viernes. 26.04.2024

El PP rectifica a uno de sus diputados: el voto a la reforma laboral se decidirá el martes

Y antes quiere introducir algunas reformas, según ha reconocido Mariano Rajoy. La dirección del grupo parlamentario ha negado que haya algún tipo de enfrentamiento interno aunque entre los 'populares' aumenta la sensación de que no sería de recibo votar en contra de una reforma como esta.
> No habrá cambios sustanciales en el Congreso
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 18.6.2010

El secretario general del Grupo Popular, José Luis Ayllón, ha asegurado que su formación sigue estudiando el texto del decreto ley sobre reforma laboral, que considera un ejemplo de "confusión jurídica", y hasta el martes no tomará una decisión definitiva que, en ningún caso, se guiará por el "tacticismo", pese a las opiniones "personales" de los diputados del partido.

En un encuentro con periodistas en la Cámara Baja, Ayllón ha revelado que este mediodía habló con el diputado Ramón Aguirre, que había aventurado que el PP se abstendrá en el debate de convalidación del próximo martes y que éste le aseguró que sus palabras responden a una "opinión personal" y que cumplirá estrictamente con lo que determine la dirección del grupo parlamentario. Aguirre, en declaraciones a RNE, ha afirmado que la reforma supone "un avance" y ha dicho: "Yo creo que nos vamos a abstener, en principio".

Pese a reconocer la existencia de voces en el seno del PP que consideran que el primer partido de la oposición no puede votar en contra de la reforma, Ayllón ha mostrado su confianza en que se trata de "opiniones tácticas, más que de fondo" y que no suponen ningún enfrentamiento en el seno del PP, que tiene como uno de sus "principios fundamentales" no votar por "tacticismo" político.

Asimismo, Ayllón ha asegurado que su formación no "obstaculizará la agilidad" del Parlamento para tramitar con urgencia el proyecto de ley derivado del decreto, lo que requeriría un acuerdo unánime de la Mesa del Congreso para habilitar un calendario de Comisiones y Plenos para debatir las enmiendas. En cualquier caso, ha señalado que el PSOE no les ha transmitido "absolutamente nada" en este sentido. Sin embargo, y aunque el PP no es partidario de retrasar el debate pidiendo comparecencias de sindicatos y patronal, ha recordado que el Gobierno ha tardado "dos años" en sacar adelante esta reforma ahora no puede urgir de esa manera al Congreso.

También ha replicado al ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, que los 'populares' introducirán los "cambios sustanciales" a la norma que consideren oportunos si la consideran un "mal texto", al igual que harán el resto de grupos. Y ha añadido: "El Gobierno no puede obligarnos a hacer las cosas como ellos quieren".

Por otra parte, ha confirmado que el PP quiere mantener una "reunión de trabajo" con los sindicatos CC.OO. y UGT y no un mero "encuentro de cortesía", si bien ha descartado que dicha cita pueda celebrarse antes de la votación del martes por problemas de agenda.

Por último, ha pedido un "poquito de coherencia" al resto de grupos, y en especial de CiU, que han abierto la puerta a facilitar que la norma prospere, ya que considera que el "duro" discurso de su portavoz, Josep Antoni Duran i Lleida, contra el Gobierno, no se corresponde con el apoyo que les ha dado en sus medidas económicas, como las de ajuste.

Por su parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy, ha afirmado que su formación política está dispuesta a "hablar y negociar" el decreto de reforma laboral que ha aprobado el Gobierno porque "no crea empleo y genera mucha confusión". Eso sí, ha recalcado que deben incluirse algunos aspectos importantes que han quedado fuera del texto. "Estamos dispuestos a hablar pero si el Gobierno acepta algunas cosas razonables que mucha gente lleva diciendo desde hace muchos años", ha dicho y acto seguido ha criticado las declaraciones del ministro de Trabajo asegurando que la reforma pretende que no se destruya empleo.

En la clausura de una convención del PP en Melilla, el líder de la oposición ha señalado que España debe "generar confianza" y para ello se necesita "orden", un "plan" y fijar unos "objetivos claros", que pasan en primer lugar por la creación de empleo. Tras asegurar que el PP tiene ahora "una gran responsabilidad", Rajoy ha augurado que en las próximas citas electorales habrá votantes socialistas que darán su confianza al Partido Popular porque ahora en España no hay "un problema de socialismo" sino de "incompetencia atroz".

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