no se verían afectados por las condiciones del nuevo contrato. También fija una indemnización única.

Fedea, que dice ser una organización independiente con miembros de todas las tendencias políticas, compara su propuesta con el contrato único –con 20 días de indemnización- propuesto por la patronal. “Esta propuesta no tiene nada que ver con la realizada por la patronal CEOE, que sí reduciría la protección de la mayoría de los trabajadores en comparación con la situación actual”, afirman.

Según los modelos o simulaciones realizados por un grupo de expertos, la reforma laboral de un contrato único propuesta implica que, por cada trabajador que se viera perjudicado, se beneficiarían otros cinco.

“La regulación española, además de ser ineficaz, es profundamente injusta”, justifican. Y sus defectos se observan no sólo ahora, en época de crisis, cuando las empresas han hecho el ajuste sobre las espaldas de los trabajadores temporales, sino también en épocas boyantes, cuando los temporales se ven sometidos a despidos “artificiales” que sólo buscan evitar hacerlos fijos.

Para evitarlo, los economistas proponen eliminar el salto abrupto entre las indemnizaciones que cobra un trabajador temporal –de 0 a 8 días por año trabajado- y las que cobra un indefinido –entre 33 y 45 días por año trabajado-.

El problema de la temporalidad española se manifiesta incluso entre sectores. Así por ejemplo, la construcción española tiene una tasa de temporalidad un 30 por ciento mayor que la construcción en Alemania, cuando en teoría se dedican a hacer lo mismo.

Sin embargo, la reforma de Fedea no se limita al contrato único sino que avanza en la propuesta de otras reformas que juzgan indispensables para volver a un rápido crecimiento del empleo.

Fedea urge a reformar la protección por desempleo y caminar hacia una prestación más generosa pero de menor duración. Además, aboga por reformas en la Negociación Colectiva, que consiga poner en valor el capital humano, así como replantearse de raíz el cuantioso gasto que la Administración realiza en políticas activas de empleo, debido a la “dudosa” eficacia de las bonificaciones y subvenciones.

Además, los promotores del Manifiesto de los Cien –que provocó hace un año la respuesta sindical con un nuevo manifiesto (de los 700)- dudan de la eficacia en España de una reducción de la jornada de trabajo temporal a la alemana, la famosa Kurarbeit, que es “sensata” en el país germano porque Alemania no debe variar su modelo productivo.

Al acabar la crisis, “Alemania continuará haciendo lo mismo”, ilustra el profesor Dolado. No es el caso de España que debe transformar su modelo productivo por lo que no tiene sentido subvencionar el mantenimiento artificial de empleos en sectores que no tienen futuro.

Por otro lado, los economistas pintan un negro panorama sobre el capital humano español lo que les lleva a pedir una reforma educativa, que luche contra el abandono escolar y dignifique la FP. Según Fedea, la población activa española “no tiene el nivel mínimo para aprovechar las TIC (nuevas tecnologías de la información)”.

Por otro lado, los economistas piden acabar con la discriminación de los contratos a tiempo parcial, que “nadie quiere” en España, ni los empresarios, ni los sindicatos, ni los trabajadores, a consecuencia de una doble discriminación que se traduce en bajos salarios.

INDEFINICIÓN DE RAJOY; DEBILIDAD DE DÍAZ FERRÁN

Ya en clave política, los economistas de Fedea han admitido hoy contactos, tanto con medios próximos al Gobierno, como con el Partido Popular. Con respecto a los conservadores, el impulsor del programa Juan José Dolado criticó hoy la “absoluta inespecificidad” de las medidas que en materia económica lleva proponiendo el principal partido de la oposición.

En su opinión, Rajoy se ha limitado a “esperar a ver pasar el cadáver de su enemigo” sin proponer nada concreto en materia económica. Por eso, los economistas de Fedea se mostraron sorprendidos al escuchar el otro día a Rajoy hacer suyos cuatro de los puntos que defienden el fin de la dualidad del mercado de trabajo defendido por los Cien.

En cuanto a Díalogo Social, los economistas han criticado hoy “la coalición del Gobierno con una de las partes”, dijeron, en referencia a los sindicatos, aunque tampoco ahorraron críticas a la patronal y en concreto a la posición de “debilidad” que muestra su presidente, Gerardo Díaz Ferrán, debido a los problemas de sus empresas. A su juicio, estos problemas abocan a Díaz Ferrán a abandonar su cargo al frente de los patronos españoles.

Los promotores del Manifiesto de los Cien se desmarcan del ‘contrato...