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NUEVATRIBUNA.ES/ L.M.- 13.01.2010

Los controladores temen por su vida. El conflicto laboral que les enfrenta al Gobierno –que trata de reducir los elevados costes de gestión aeroportuaria, en parte debido a sus salarios- va haciendo mella en el colectivo de controladores aéreos, que denunciaron hoy la campaña de “desprestigio público” que sufren y que pone en peligro, según denuncian, “la integridad física” de los profesionales del control aéreo.

Los controladores agrupados en USCA –el sindicato mayoritario- denunciaron hoy la campaña de “desprestigio público y manipulación” puesta en marcha contra el colectivo, que pone en peligro “la integridad física” de sus profesionales.

“Se está poniendo en peligro, incluso, la integridad física de los profesionales”, lamentó el sindicato, que negocia en estos momentos un nuevo convenio colectivo tras cinco años de bloqueo. USCA recordó que las tareas de control aéreo exigen “un elevado nivel de concentración y serenidad que en nada se ve beneficiado por una situación de presión social y laboral como la que están soportando”.

Los controladores se sienten en la picota después de que el Gobierno revelara los salarios que se cobran en el sector. Según el ministro de Fomento, José Blanco, los controladores españoles ingresan “casi el triple” que los británicos –con una media de 334.000 euros en 2008- pese a su “excesivamente baja productividad”, y que “alguno llegó a cobrar hasta 900.000 euros por acumulación de horas extras”.

El Gobierno pretende reducir el déficit de 300 millones de euros de los servicios de navegación en 2009. Entre sus causas, señala directamente los elevados salarios de los controladores y, en concreto, las horas extra que se pagan “a precio de oro”, según Fomento.

La portavoz de USCA, Maite Merino, culpó el martes al Gobierno de la gran cantidad de horas extras que deben realizar los controladores españoles y que se debe a que AENA se niega a convocar nuevas plazas que cubran ese hueco.

Sin embargo, los planes del Ministerio de Fomento no pasan por convocar nuevas plazas de controladores. Por el contrario, el Gobierno planea sustituir este sistema por uno más barato denominado AFIS y que, según Fomento, garantiza la seguridad y se implantaría en los doce aeropuertos menos utilizados de España.

Sólo nueve de los 48 aeropuertos españoles gestionados por AENA –Alicante, Málaga, Gran Canaria, Tenerife Sur, Bilbao, Girona, Palma de Mallorca, Ibiza y San Javier (Murcia)- tuvieron beneficios en 2009, un año en que las pérdidas operativas del conjunto de aeropuertos españoles alcanzaron casi 424 millones de euros.

Entre las pérdidas operativas (antes de impuestos), destacan los 300 millones de Madrid-Barajas y los 42 millones de Barcelona-El Prat. Además, el próximo año los números rojos de los aeródromos españoles se verán incrementados, a pesar de que comienza a recuperarse lentamente el flujo de pasajeros.

En el lado de las ganancias, Alicante encabeza la lista con un beneficio de 43 millones de euros, seguido de Palma de Mallorca, con 37 millones y Tenerife Sur, con 14 millones.

Según las previsiones de Fomento, el aeropuerto de Barajas –con una deuda cercana a los 6.100 millones de euros- generará déficit hasta el año 2025, mientras que el de Barcelona-El Prat –cuya deuda asciende a 1.815 millones- lo hará hasta 2018.

Los controladores temen por su vida