viernes. 19.04.2024

Los empresarios también reniegan de la 'reforma del despido' que les sabe a poco

La vuelta al tajo no disipa el ruido de sables en CEOE. El número de liberados importa poco a la patronal: “Hay otros temas mucho más importantes”. Abogados alertan sobre el “riesgo” del aumento de despidos tras la reforma.
NUEVATRIBUNA.ES / L.M.- 15.09.2010

El ruido de sables volvió hoy a presidir la junta directiva de CEOE. Los empresarios, reunidos para fijar posición sobre asuntos varios, no encuentran la fórmula para despedir a su presidente Gerardo Díaz Ferrán. Sin embargo, coinciden con los sindicatos en algo; como a estos, la reforma laboral del Gobierno socialista les parece inútil. No creará empleo, afirman. Ni reducirá el número de temporales. Por otra parte, aseguran que, esta vez, no están dispuestos a esperar a que el Gobierno les haga el trabajo sucio y muestran su "compromiso" para reformar la negociación colectiva junto a las centrales sindicales. Será después de la huelga general. Pero advierten: “Esperemos que el Gobierno no tenga que legislar”.

La vuelta al colegio pilla a CEOE con algunas asignaturas pendientes. A juzgar por el ruido de sables, algunos sectores no soportan ya la imagen que su presidente Gerardo Díaz Ferrán proyecta sobre el logotipo de la empresarial. La sombra de Marsans es alargada. Pero nadie, dicen, quiere pasar a la historia como el traidor que apuñaló al César. Ahora bien, en la oscuridad del off the record, en la patronal hasta los monos hablan inglés.

Hoy el secretario general de la empresarial, José María Lacasa, tuvo que salir de nuevo a explicar lo inexplicable. La renovación de la cabeza visible de la patronal “no estaba en el orden del día”. En el turno de preguntas, “nadie ha preguntado” por esta cuestión, añadió. Sin embargo, en fuentes empresariales citadas por El Mundo se advierte de que la patronal está buscando una salida airosa para el presidente de CEOE, perseguido por la sarta de irregularidades publicadas tras el derrumbe de su imperio empresarial. La cosa puede acabar en elecciones anticipadas, dicen.

Hasta entonces, la vida sigue igual. Salvo en algo. Y es que patrones y obreros, a las puertas de la huelga general convocada el 29 de septiembre, se han puesto de acuerdo en algo. La patronal también reniega de la reforma laboral aprobada por el Parlamento. Dicen que no servirá para crear empleo. Tampoco será útil para atajar la temporalidad. “Ha hecho muy poco en materia de contratación y se ha concentrado en el despido”, atacó hoy Lacasa, quien juzgó “insuficiente” el cambio normativo. También él esgrimió los últimos datos del paro, transcurridos dos meses desde la entrada en vigor parcial de la reforma -a través de un decreto ley- y destacó la caída en la contratación estable, hasta el 6 por ciento desde el 8 por ciento anterior. Sobre otra cuestión, como el numero de liberados, Lacasa se limitó a reiterar algunas cifras publicadas y desdeñó la polémica al señalar que en el sector privado hay tantos liberados como dictan la ley y los acuerdos. “Hay problemas mucho más importantes”, zanjó.

CUATRECASAS ADVIERTE DEL “RIESGO” DE DESPIDOS

Por su parte, el bufete de abogados Cuatrecasas publicó hoy un informe de la reforma laboral patrocinado por la agencia de empleo temporal Manpower. En la presentación del informe, el presidente del Instituto Internacional Cuatrecasas, Salvador del Rey, alertó de que la reforma aumenta el riesgo de que se generalicen los despidos al no solventarse el problema de la temporalidad, ni la flexiblidad interna que precisan las empresas. Tras recalcar algunos aspectos “positivos” de la ley, insistió en que la reforma incumple los dos objetivos fundamentales marcados en el preámbulo del texto legal: dar al empleo estabilidad y conseguir mayor flexibilidad interna.

Del Rey criticó que las empresas que deseen descolgarse de un convenio deban recurrir a un árbitro. “No es la solución. No tenemos árbitros”, lamentó, tras explicar que el desarrollo del arbitraje tardará al menos 2 y 3 años. Además, confirmó que los jueces verán “limitado” su papel a la hora de decidir sobre despidos por cambios organizativos, técnicos o de circunstancias de la producción.

No obstante, la ley opera una gran reforma en el mercado de trabajo sin parangón desde la de 1994, afirmó. “Se tocan instituciones esenciales del mercado de trabajo”, asegura. Criticó además la “inseguridad” que, en su opinión, creará el hecho de que vayan a coexistir dos tipos de contratos indefinidos. “Y la inseguridad no fomenta el uso del contrato indefinido”, sentenció.

Por el contrario, entre los pasos positivos, alabó el nuevo papel que jugará el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) al subvencionar una parte del despido. En su opinión, esto supone un reconocimiento de las tesis que ligan contratación y abaratamiento del despido, una opinión con la que discrepan otros expertos. Del Rey lamentó que se limite la contratación temporal y, en cuanto al despido, consideró que la causa económica será el precepto más difícil de interpretar entre todos los que tipifica la reforma. Aun así, el texto no logrará en su opinión “cambiar la lógica fundamental de nuestro mercado de trabajo”.

Los empresarios también reniegan de la 'reforma del despido' que les sabe a poco