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25 de junio de 2009, 11:26
NUEVATRIBUNA.ES - 25.06.2009
“Está en los manuales”. El Grupo Socialista defendió así � para “mantener la demanda agregada” en época de crisis- su previsión de gasto de más de 182.400 millones de euros para 2010, según explicó el diputado Francisco Fernández Marugán, enfrentado a las críticas del Grupo Popular, que acusó al Gobierno socialista de conducir “a la mayor ruina a la Hacienda española” con su política de gasto, afirmó su portavoz Cristóbal Montoro. Los socialistas, sin embargo, sacarán adelante su ‘techo’ de gasto gracias a la abstención de CiU, el grupo catalán que logró parar una subida de impuestos pactada con la izquierda de la Cámara Baja.
La austeridad del gasto será un compromiso “clave” del Gobierno para el año que viene, afirmó Elena Salgado, vicepresidenta segunda y ministra de Economía, en el debate sobre el techo de gasto en 2010 y los objetivos de estabilidad en las cuentas públicas hasta 2012. El elevado déficit que las cuentas públicas registran y registrarán se justifica en las políticas para afrontar la crisis y en las partidas para garantizar la protección social, dijo Salgado.
Por su parte, en representación del Grupo Socialista, el diputado Francisco Fernández Marugán explicó que el “solo hay dos partidos” en Europa que “no están a favor” de que el Estado actúe para luchar contra la crisis: “el Partido Popular y el Partido Democrático de Albania”, dijo entre las risas de los diputados. En su opinión, los “conservadores” españoles mantienen un discurso “casposo” al defender una política más propia “de los años 80” que dictaba que “el Estado es el problema y el Mercado la solución”. “No se sabe si están con Reagan o con Hoover”, aseveró.
“De la recesión no se sale tirando de un hilo”, consideró Marugán. “Por eso presentamos este límite de gastos”, añadió, tras afirmar que “es bueno que el Gobierno intervenga para ‘cebar la bomba”, ya que, debido a la crisis, “la economía se encuentra muy lejos de su potencial”.
“Tenemos es un déficit alto que debemos controlar”, reconoció, tras rechazar, sin embargo, que el Gobierno vaya a instalar el déficit “de forma permanente” en las cuentas públicas, como sostienen “los conservadores” cuyos economistas “han renunciado a la sensatez o están adormecidos”, criticó. “Es un déficit temporal”, insistió.
HERRERA TIENDE LA MANO PESE AL “MANOTAZO”
El diputado de ICV, Joan Herrera, anunció que su grupo se abstendrá en la votación del techo de gasto, una forma de “tender la mano” al Gobierno, dijo, a pesar del “manotazo” propinado por los socialistas al romper su alianza dirigida a subir impuestos a las rentas más altas, y responsabilizó a CiU de esta ruptura. “Tememos a los diputados de CiU en materia de política fiscal”, dijo Herrera.
Por su parte, el portavoz de CiU, Josep Sánchez i Llibre, confirmó que su grupo se opondrá “a una subida de impuestos indiscriminada” a las empresas y a las familias “tanto directos como indirectos” y recomendó a la izquierda catalana “que deje de mirar por el retrovisor a CiU”. “Ya somos mayorcitos. Y no necesitamos sus consejos económicos, que carecen de fundamento”, afirmó.
Por su parte, el portavoz del PNV, Pedro Azpiazu, criticó la falta de rigor del Gobierno al elaborar el Prespuesto de 2009 y recordó que el Gobierno sube los impuestos del tabaco y el alcohol con la intención de recaudar una cifra similar a la que renunció tras eliminar el Impuesto del Patrimonio, cuya compensación a las comunidades autónomas este año ha exigido la aprobación de un crédito extraordinario de 1.800 millones de euros, lo que, a su juicio, supone “un paso atrás en la progresividad del sistema tributario”.
Azpiazu acusó al Gobierno de ocultar la verdadera intención de la subida de impuestos sobre el tabaco y la gasolina, que, en su opinión, es “compensar” la bajada en la recaudación, y desmintió que la subida de los carburantes pretenda desincentivar el uso del coche cuando “paralelamente se subvenciona la compra de vehículos “.
“Está en los manuales”. El Grupo Socialista defendió así � para “mantener la demanda agregada” en época de crisis- su previsión de gasto de más de 182.400 millones de euros para 2010, según explicó el diputado Francisco Fernández Marugán, enfrentado a las críticas del Grupo Popular, que acusó al Gobierno socialista de conducir “a la mayor ruina a la Hacienda española” con su política de gasto, afirmó su portavoz Cristóbal Montoro. Los socialistas, sin embargo, sacarán adelante su ‘techo’ de gasto gracias a la abstención de CiU, el grupo catalán que logró parar una subida de impuestos pactada con la izquierda de la Cámara Baja.
La austeridad del gasto será un compromiso “clave” del Gobierno para el año que viene, afirmó Elena Salgado, vicepresidenta segunda y ministra de Economía, en el debate sobre el techo de gasto en 2010 y los objetivos de estabilidad en las cuentas públicas hasta 2012. El elevado déficit que las cuentas públicas registran y registrarán se justifica en las políticas para afrontar la crisis y en las partidas para garantizar la protección social, dijo Salgado.
Por su parte, en representación del Grupo Socialista, el diputado Francisco Fernández Marugán explicó que el “solo hay dos partidos” en Europa que “no están a favor” de que el Estado actúe para luchar contra la crisis: “el Partido Popular y el Partido Democrático de Albania”, dijo entre las risas de los diputados. En su opinión, los “conservadores” españoles mantienen un discurso “casposo” al defender una política más propia “de los años 80” que dictaba que “el Estado es el problema y el Mercado la solución”. “No se sabe si están con Reagan o con Hoover”, aseveró.
“De la recesión no se sale tirando de un hilo”, consideró Marugán. “Por eso presentamos este límite de gastos”, añadió, tras afirmar que “es bueno que el Gobierno intervenga para ‘cebar la bomba”, ya que, debido a la crisis, “la economía se encuentra muy lejos de su potencial”.
“Tenemos es un déficit alto que debemos controlar”, reconoció, tras rechazar, sin embargo, que el Gobierno vaya a instalar el déficit “de forma permanente” en las cuentas públicas, como sostienen “los conservadores” cuyos economistas “han renunciado a la sensatez o están adormecidos”, criticó. “Es un déficit temporal”, insistió.
HERRERA TIENDE LA MANO PESE AL “MANOTAZO”
El diputado de ICV, Joan Herrera, anunció que su grupo se abstendrá en la votación del techo de gasto, una forma de “tender la mano” al Gobierno, dijo, a pesar del “manotazo” propinado por los socialistas al romper su alianza dirigida a subir impuestos a las rentas más altas, y responsabilizó a CiU de esta ruptura. “Tememos a los diputados de CiU en materia de política fiscal”, dijo Herrera.
Por su parte, el portavoz de CiU, Josep Sánchez i Llibre, confirmó que su grupo se opondrá “a una subida de impuestos indiscriminada” a las empresas y a las familias “tanto directos como indirectos” y recomendó a la izquierda catalana “que deje de mirar por el retrovisor a CiU”. “Ya somos mayorcitos. Y no necesitamos sus consejos económicos, que carecen de fundamento”, afirmó.
Por su parte, el portavoz del PNV, Pedro Azpiazu, criticó la falta de rigor del Gobierno al elaborar el Prespuesto de 2009 y recordó que el Gobierno sube los impuestos del tabaco y el alcohol con la intención de recaudar una cifra similar a la que renunció tras eliminar el Impuesto del Patrimonio, cuya compensación a las comunidades autónomas este año ha exigido la aprobación de un crédito extraordinario de 1.800 millones de euros, lo que, a su juicio, supone “un paso atrás en la progresividad del sistema tributario”.
Azpiazu acusó al Gobierno de ocultar la verdadera intención de la subida de impuestos sobre el tabaco y la gasolina, que, en su opinión, es “compensar” la bajada en la recaudación, y desmintió que la subida de los carburantes pretenda desincentivar el uso del coche cuando “paralelamente se subvenciona la compra de vehículos “.
