sábado. 27.04.2024

La Recesión todavía estaba allí

LUIS MARTÍNEZ
Luz al final del túnel. O las puertas de una nueva crisis. Como la resaca, la retirada de estímulos amenaza con frenar la oleada de buenos datos en materia económica. El principal problema es que sigue sin recuperarse el empleo, como lo demuestra el dato de casi 62.000 parados más con el que ha cerrado el mes de agosto. Aún así, la cifra es menos mala que la de hace un año.
NUEVATRIBUNA.ES- 02.09.2010

La luz al final del túnel podría estar cerca. Esta excursión, sin embargo, no será en descapotable. Sin el aliento de los estímulos, los analistas dudan de la fortaleza del sector privado para tomar las riendas de la economía. Cuando se cumplen tres años de Gran Recesión, la carretera sigue sin estar despejada. La burbuja del crédito y su estallido han sembrado de obstáculos el mundo entero. La salida será global o no será, advierten algunos. El pesimismo español, un paro vertiginoso y el pesado fardo del déficit colocan a España en el pelotón de cola.

Buenos vientos soplan en la travesía del comercio mundial en el primer semestre. Según la Organización Mundial del Comercio (OMC), los intercambios crecieron un 25 por ciento respecto al año pasado. De nuevo, Estados Unidos muestra un mayor dinamismo. Y también su industria, que crece por encima de lo previsto. Una mejoría que no llega, sin embargo, a la construcción, que sufre el mayor castigo en una década en EEUU, según los datos del Instituto de Gestión de la Oferta (ISM).

A este lado del Atlántico, en España, la mejora industrial también se deja sentir. Pese a ello, no mejora el empleo. Y, lo peor, vienen curvas. Los próximos meses “será difícil mantener la expansión”, augura Andrew Harper, economista de Markit. Los malos augurios se reflejan en el número de pedidos para los próximos meses, que crecen a un ritmo más moderado.

El instituto Flores de Lemus apunta también la “tenue recuperación” del sector industrial. Según sus datos, las exportaciones y las ayudas públicas se hallan detrás del pequeño auge industrial. Una mejoría que, sin embargo, llega con retraso respecto a Europa y será “insuficiente” para crear empleo, anotan desde la entidad dependiente de la Universidad Carlos III.

SIN ESTÍMULOS

Según algunos, lo peor está por llegar. El final de la política de apoyo público a la economía amenaza con frenar en seco la recuperación. "El ajuste fiscal (…) penalizará a España y otros países de la periferia Sur”, sostienen en Standard & Poors (S&P), la agencia de calificación crediticia. Un frenazo cuyas consecuencias se sentirán incluso el año próximo. “Es improbable que aparezcan signos palpables de crecimiento positivo antes de finales del próximo año", dice el economista jefe en Europa de S&P, Jean-Michel Six, que pone también el acento en la falta de competitividad de la industria española.

A partir de octubre, se espera una ralentización del crecimiento. Y el paro, el mayor problema en España, tampoco dará tregua. Según la agencia, el desempleo escalará a tasas del 21 por ciento. Y allí permanecerá hasta finales de 2011. Así, la recuperación circulará en Europa por dos caminos. Rápida en el Norte, aún se hará esperar en países sureños como España, Portugal e Italia. Sin embargo, para S&P, la posibilidad de una doble recesión es "remota".

Como contrapartida, el recorte de gastos del Estado ha logrado reducir el déficit. Los ‘números rojos’ del Estado se han reducido a la mitad en el mes de julio respecto al mismo período del año pasado. Este año la Administración gastó 25.774 millones más del total ingresado. Mejoran los ingresos. Con una sola excepción. El Impuesto de Sociedades mantiene su abulia al caer casi un 10 por ciento, hasta los 6.247 millones de euros.

El déficit con el exterior -un reflejo de falta de competitividad española- también continúa cayendo. En concreto, la balanza por cuenta corriente arroja un déficit de 29.579 millones de euros en el primer semestre, un 13,2 por ciento menos que el año pasado. Eso sí, los datos del Banco de España muestran un aumento de la dependencia energética, ya que el déficit en esta materia se amplió en ese período.

Sin embargo las expectativas a corto y medio plazo sobre el crecimiento de los precios energéticos se han moderado, aseguran en Flores de Lemus. El instituto espera una tasa media anual de IPC del 1,7 por ciento, una décima por debajo de sus previsiones anteriores.

La Recesión todavía estaba allí