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LUIS MARTÍNEZ - 25.02.2009

El día y la noche. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, abandonó este miércoles firmando autógrafos y entre aplausos la reunión de sindicalistas que un día antes despidió con frialdad a su compañera de partido, la presidenta madrileña Esperanza Aguirre después de la emisión de un vídeo muy crítico con su gestión al frente de la Comunidad de Madrid.

Apenas 24 horas después de la visita de Aguire, el alcalde madrileño cosechó el aplauso de los delegados reunidos hasta el jueves en el 9º Congreso de Comisiones Obreras de Madrid cuando abogó en su discurso por salir de la actual crisis económica sin cargar los efectos sobre los “sectores más débiles de la sociedad”, dijo.

Tras su discurso, al abandonar el auditorio ‘Marcelino Camacho’ de la calle Lope de Vega, y después de recibir una nueva ovación con que los sindicalistas despidieron al alcalde de Madrid, Gallardón atendió la petición de varios delegados que pidieron autógrafos al regidor. Sin saberlo, Gallardón accedió así a estampar su firma en varios ejemplares de un libro editado por la Fundación Sindical de Estudios, muy crítico con la política presupuestaria de su compañera de partido Esperanza Aguirre al frente del Gobierno de la Comunidad.

Discutir acaba uniendo mucho

En su intervención, Gallardón defendió el valor de la negociación entre los empresarios y sindicatos, y destacó “la lealtad institucional” con que, según el alcalde, Comisiones Obreras se sienta siempre a negociar con criterios “exigentes” y “reivindicativos”, añadió el alcalde.

Por último, Gallardón confesó su simpatía por el actual secretario general de Comisiones en la región, Javier López, quien con toda probabilidad resultará reelegido el jueves al término del congreso, ya que, según el alcalde “discutir, e incluso pelearnos, acaba uniendo mucho”, dijo después de calificar de “aldabonazo” los acuerdos alcanzados entre los agentes sociales en el ámbito local madrileño en abril de 2008, que significaron la adopción de más de ciento cincuenta medidas cuyos resultados con cuantificables, dijo.

Por último, el alcalde lanzó una puya sin especificar destinatario hacia aquéllos que tienen responsabilidades de gobierno y que “no pueden se observadores”, dijo, de una crisis que, según afirmó, es también una oportunidad para “sumar esfuerzos” y evitar que cause sus mayores efectos “sobre los sectores más débiles de la sociedad”, dijo.

El Congreso continuó cuando Gallardón abandonó el acto, comentando la decisión del juez Garzón, quien acababa de hacer pública su decisión de pedir al Tribunal Supremo que éste asuma la investigación en torno a la supuesta trama delictiva en la que, al parecer, participan al menos dos diputados nacionales del partido conservador español.

Tras la marcha de Gallardón, el secretario de la federación madrileña de comunicación y trasportes pidió a los delegados asistentes al congreso que redoblen sus esfuerzos para que las movilizaciones previstas en abril en Madrid en protesta por la destrucción de empleo sean un éxito. Su secretario, Juan Antonio Olmos, no dejó pasar la ocasión para describir al alcalde ovacionado, Alberto Ruiz-Gallardón, de quien dijo que “tiene un discurso muy efectivo” aunque luego realiza “políticas muy duras, muy de derechas”.

El secretario general de Comsiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, clausurará este jueves el congreso regional. Esta reunión es la última a la que asistiran por separado diversas federaciones, como la de comunicación y transporte, que se encuentran a punto de culminar su fusión en una gran federación de Servicios a los ciudadanos.

Gallardón brilla en Comisiones Obreras