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15 de diciembre de 2009, 14:30
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 15.12.2009
Una vez más, ha sido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quien ha hecho la declaración más clara y transparente sobre las intenciones de su partido: "Nosotros -ha dicho- no podemos respaldar al campeón mundial del paro que es Zapatero". La presidenta madrileña se ha despachado a gusto con el recuento de los "5.000 parados diarios que produce la política económica" del Ejecutivo y ha defendido que la verdadera lealtad consiste en reclamar un radical cambio de rumbo.
A todas estas afirmaciones ha contestado el líder del PSM, Tomás Gómez, que se ha lamentado de que Madrid no estuviera en la conferencia de presidentes ya que su representante, Aguirre, estaba más ocupada en defender intereses partidistas que los de su Comunidad. "Es una extremista ideológica", ha dicho Gómez.
El debate entre socialistas y 'populares', cada vez más crispado, se ha desarrollado a nivel nacional entre el presidente del PP, Mariano Rajoy, y el vicepresidente tercero, Manuel Chaves. Rajoy ha respondido a Zapatero, quien anoche hizo una valoración muy dura de la actitud de la oposición en la conferencia, calificando su declaración de "destemplada e impropia". A su juicio, es "otro más de sus tics autoritarios (de Zapatero)", "semejante" al que demostró el pasado verano con los empresarios.
Durante su intervención en la reunión del Grupo Popular, Rajoy ha criticado que el Gobierno entregara el documento sobre economía y empleo al mediodía: "No se puede convocar una conferencia, no preguntar a nadie por nada durante tres años, para luego situarles de figurantes en una operación de marketing". Y ha recalcado que los acuerdos "se hacen sobre contenidos" y "propuestas concretas" y "no sobre el aire". Por eso, ha dicho que si el Ejecutivo quería pactos tiene que "trabajarlos con un mínimo de rigor y no entregarlos a las tres de la tarde".
El vicepresidente tercero del Gobierno y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, sin embargo, cree que el fracaso de la conferencia es un problema de calculadora, de la que llevan encima los dirigentes del principal partido de la oposición: "Los del PP sacaron la calculadora de contar votos y se dijeron: cuanto más paro más votos". Para Chaves, "es lamentable la confusión interesada y querida por parte del PP en detrimento de los intereses de los ciudadanos". "Rajoy impuso el boicot", ha seguido diciendo, y ha considerado "una frivolidad" que los ocho presidentes autonómicos del PP "no quisieran o no les dejara Rajoy representar los intereses de los ciudadanos". "Su actitud era la del no por el no, y su consigna era destruir y no crear", ha sentenciado el vicepresidente tercero.
Chaves no ha dado opción a la autocrítica: "Nosotros hemos actuado exquisitamente" (...). "El Gobierno actuará responsablemente. Nos comprometemos plenamente con el documento y vamos a convocar a las comunidades que lo apoyaron para llegar a acuerdos con ellas".
Una vez más, ha sido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quien ha hecho la declaración más clara y transparente sobre las intenciones de su partido: "Nosotros -ha dicho- no podemos respaldar al campeón mundial del paro que es Zapatero". La presidenta madrileña se ha despachado a gusto con el recuento de los "5.000 parados diarios que produce la política económica" del Ejecutivo y ha defendido que la verdadera lealtad consiste en reclamar un radical cambio de rumbo.
A todas estas afirmaciones ha contestado el líder del PSM, Tomás Gómez, que se ha lamentado de que Madrid no estuviera en la conferencia de presidentes ya que su representante, Aguirre, estaba más ocupada en defender intereses partidistas que los de su Comunidad. "Es una extremista ideológica", ha dicho Gómez.
El debate entre socialistas y 'populares', cada vez más crispado, se ha desarrollado a nivel nacional entre el presidente del PP, Mariano Rajoy, y el vicepresidente tercero, Manuel Chaves. Rajoy ha respondido a Zapatero, quien anoche hizo una valoración muy dura de la actitud de la oposición en la conferencia, calificando su declaración de "destemplada e impropia". A su juicio, es "otro más de sus tics autoritarios (de Zapatero)", "semejante" al que demostró el pasado verano con los empresarios.
Durante su intervención en la reunión del Grupo Popular, Rajoy ha criticado que el Gobierno entregara el documento sobre economía y empleo al mediodía: "No se puede convocar una conferencia, no preguntar a nadie por nada durante tres años, para luego situarles de figurantes en una operación de marketing". Y ha recalcado que los acuerdos "se hacen sobre contenidos" y "propuestas concretas" y "no sobre el aire". Por eso, ha dicho que si el Ejecutivo quería pactos tiene que "trabajarlos con un mínimo de rigor y no entregarlos a las tres de la tarde".
El vicepresidente tercero del Gobierno y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, sin embargo, cree que el fracaso de la conferencia es un problema de calculadora, de la que llevan encima los dirigentes del principal partido de la oposición: "Los del PP sacaron la calculadora de contar votos y se dijeron: cuanto más paro más votos". Para Chaves, "es lamentable la confusión interesada y querida por parte del PP en detrimento de los intereses de los ciudadanos". "Rajoy impuso el boicot", ha seguido diciendo, y ha considerado "una frivolidad" que los ocho presidentes autonómicos del PP "no quisieran o no les dejara Rajoy representar los intereses de los ciudadanos". "Su actitud era la del no por el no, y su consigna era destruir y no crear", ha sentenciado el vicepresidente tercero.
Chaves no ha dado opción a la autocrítica: "Nosotros hemos actuado exquisitamente" (...). "El Gobierno actuará responsablemente. Nos comprometemos plenamente con el documento y vamos a convocar a las comunidades que lo apoyaron para llegar a acuerdos con ellas".
